jueves, 30 de junio de 2011

LA FORJA DE UNA BANDA: "OIL CITY CONFIDENTIAL" (Dr. Feelgood)

¡¡Ya era hora, coño!! Faltaba el más que necesario y merecido documento visual sobre una de las bandas capitales del rock&roll más enérgico y contagioso que haya parido madre y, mire usted por dónde, ya está aquí. Y todo por cortesía del amigo Julien Temple, que con sus últimos y fenomenales documentales (el de Joe Strummer, los varios de los Pistols, Glastombury...) demuestra un gusto y un arte digno de elogio. Sin duda las generaciones venideras tendrán mucho que aprender estudiando la indispensable (radio)filmografía de este enamorado del punk, rock, new age, y demás sonidos urbanos originados en la ferviente Inglaterra de finales del siglo XX. Quien si no, mejor que Temple, para rendir homenage a Dr. Feelgood de manera primorosa. Temple no se posiciona. No hace falta. Los hechos y el grupo hablan por sí solos. Nunca antes se había visto un grupo tan diferente y totalmente fuera de onda. Eran tiempos de hippies, psicodélicos, poperos (y luego grupos glam) y ellos parecían cuatro tipos que habían atracado un banco la misma noche de dar un concierto. Pateando culos. Solo con la actitud y carisma de grupos así, se puede llegar a ser tan grande. Lo suyo era R&B venenoso con una energía excitante que hacía enloquecer al público allá donde tocasen (excepto en EE.UU donde no acabaron de entenderles; bueno, arrasaron en NY en un doble bolo con los Ramones.. pero es que NY aunque parece USA es un mundo aparte). Desde Canvey Island -su particular delta del Misissipi-, y tras recorrerse todos los sucios y violentos garitos, clubs, pubs y pistas de patinaje posibles de Londres, los borrachuzos Big Figure(batería) y Sparko (bajo) secundarían a todo trapo al fervoroso armonicista y cantante Lee Brilleaux -que sudaba cerveza y vivía en su traje blanco- y al majareta de Wilco Johnson, el "chico anfetamina", el frenético y electrizante guitarrista y compositor con mirada y ojos de lunático, todos juntos, como colosos, explosionarían encima de los escenarios de medio mundo. En sus mejores años (hasta la "patada en el culo" a Wilco), léase 1975-1976, los Feelgood no tenía rival sobre las tablas (¡¡llegaron a tocar 330 conciertos en un año!!), de eso se encarga el documental y los entrevistados testigos de dejarlo bien claro. No me canso de mirar este pedazo de film. Todo lleno de historias y detalles (¡¡la ex princesita Lady Diana era asidua a sus bolos!!, la santa madre de Lee te deja flipando, las peleas internas, las otras peleas...); y es que además gozamos de Wilco Johnson mascullando palabras y rasgando su Telecaster apagada sin dejar de moverse speedicamente. Un personaje sorprendente (descubrimos facetas suyas inimaginables) con el que es imposible aguantarte las carcajadas. En definitiva, un señor divertido y lúdico documental que nadie en su sano juicio debería perderse.

lunes, 27 de junio de 2011

LOUIE BLUIE... UN DOCUMENTAL DE TERRY ZWIGOFF

La filmografía de Terry Zwigoff (foto 2), corta pero valiosa, se reduce a cinco títulos en veinte años: Louie Bluie(1986), Crumb(1994), Ghost Wrold(2001), Bad Santa(2003) y Art School Confidential ("El arte de estrangular", 2006). Sus baratos films son siempre bien recibidos por la crítica, consiguen algún que otro galardon en festivales independientes, y entre la nutrida familia de tumberos underground están consideradas películas de culto. Historias sencillas, narradas con un estilo muy personal y siempre tratando temas que conoce de primera mano (influenciado por el mundo del cómic subterráneo y gracias a su relación con Daniel Clowes o Robert Crumb), un cine fuera de toda sospecha. Un cine alegre, rico en personajes (y formas; por muy raras o frikis que éstas pudieran ser), sincero, que sigue su propio camino, ajeno a la contaminación de ahí afuera. Aún así, habrá quien le niegue el reconocimiento que sin duda merece esta clase de apuestas. No serémos nosotros ¡¡desde ATumbaAbierta reivindicamos más Zwigoffs!!. Dado la escasez de oportunidades de trabajo -que conlleva el hecho de dedicarse a hacer un "cine distinto"- los fans del director de Wisconsin nos vemos obligados a curar el mono con todo lo poco que caiga en nuestras manos. Y así ha sido con LOUIE BLUIE, su primer film, el único trabajo que me faltaba por ver y que recientemente he descubierto. En su día hablamos del documental "Crumb" (film esencial que me sirvió para introducirme en el universo de director y protagonista) y viendo este otro documental sobre el desconocido músico de blues Howard "Louie Bluie" Armstrong uno entiende todavía mejor el film sobre el genial dibujante y amante de la música tradicional norteamericana, Robert Crumb, y el cómo, y el porqué, de que Zwigoff lo llevase a cabo (puede verse la conexión musical y pictórica -el bueno de Louie dibujaba que te cagas- que hay entre los dos films). El personaje: Como no podía ser de otra manera el viejo Louie tenía que ser un tipo divertido de cojones. Y a buena fe que lo era. Amén de tocar maravillosamente bien (y rápido). El músico de Chicago, nacido en LaFollete(1909-2003), era además de intérprete, un artista variado, tan apreciado narrador (como bien queda reflejado en el film) como un titiritero en toda regla (no ventilémos aquí su fama como "gran semental"). Lo que se dice una buena persona pero un tipo de cuidado. Terry Zwigoff lo honra con un homenage nada sentimental, pero sí de manera cariñosa. ¿Y por qué debutar en el cine contándonos la vida de este personaje casi desconocido?.. Parece ser que el director de Ghost World comenzó su carrera en el cine accidentalmente en 1978, cuando encontró unas raras grabaciones de 1934 de un desconocido músico de Chicago. Siendo él mismo un músico, Zwigoff se impresionó tanto con el sonido que descubrió que comenzó lo que sería un trabajo detectivesco de dos años para descubrir quién era el artista y cómo había sido su vida. El resultado fue este estupendo documental. A modo de curiosidad (en la cinta no sale nada de esto), y para que os hagáis una idea de la "importancia" de Louie Bluie, decir que existe un humilde festival que se celebra en su honor en el pueblo de Caryville (Tennessee), de nombre "Louie Bluie Festival", en donde, como podréis imaginar, prima la diversión para toda la fimilia. De esos a los que acude todo el pueblo, bajo una carpa, al aire libre, en donde abunda la mejor variedad de comida sureña y los vecinos se lo pasan en grande...Eventos secundados con gratas actividades y juegos para los niños... hasta el abuelito se marca un baile tradicional a ritmo de blues, gospel, bluegrass y demás deliciosa música tradicional de antaño. Resumiendo... disfruten ustedes del placer de conocer un documental (personaje y música incluídos) sorprendente y verdaderamente entrañable.

viernes, 24 de junio de 2011

SCREAM QUEEN: PLACENTEROS ALARIDOS DE TERROR

CUALIDADES Y DOTES PARA SER UNA REINA DEL GRITO. La scream queen por norma general suele ser la víctima (que en casos se rebela y torna en heroína) de las películas de terror, la que se desgañita dando gritos y alarídos mientras el psicópata de turno realiza con ella las travesuras más endiabladas. Las encontramos en producciones de la A a la Z, caras o baratas, mejores o peores (decir que cuanto más cutres y bizarras mejor). Bien sea desnudas, en camisón, ligeras de ropa o enfundadas en jerseys de Cachemira las aspirantes a reinas gritonas, además de suponersele una potente capacidad de aullído, deberán estar dotadas de un físico de relieve (no es necesario saber interpretar), carne que mostrar sin pudor en escenas de ducha, cama, playa, mazmorras y donde lo exija el guión, osea, muchas veces. Innumerables las actrices, modelos y femmes fatales que a lo largo de la historia del cine nos ofrecieron momentos placenteros gracias a sus graves y bien agudos alaridos de terror... Como se dice en estos casos no están todas las que son pero... aquí va un puñado de algunas de aquellas grandiosas gargantas profundas.
  • ANTIGUAS GLORIAS GRITONAS:
FAY WRAY. "El Malvado Zaroff"(1932), "Los Crímenes del Museo"(1933), "El Doctor X" o "King Kong"(1933) son joyas del séptimo arte sin discusión alguna. Ni el mismísimo Gran Gorila pudo evitar la tentación de enamorarse de semejante hembra. La imagen de la actriz canadiense (nacionalizada estadounidense más tarde) quedaría ligada al enorme mono para la posteridad EVELYN ANKERS. (Valparaiso, Chile 1918-Maui, Hawai, 1985) Bailaba en clubs nocturnos de Gran Bretaña (allí debutó como actriz) antes de mudarse a Hollywood, donde se convierte en una de las grandes reinas del grito de la mitica Universal: El Hombre Lobo, the Ghost of Frankenstein, The Mad Ghoul, Son of Dracula, Jungle Woman, La Venganza del hombre invisible... Tras enamorar a espectadores de medio mundo se casa con el actor Richard Denning y abandona el cine a mediados de los sesenta y se marcha a vivir a una paradisíaca isla hawaiana... HELEN CHANDLER (Nueva York, EE.UU.,1906-California, 1965) Otra clásica. Formada en las tablas del teatro debuta en el cine en The joy girl (Alan Dwan, 1927), pero pasará a la historia por su papel de Mina en la crepuscular Drácula (Tod Browning, 1931), seducida por los encantamientos de Bela Lugosi. Al final, y en la vida real, los dos acabarían drogadictos y alcohólicos. En el caso de la actriz, su vida fue un contínuo ir y venir de psiquiátrico en psiquiátrico.
  • LAS QUE SE HAN DESNUDADO MÁS QUE GRITADO:
Aquí hay que hacer un alto en el camino. Hay para dar y tomar. Cualquier película de género alquilada (donde reinaba el vetusto VHS) o disfrutada en la pantalla de un cine en la década de los 80 tendría altas posibilidades de esconder una scream queen en su interior. Imagínense las infinitas filas de gargantas y el eco de sus gritos... Puesto que ya tenemos un apartado dedicado a las chicas hammer (otras pechugonas gritonas de cuidado) y sería casi imposible nombrar a tanta reina siliconada suelta por ahí, nos centraremos en un trio de actrices que estarían en cualquier quiniela para sentarse en el trono como Reina Mayor del Grito. Como hemos dicho eran los tiempos dorados del direct to video y estas fieras que a continuación repasamos estaban entre las más solicitadas de la Serie Z norteamericana: -LINNEA QUIGLEY (Davenport, Iowa, EE.UU, 1958) Gracias a su facilidad para despojar de ropa un cuerpazo que convierte en lucrativo negocio, la (pseudo)actriz Linnea Quigley se ha labrado una reputación en la serie Z proporcional a los ceros de su cuenta bancaria (posee todo un merchandising con su imagen; -esto solo puede pasar en USA-). Para abceder al desmesurado catálogo de poses y berrídos de esta mujer conviene rastrear las estanterías más recónditas y polvorientas de los videoclubs de barrio más cochambrosos hasta encontrar enmohecidos títulos como "Noche de paz, noche de muerte"(I yII), "El regreso de los muertos vivientes", "Night of the Demons (88), Greepozoids (sic!), Death Mask (98), "Angeles y Demonios 3"... y demás gamberradas. Aunque más fácil les seá verla, aunque brevemente, en Pesadilla en Elm Street, concretamente en las partes IV y V, o mejor aún, en la inocente "Sangre Fresca" del eminente John Landis, un director cachondo, -sinpático- que sabe mucho de gritos y alaridos de terror. MICHELLE BAUER (Montobello, California, EE.UU, 1958) Esta muñeca deslumbró desde las páginas de la revista Penthouse, además de flirtear con el porno en sus ratos libres -con escenas de sexo simulado, o eso dicen- bajo el pseudónimo de Pia Snow, antes de ser desnudada, esta vez, de cabo a rabo por los reyes punteros del cine basura (directores como Fred Olen Ray o David DeCoteau); despelotándose también para el peor Jesús Franco ("Lust for Frankenstein"). Otra faceta suya menos conocida es servir como doble en las escenas más tórridas de importantes estrellas de Hollywood, caso de Kim Basinger. Disfrútenla en Hellroller (92), Red Lips (95), La Venganza de los muñecos, y demás psicotrópicos productos. MONIQUE GABRIELLE (Kansas City, Missouri, EE.UU.,1962) Otra gritona llorona que sacó provecho a su exuberante cuerpo y sirvió de aderezo erótico para los subproductos norteamericanos de consumo casero. La rubia tetazas (aunque a veces aparece de pelirroja o morena) puede considerarse la musa del edwoodiano Jim Wynorski (un director surgido de la factoría Corman) que contrata sus servicios para títulos lisérgicos como "El regreso de la cosa del Pantano" o "976-EVIL 2: the astral factor". Pero como Hollywood solo ofrece migajas a damas de su calibre, y dado que las chicas de hoy se comportan correctamente en la pantalla y gritan por supuesto mucho menos con lo cual escaséa el curre, no dudó en apuntarse -como otras scream queen modernas- al porno light (al peor porno light, diría yo) con Bad Girls H (1982). Hoy tal vez haga gritar de gusto a sus fans desde alguna página web de su propiedad... BECKY LE BEAU es otro ejemplo de lo bajo que ha llegado a caer el oficio de scream queen. Y como no estamos para recordar más femme fatales caídas en desgracia No queda más remedio que pasar a homenagear a mi favorita indiscutible en esto de los gritos...
  • MI REINA DEL GRITO
JAMIE LEE CURTIS (Los Angeles, California, 1958)- De casta le viene al galgo. La guapísima Jamie Lee heredó los gritos de su madre, la también actriz Janet Leigh (foto 1) de eso no hay duda y, para el que suscribe, es la reina por derecho própio de todas las scream queens. Atípica, puede ser, pero marcó escuela (sino que se lo digan a Veve Campbell de la saga Scream), desde que caracterizada como Laurie Strode fuese acosada por el psicópata de Myers en la Halloween carpenteriana. El Tren del terror, La Niebla, Roadgames... y otras deliciosas películas demostraron lo gran actriz que era (con una viz cómica de lo más impresionante.. ¡¡y menudo cuerpazo!!). Con semejante bagaje no dejo de entender lo desaprovechada que tiene/tuvo Hollywood a esta fenomenal mujer/actriz. Otro claro ejemplo de injusticia artistica que pagamos nosotros, los enamorados fans.

martes, 21 de junio de 2011

-NUNCA ME ABANDONES. (¿Qué es lo que verdaderamente importa en la vida?)

NEVER LET ME GO ("Nunca me abandones", Mark romarek. 2010) Peliculón. Un film descolorido, inquietante y opresivo. Drama romantico de Ciencia Ficción sin tramas científicas ni escenarios futuristas, en el que todo parece muy sencillo pero es desgarradamente muy real. Un futuro reconocible en el que parece que algo no encaja. Si te gustaron películas como "Moon" o "Gattaca", relatos añejos de Fillip K. Dick como ¿Sueñan los androides con ovejas electricas? y te sientes cómodo con la sci-fi existencialista (futuros distópicos, en los que la realidad sucede en terminos opuestos a los de una sociedad ideal), o te gusta el buen cine sin más, alucinarás con esta fábula fabulosa (basada en la famosa novela homónima de Kazuo Ishiguro, -que no he leído-) y que explora el alma humana, la vida, la muerte y el amor como solo las grandes películas saben hacerlo. En esta historia unos niños pasan su infancia, no sabemos si en un orfanato o en un internado inglés, mientras poco a poco, escena a escena (y a la vez que los personajes), vamos descubriendo que hay detrás de todo aquello; la verdad que oculta su destino. Aunque sea una peli sobre clones esto último pasa a un segundo plano, El film hace que nos planteemos preguntas, más que dar respuestas, sobre temas como la ética de la clonación, qué es lo que nos hace humanos y qué es lo que realmente importa en la vida. Una de esas cintas que acaban dejando una profunda huella.

sábado, 18 de junio de 2011

EL SOBERBIO DAVID WARNER

Alto y delgado, sin agresividad en la expresión, frágil y sofisticado... Una de mis debilidades. Actor favorito de Mr "Bloody" Peckinpah y por ende de esta casa. Hablar de su trabajo al lado del director de Grupo Salvaje es recordar instantes impresionantes de buen cine. Creaciones inmortales por muy breves que fueran sus intervenciones. Bien fuese interpretando al capitán nazi Kiesel(foto-2) en la nebulosa "La Cruz de Hierro", bien fuesen sus fantasmagóricas apariciones y desapariciones de escena como el predicador Joshua Duncan Sloane en la crucial y tiernamente emotiva "La Balada de Cable Hogue" -sin duda el personaje más aprovechado del film y de toda su carrera- (con ese extraño hábito de mudar el alzacuello con mayor rapidez y precisión que los pistoleros disparando) o en aquella aparición como el retrasado mental Niles(foto-1) de la violenta y estupenda "Perros de Paja" en la que logra una gran interpretación (de lo mejor del film) sin apenas papel... DAVID WARNER (Manchester, G.B., 1941) consigue con su sola presencia brillar con la misma intensidad que los grandes actores a los que secunda. Ese fue el gran acierto de Peckinpah: saber rodearse de tipos marginales como él (Oates, Corbum, el propio Warner...). Amigos que nunca te dejarían en la estacada y que comparten tus mismas aficiones e inquietudes por la vida. Gente que está fuera de lugar, tanto en la sociedad como en el cine. Hombres doblemente marginados y, por eso mismo, doblemente sabios y sensibles para comprender con notable eficacia y profundidad su trabajo. Sin lugar a dudas David dió lo mejor de sí en estos tres films al lado de su colega y amigo perro viejo... lo que no significa que ni antes ni después de trabajar con Peckinpah no se hubiese labrado una filmografía más que digna y reseñable. A continuación repasaremos el resto de títulos más emblemáticos de un actor -a mi entender menospreciado y desaprovechado como pocos en la historia del cine- (que todavía anda dando guerra por ahí: mi sorpresa al verlo de abad en un reciente film menor ambientado en la época de la "peste negra") al que rendímos un homenaje ¡como la copa de un pino! desde estas mostrencas páginas de ATumbAbierta... ¡¡Warner forever!!
  • RAREZAS COMO SECUNDARIO (etapa pre-peckinpah):
Antes de sus memorables creaciones para Sam, nuestro actor inglés participó en dos películas del recientemente desaparecido y gran director Sidney Lumet: "Llamada para un muerto" (66), una historia de espionaje made in John LeCarre, y el drama ambientado en Rusia "La Gaviota" (68) del que poca información poseo. Pero la más reseñable puede que resulte ser "El Hombre de Kiev" (The Fixer, 1968), film "menor" del excelente realizador John Frankenheimer donde las escenas en las que aparece Warner (acompañado de otro secundario de lujo como Hugh Griffith) ya vislumbran la categoría de actor que hay detrás del personaje.
  • WARNER FANTATERROFÍFICO:
Si podemos resaltar un título que precedió a cierta fama "pública" en la carrera de nuestro dandy anglosajón (y digamos le ocasionó el dichoso "encasillamiento del actor"), ese sería "La Profecía" (Richard Donner, 1976). Film de sobra conocido por todo aficionado al terror y que sería el comienzo de Warner y su idílio con el cine de género fantástico (aunque en 1973 ya se colara en el reparto británico de "Cuentos de Ultratumba", al lado de Peter Cushing). En este campo del fantaterror participó en títulos claves como "LOS PASAJEROS del Tiempo"(Time After Time; Nicholas Meyer, 1979), una maravillosa historia de viajes en el tiempo en el que podemos verle en el papel de un Jack The Ripper vitoriano que viaja al Nueva York de 1979. "Los HEROES DEL TIEMPO"(1981) es otra obra maestra del cine de fantasía cortesía del soñador Terry Gilliam, cine para toda la familia...y para toda la familia de cinéfilos que crean en el poder de la imaginación. Warner está expléndido en su paródia de Vincent Price como no podría ser de otra manera. Se le vió como el villano Ed Dillinger en aquella obra de culto (un fiasco en su momento y que sería "revisitada" en la actualidad) de nombre "Tron"(82) y rescatamos su pequeña aportación en otro clásico como "En Compañía de Lobos" de Neil Jordan (cuento que ya analizamos en su día en la sección de "In-Cult Movies"). Por otra parte se vió envuelto en b-movies de autocine como "El Vampiro Adolescente" (88), "Secretoss de la Cripta"(89), "Bolsa de Cadáveres" (tres historias diferentes co-dirigidas por Carpenter/Hooper) o la curiosa y nada desdeñable "Alas en la Noche" (que dejaremos para el final..).
  • OTROS TÍTULOS CURIOSOS:
-The Island (La Isla, 1980). Dirige Michael Ritchie, la música es de Ennio Morricone y la peli podría encasillarse dentro del género de aventuras... Sí, de esas que tienen a primitivas tribus nativas como eje central de la historia. Investigando sospechosas desapariciones en el mar del Caribe, un reportero (Michael Caine) caerá retenido en otra de esas tantas islas cinematográficas. En palabras de Carlos Aguilar (criticomaníaco) "cómo estarán por allí las cosas que la persona más normal y razonable es David Warner". Así de claro.---------------------------------------- -Rasputín (Rasputín, su verdadera historia, 1996). Dirige el controvertido alemán Uli Edel. Lo mejor de esta enésima recreación fílmica de las andanzas del monje pirado Rasputín en la corte del Zar, son sin duda las interpretaciones (Warner acompaña a Alan Rickman y Ian McKellen). Pese a sus desventajas y acabado -parece una telenovela-, es preferible a muchos bodrios de similar pelaje habituales en nuestras pantallas... aunque tan solo sea por ver una vez más a nuestro querido David.------------------------------------------------------------------ -The Disappearence (G.B./Canada, 1977). Otra de esas pequeñas intervenciones (aquí ni simplemente es actor secundario) que "salvan" una película. Rara y, cuanto menos, curiosa. Un thriller con un elenco de actores impresionante (David Hemmings, Cristopher Plummer, John Hurt, Donald Sutherland..), pero otro de esos films relegados al olvido. La culpa puede tenerla -pese al gran reparto y una expléndida fotografía-, el deficiente trabajo de su director Stuart Cooper, que desaprovechó un guión -en principio un tanto original- (la angustia que sufre un asesino profesional tras el abandono de su mujer, hasta entonces infalible en su trabajo), dando como resultado un film aburrido e irritantemente lento (en el "mal sentido" de la palabra), auxiliado por una trama a ratos incomprensible.----------------------------------------------- -MR. NORTH (U.S.A., 1988). Irrelevante título de no ser por las celebradas colaboraciones de veteranos tumberos: Hermanos de sangre, sudor y lágrimas (calaña afín a nuestro Warner) como Robert Mitchum y Harry Dean Staton, o las destronadas princesas Lauren Bacall y Angelica Huston. Como curiosidad decir que el film fue un proyecto del gran John Huston, rodado por su hijo Danny a la muerte de aquel. La historia retrata el Newport (Rhode Island) de los años 20, todo lujo y detalles, pero poco más.
  • EL FILM:
ALAS EN LA NOCHE ("NIGHTWING") U.S.A.; 1979.- ¿Por qué resaltar este título en particular... y no cualquier otro de David Warner? Pues porque en él ví por primera vez el rostro desaliñado del fenomenal actor de Manchester, y quedé hechizado. Tendría 12 años. Poco me importa que el film fuese maltratado por el paso del tiempo (eso es un hecho). Puede que un título como este, hoy, le resulte bizarro a cierta gente...Trama floja y falta de ritmo... y hasta puede que resulte cómica a los ojos de los aficionados al terror de hoy día (algunos están acostumbrados a los tropecientos golpes de efecto y espectáculos digitales). Con perdón ¡Me importa una mierda lo que puedan decir!... Y no sólo es nostalgia, créan... lo que me hace tener a Alas En La Noche en un lugar privilegiado cerca de mi corazoncito. Ni tan siquiera es de las mejores actuaciones de Warner (aunque sí ejerce, al fín, de co-protagonista), pero para serles sincero éste film es una pequeña maravilla con espíritu de Serie-B de los 50. Además de reflejar el mejor "cine de videoclub" que tan bien realizaban los americanos hacia finales de los 70-principios de los 80. Una más que agradable moster movie con tintes ecologistas. LA TRAMA: cientos de murciélagos salen de su caverna nocturna para atacar a las personas y animales que se encuentren por su camino. En pleno desierto de Arizona un especialista en darles caza (Warner), un chico indio y su novia, tienen la dificil papeleta de encontrar la guarida en la que se ocultan los bichos alados y hacerles frente. Sorprende que fuese Arthur Hiller, director de Love Story (1970) y ¡Autor! ¡Autor! ¡Autor! (1982), el elegido para rodar esta película fantástica (en todos los sentidos) en la que una amenaza de la naturaleza es desatada por la maldición de un brujo. VHS a reivindicar.

miércoles, 15 de junio de 2011

CICLO "CHUTES DE CINE": MORFIY (MORPHINE, 2008) de Aleksei Balabanov

Es una bendición descubrir películas como esta. Del director ruso Aleksei Balabanov ya hemos hablado con motivo de "Brat". Y seguiremos hablando. Su trabajo fílmico puede ser cualquier cosa menos convencional, de ahí el agrado que sentimos en AtumbaAbierta hacia esta clase de personajes. Como no podría ser de otra manera viniendo del nuevo guru del cine moderno ruso Morfina es una historia de yonkis atípica. Empieza por llevar a su terreno una história homónima de Mijaíl Bulgákov, dramaturgo y escritor ruso que cuando siendo médico rural (Balabanov sitúa la historia en un pequeño pueblo de Siberia) se vuelve adicto a la droga tras prescribirse una dósis. Son los tiempos de la inminente revolución rusa (intencionadamente el director omite mostrar la guerra explícitamente, pero su talento le lleva a que sintamos su negra presencia en cada escena, en cada línea de diálogo) y a su vez diríase que son los primeros pasos del ejercicio de la medicina moderna. Balabanov reconstruye de manera admirable y muestra con rigor y crudeza los horrores y penurias de tan sufrido periodo histórico. Sorprendentemente la película sabe captar el espíritu del gran cine clásico (está rodado en frio blanco y negro, y se presenta en varios actos en lo que es un claro homenage a las primeras películas mudas) y es muy literaria, digamos que hará las delícias de los amantes de los grandes escritores rusos ( Dostoievski en particular) y de sus dramas históricos. Un cine que evoca tiempos mejores (es otra historia distinta a la magnífica "La cinta Blanca" de Haneke, pero cine-mensage igual de ejemplar en cierto sentido). Metáfora fantasmagorica de sucesos más que actuales (el duro final de la cinta -magistral y que no pienso desvelar por educación- no es más que el inicio de otra terrible pesadilla). Asistimos a la historia de un joven médico que se va sumergiendo en el abismo de la droga al mismo tiempo que el país se desestaviliza también. Una película vigorosa e impactante. Un film que impactará e incomodará a más de uno, y que demuestra que Aleksei Balabanov ya es uno de los grandes del cine moderno. Para el que suscribe estamos ante una grandísima película, sino una obra maestra. (¡¡Y con excelentes escenas de desnudo, algo tan jodidamente difícil de encontrar hoy día!!)

domingo, 12 de junio de 2011

MARILYN CHAMBERS. La vecina de al lado

La tristemente fallecida Marilyn Chambers (1952-2009), nacida Marilyn Briggs (cualquiera hubiese jurado que ese no era su verdadero nombre), es una de las indiscutibles porno star de todos los tiempos. Top-10. Una de las felatrices que más morbo daba delante de una cámara, una gacela que amoldaba su ejercitado cuerpo a las exigencias de sus compañeros de escena. Mujer de cuerpo rumboso, con un físico de cheerleader adicta a la marihuana y la cerveza, absolutamente divino. Antes de ser inmortalizada en aquel clásico psicotrópico del cine hardcore, "Tras la puerta verde" (1973), bajo la atenta mirada de los Mitchell Bross, la Marilyn había participado en films "para todos los públicos" como La Gatita y el Buho (71) o Together (72) amén de ser la chica anuncio del jabón para niños Ivory Snow. De ahí al infinito. No más de 20 referencias triple X la encumbran como nombre clave del cine para adultos hippioso de los 70. Icono reforzado en posteriores films ("La insurrección de Eva", "Inside Marilyn Chambers") y por sus frecuentes apariciones en incendiarios shows en vivo y en directo en el O'Farrell Theatre de San Francisco (propiedad de los Mitchell) o sus flirteos con la soplona música disco (editó un single de pop pastelero en 1977). Pero sería su papel protagonista en una b-movie terrorífica de ciencia ficción que pudo ver todo el mundo ("Rabia"de David Cronenberg, 1977), lo que daría mucho que hablar. (Algún día habría que contar la historia de como M.Chambers acabó interpretando un film como Rabia. Uno de los primeros delirios quirúrgico-misóginos del polémico y genial director canadiense.). No es corriente que una actriz porno famosa pase del cine para adultos al cine comercial tan facilmente (digamos que es un tema "tabu". Demasiados peros, y si no que se lo pregunten a Traci Lords), y mucho menos que retornara al cine X, contando 46 años, tras más de 14 años alejada de él (en 1991 tuvo su primer hijo). Y es que la Chambers se atrevía con cualquier cosa (fue de las primeras en ponerse un pearcing en el clítoris). Que nadie se pierda las dos partes de FUROR INSACIABLE (1980-1984), auténticas bombas libidinosas donde daba lecciones de sodomía, lesbianismo, mamadas y sadomaso light. En este film de Godfrey Daniels la perpérita diosa del porno psicodélico nos ofrece su mejor demostración sexual (engatillada analmente por Mr Holmes, eyaculación en la boca, el famoso polvo en la mesa de billar, el histórico duelo lésbico pasado por agua con la gatuna Serena...). No nos equivoquémos. Estamos hablando de otra manera diferente de entender el cine porno (cuando ni siquiera existía el star-system), donde actrices que bien podrían pasar por la vecinita mamá de al lado de tu casa incendiaban con sabiduría prehistórica películas porno realizadas en la decada de los 70 y principios de los 80. Olvidarlas sería un sacrilégio. Y Marilyn Chambers será recordada como una de las más luminosas abuelitas de aquel cine tan caliente... Las que lo empezaron todo.

miércoles, 8 de junio de 2011

UN ÚLTIMO ADIÓS (OBITUARIO RESESO A TUMBA ABIERTA)

En la muerte de Michael Sarraziam (1940-2011). Semidesconocido actor canadiense que algunos recordarán por aquel prodigioso éxito de crítica y público que fue "¡Danzad, Danzad, Malditos!"(1969) de Sidney Pollack. En tan sobresaliente film interpretaba a un participante de un maratón de baile que aspiraba a grandes premios, haciendo pareja con la bella Jaen Fonda, y que le sirvió al director de Tootsie para radiografiar ferozmente los EE.UU. de la Gran Drepresión. Pero no sería este el único título (que sí el más meritorio) de su escasa filmografía. Personalmente guardo un imborrable recuerdo de aquella maravilla de comedia sobre-ruedas que fue LOCOS AL VOLANTE (The Gumball Rally, 1976). Film pionero de las alocadas y divertidas películas de persocuciones y carreras ilegales que pondrían de moda films como "Los Caraduras (1977)", "Locos de Cannomball" y similares torpezas. La pelí interpretada por Sarraziam es la mejor de todas con diferencia. Un disparate racer exploitation de principio a fin. Qué mejor que un penúltimo visionado a esta delicia de film, para despedirle y recordarle como se merece. Muere Gil Scott-Heron, pionero de la cultura hip-hip en los setenta. Aunque nació en Chicago, creció y falleció en el Bronx, New York (1949-2011), donde bebería de las fuentes del blues y de la literatura para hacerse un nombre en la música y círculos underground de la ciudad. Nunca fue mediático. Sus expresiones políticas y sus provocativos mensajes recitados en versos minimalistas con los que atacaba el entorno, le valdrían el sobrenombre de "padrino del rap". Y si bien es cierto que en este fanzine no sentímos una verdadera predilección por los sonídos raperos, sí sabémos reconocer y agradecer la primitiva labor de rebeldes macarras que como Scott-Heron -o similares personajes como Lee Perry- marcaron con su actitud un antes y un después. Qué mejor que hacerle caso al afamado Chuck D (Public Enemy), que tras enterarse de su muerte afirmó: "hacemos lo que hacemos y cómo lo hacemos debidi a tí". Mejor epitáfio imposible amigo Gil. Otro looser de vida desenfrenada al que pasó factura su dura adicción a la cocaína (como al arriba proto-rapero). El actor neoyorkino puso "jeta" al compañero de Travolta en Grease (1978). El papel principal de Danny Zuko sería para John y a Conaway se le encomendó el del macarra Kenickie, su mejor amigo. Pero lo que pocos saben es que fue Jeff Conaway (1950-2011) quien dió vida al rocker principal de Grease en el musical original de Broadway (1972). Dueño de una actitud y un look muy rockero del que nunca se desprendería (ni en la pantalla ni en si vida privada) gozaría de alguna que otra oportunidad en series de TV (Hotel, Kojak, Taxi, Mike Hammer...) y en algún que otro film menor ("Ha llegado el aguila", John Sturges), pero el papel por el que todo el mundo habría de recordarle frue sin duda el del chulo Kenickie. Estubo casado, curiosamente, con Rona Newton-John -hermana de Olivia, coprotagonista de Grease- en los 80, época en la que intervino en una cinta de culto sólo reservada a curiosos e incondicionales de la serie B fantastique: ELVIRA (Elvira, Mistred of the Dark) dirigida por James Signorelli en 1988. Un subproducto inconcebible fuera de las esferas norteamericanas, posible grácias a la persona de Cassandra Peterson, más conocida por Elvira (Tv, Cómics, Shows...), su exuberante protagonista. Un pequeño mito más que recomendable...

lunes, 6 de junio de 2011

THE SHANE MacGOWAN STORY. ¡¡¡Dios santo!!!

Como bien dice Nick Cave en un momento del documental: No somos quién de juzgar la vida de nadie. Cada persona elige cómo vivir su vida, y la de Shane, créanme, ha sido, y por increíble que parezca después de ver este impresionante film, todavía lo sigue siendo, una autentica locura. Quien desconozca la belleza compositiva y narrativa de sus canciones para The Pogues encontrará en este documental una oportunidad única de descubrir el sonido de una de las bandas claves de la historia del rock. Nadie había hecho lo que los Pogues antes. Irlandeses en la corte del imperio británico, conquistando el mundo con su propuesta de viejo folk celta acelerado a lo punk. Pero no es este un film sobre el grupo The Pogues, propiamente dicho. Lo és sobre su cantante Shane MacGowan. A lo largo de este imprescindible documenteal asistimos al auge, caída y deambular existencial de un poeta en toda regla. También lo sufrimos: por la incoherencia de muchas de sus declaraciones y su deslucido estado catatónico, producto de una alcoholemia y drogodependencia que sólo Dios sabe como la soporta. La verdad, no me esperaba un documental tan cojonudo. Está lleno de anécdotas a lo Spinal Tap (las "groopies" cincuentonas que lo acorralan en un pub; como le "roba" la novia a Johnny Depp en un etílico videoclip ochentero de esos que sonrojan...) y aparecen amigos, familiares, novias y músicos hablando y contándonos anécdotas sobre nuestro desdentado personaje (la anécdota de Elvis Costello que le "birla" a la bajista de la banda -para casarse con élla- tras producirles su segundo Lp; o conocer como Joe Strummer de los Clash le sustituyó durante un tiempo cuando largaron a Shane de la banda; comentando su expulsión del colegio inglés por fumar hierba a los ¡11 años! ...). En fin, un documental que todo aficionado al rock'n'roll, fuese cual fuese su credo, debería visionar al menos una vez en la vida. La obra y arte de otra estrella estrellada. Una de esas historias que muestran el lado más salvaje del negocio, y una de esas historias que además de entretener y gustar... ponen los pelos de punta. Un milagro, y una suerte, que Shane MacGowan siga entre nosotros. Mis respetos, pirado genio.

viernes, 3 de junio de 2011

JOHNNY WINTER: EL COLOR NO IMPORTA

Johnny es albino. En una era en la que todo el mundo quiere parecerse a los demás, esto podría parecer una bendición. Pero es de suponer que no debió de tenerlo fácil. No es que se metiese a músico de blues por eso. Pero el hecho de ser "diferente" debió de haber sembrado en sí sensaciones muy intensas. Y el blues trata de eso, de sensaciones (sobre todo). Y Johnny Winter demostró que el blues, la música en general, no entiende de colores de piel. Su mensaje es el mismo que mandaron los grandes músicos negros: tocar y cantar con el alma, más allá de lo tecnicamente bueno que uno pueda llegar a ser. Y está claro que el texano consiguió ser una leyenda viva del blues, y más tarde del rock (lastrada en parte por su dilatada adicción a la heroína), desde que a los 11 años cambiara las clases de clarinete por las de guitarra (previo paso por el ukelele de su padre). B.B. King, al que deslumbró en una de sus primeras actuaciones cuando tenía 14 años, Muddy Watters, a quien produjo sus ultimos 3 elepés de su carrera, o Albert Collins, con quien colaboró en los 80, pueden dar buena fe de ello. Además están sus primeros discos como prueba de su enorme talento: la pureza de un Lp como "Johnny Winter"(69), un disco de raíces con alma que contiene maravillosas canciones como Good Morning Little School Girl o I'm yours and I'm hers, o el inmenso trabajo "Johnny Winter And"(70) están para demostrarlo. Este último rebosa lecciones de blues negro por los cuatro costados. Un bluesman en su momento de mayor explendor. Acompañado por grandes músicos como el guitarrista Rick Derringer que firma el hit Rock And Roll Hoochie Koo, una de sus mejores y más reivindicativas piezas. Un disco repleto de canciones reales. Desde la poderosa entrada blusera de Guess I'll Go Away, pasando por los surcos más rockeros de Look Up o Nothing Left (con evidentes reminiscencias a Hendrix) hasta la balada de turno, Let The Music Play, composiciones donde Winter enseña el camino/sonido a seguir a futuros bluesman blancos que irrumpirían en los 70. Un blues de nuevo cuño. Un blues agrietadamente electrizado, del que Jimmy Thackery, Steve Ray Vaughan y tantos otros blanquitos tomarían buena nota.
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