martes, 23 de diciembre de 2014

CIENCIA FICCIÓN: PREDESTINATION (2014). Cronocrimenes desde las antípodas


Producción australiana ambientada en el fascinante mundillo de los viajes en el tiempo y las consabidas y complejas paradojas que esta clase de relatos encierra. Decir, que PREDESTINATION (Peter y Michael Spierig, 2014) no alcanza la categoría de 12 Monos (Terry Gilliam, 1995), por citar una de las cumbres del género, pero sin duda supera con creces propuestas de índole similar lanzadas a bombo y platillo como pudieran ser Minority Report (2002) en su momento, o Looper (2012) más recientemente. Por eso es de agradecer el esfuerzo de los hermanos Spierig por brindarnos esta nueva y eficaz vuelta de tuerca espacio-temporal tan notable como modesta.
Los que en su día celebramos con entusiasmo una "broma de culto" como Los Cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007) entenderán el magnetismo, o el sinsentido, que esta clase de artefactos provoca en el tumbero ortodoxo. Estamos pues ante una película menor altamente recomendable. Un rompecabezas futurista en clave de serie B, basado en un relato corto del escritor de ciencia ficción Robert A. Heinlein (Forastero en tierra extraña, Amos de títeres, Puerta al verano...) y protagonizado por el mejor Ethan Hawke posible (Gattaca). Dicho sea de paso, la máquina del tiempo imaginada por H.G. Wells está camuflada aquí en el interior de un estuche de violín... ¿Se puede ser más romántico?


jueves, 18 de diciembre de 2014

MUSICALIA: Un biopic al uso (GET ON UP. The James Brown Story) y otro que no lo es (GREETINGS FOR Tim BUCKLEY)

Mientras contamos los días que restan para el incipiente estreno de "Love&Mercy" -el deseado y terapéutico biopic sobre Brian Wilson, uno de los más grandes artistas que ha dado la música contemporánea (llámese Pop o Rock) y al que dará vida en pantalla el figura de John Cusack interpretando al ex-lider de los Beach Boys en edad adulta (entre uno de sus muchos y jugosos alicientes)-  les proponemos un par de aperitivos musicalizados para ir abriendo el apetito. Una doble sesión de cine rock con dos títulos muy distintos entre sí, en todos los aspectos. Uno es un biopic al uso, mejor o peor, pero al uso, como acostumbran a hacerlos en Hollywood, ya saben, a lo grande, políticamente correcto, multigenérico (en el que podrás reir, llorar, cantar, bailar y disfrutar comiendo palomitas) y comercial, muy comercial, sin reparar en gastos de ningún tipo, apelando al típico guión en el que se fríen penurias y triunfos de una de las muchas y alabadas estrellas musicales de las que gozan en el país de los sueños, en este caso, un compatriota y pionero de la música Funk. El otro es un film independiente de bajo presupuesto, un relato freudiano, intimo y retrospectivo sobre un cantautor folk 'de culto', uno de tantos outsiders olvidados y  muertos, y el hijo de éste, abandonado vástago al que jamás conoció (que fuera del guión llegaría a convertirse en estrella fugaz del indi rock), y que para desgracia de la música, también abandonó este mundo prematuramente. Una película que dificilmente se estrenará en salas de cine. Así que suban el volumen de su pantalla o televisor y disfruten de la oferta cinemusical tumbera de la semana.


I FEEL GOOD (GET ON UP. The James Brown Story) D.: Tate Taylor. 2014. USA

Que se puede decir del Reverendo del Funk que no se haya dicho ya. Todos conocen la historia del florecimiento, ascensión y caída del arcangel negro. Sus contorsiones, espasmos y alaridos salvajes son leyenda de la música soul. El manido "sexo, droga y rock'n'roll" cobra aquí su máxima expresión. Todo lo que pueda aportar la película que no sepamos ya de Mr. Sex Machine se quedará corto. Con todo, prepárense para una sobredosis de música celestial, un sermón de ego, salmos desafiantes y actitud chulesca dificil de olvidar.
Como postre repasen el exquisito documental "The Night James Brown Saved Boston" (2008) y pongan colofón a la mejor de las tardes posibles.


GREETINGS FOR TIM BUCKLEY (Daniel Algrant, 2012) USA.

Toda liberación, artística o personal del hijo (Jeff), pasa por acabar con la figura del padre (Tim). Aunque no todo es tan simple para este chico tímido, melancólico y solitario que, perdido, busca su camino. En el amor y la música (verdaderos) semeja encontrarlo; me llueve que todo es más sencillo si tienes genes Buckley corriendo por tu cuerpo. En esta historia no todo es lo que pasó, pero es lo que en verdad pudo pasar. Esta no es una película folkie de los Coen. Es mucho más sencilla. Y encima, no se nutre de caricaturas, son músicos reales,.conocidos de unos pocos, personajes de verdad, artistas talentosos que hemos perdido. Asumido este hecho, unos verán la película de una manera y otros la verán de otra. En cuanto a calidad artistica, la película no pasará a la historia, cierto, sus carencias son evidentes, pero el sentimentalismo de un servidor no entiende de críticas en estos casos y hace que el valor de la misma se duplique.
Recomiendo al respetable completar el menú con el documental que rula por eMule sobre Jeff Buckley, que la BBC lanzó en 2002, y entiendan la devoción que sentimos en esta casa por el músico y compositor de esa obra maestra titulada "Grace".

domingo, 14 de diciembre de 2014

CUIDADO CON MR. BAKER. Un documental a la altura de la leyenda.


¡¡IM-PRE-SIO-NAN-TE!!... El documental rock de las navidades pasadas, presentes y futuras. La leyenda de Mr. Baker es la clase de porquería que necesitas regalarte, sin más. Lo tiene todo. Si creías que John 'Bonzo' Bonham fue el primero en poner de moda los solos de batería, que Keith Moon fue el más loco de todos los baterías locos, o que el estilo de Mitch Mitchell cambió la manera de pegarle al bombo y al platillo...estás muy equivocado. Espera a conocer las 7 vidas del jodido GINGER BAKER (Cream, Blind Faith) y verás. Su presencia en este mundo desafía toda lógica inimaginable. Podría decirse que el Rock sobrevivió a Mr. Baker y no al revés. La historia está llena de grandes hijoputas irresistibles, imperfectos y brillantes y este diablo está en lo más alto del escalafón, para lo bueno y para lo malo. Las voces autorizadas que salen en el film (Baker propinó un bastonazo en la nariz al periodista y director del documental cuando supo que éste incluiría el testimonio de otras personas en lo que él había considerado "su película") que sufrieron en sus carnes el haberse cruzado en el camino de semejante killer afirman sin pelos en la lengua que tal vez estemos ante el batería más importante del siglo XX (tanto del jazz como del rock'n'roll) pero, que como ser humano, deja bastante que desear. Vamos, que el tío este deja a su paso un reguero de odio, rencillas, calamidades, ruina y mal fario y que si se muere mañana se lo tendría merecido el muy cabrón. Le precede una intachable reputación de drogadicto incurable (preferiblemente heroína y en cantidades industriales), antisocial destructivo, psicópata y peligroso (huyen de su presencia esposas, ex-mujeres, hijos, groupies, compañeros músicos, productores, periodistas, camellos...), un as en el arte de dilapidar fortunas (en ranchos, cría de caballos, coches, orgías y drogas...), así como en el de arruinar negocios (el Estudio de grabación que montó en Lagos, Nigeria, (sic) y acabó 'regalando' a la mafia del país!!), amistades (Clapton, Jack Bruce, Fela Kuti...), matrimonios (dejó a su familia literalmente en la calle), carrera, trabajo ... ¡¡Y sin arrepentirse de nada!! Lo dice el menda al que deportaron de los Estados Unidos por insultos y calumnias a sus ciudadanos, salió por patas de Nigeria, Italia y Sudáfrica y es persona non grata en su propio país de nacimiento, Inglaterra, y en cualquier lugar del planeta en el que intente poner su tienda de campaña. Eso sí, a Ginger Baker no hay ritmo que se le resista. Está demostrado. Sus duelos con renombrados baterías de jazz (en lo más parecido a un combate de boxeo logró medirse 'mano a mano' con cuatro de esas leyendas y salir airoso), su visionario estilo y su influencia en el devenir del rock and roll moderno están fuera de toda discusión. Como dice el cartel apostado a la entrada de su casa: ¡Cuidado con el Señor Baker!, forastero.





martes, 9 de diciembre de 2014

DOSSIER: ROGER CORMAN Y SU FACTORÍA DE TALENTOS ( I ).




¿Qué tienen en común figuras de relumbrón del cine USA como pueden ser Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, James Cameron o Jonathan Demme? Pues tienen en común un hecho tan chocante como notorio: el arrancar sus carreras cinematográficas a las órdenes del incuestionable rey de la serie B, Mr. Roger Corman. Vamos, que por el taller para principiantes montado por este cinemaníaco caballero de olfato perruno pasaron en su día un generoso número de noveles artesanos, guionistas y jóvenes actores destinados a ocupar un lugar privilegiado en la historia del cine norteamericano, en el cine que más nos gusta. Una factoría de talentos al margen del Sistema, una nueva generación de cineastas y profesionales, educados en la contracultura de los años sesenta, que acabarían licenciados en la Universidad Corman aprendiendo el  gran negocio del circo con el Maestro (léase: preproducción, montaje, iluminación, composición, ritmo, publicidad, distribución, dirección, movimientos de "travelling", etc., etc., etc.).
Con este humilde dossier de ultratumba queremos repasar la lista de directores de primera fila (y otros tantos "de segunda" que dejaremos para una entrega posterior) apadrinados por nuestro 'proscrito' favorito. Expandirse más, sería recordar que Corman dirigió el primer guión de Robert Towne, produjo además tres guiones originales de Jack Nicholson (que apareció en el reparto de ocho de sus películas) antes de que Hollywood le descubriera en "Easy Rider", dejó que el 'lunático' de Dennis Hopper se foguease como segundo realizador en "The Trip".... y, puestos a seguir, diera crédito a un puñado de DESCONOCIDOS actores que pronto alcanzarían un peso específico en el devenir del cine estadounidense de la época, tan del gusto de esta casa, como Peter Fonda, el potro Stallone, Kun-Fu Carradine o Bill Paxton. Pero eso es otra historia...


- LOS HIJOS MÁS AVENTAJADOS DE LA FACTORÍA CORMAN:


  1. Francis Ford COPPOLA. Él y Monte Hellman son, cronológicamente hablando, los luego directores de prestigio que primero trabajaron para Corman (si bien al segundo todavía existe quien le discute la calidad de su trabajo). El papá de Sofia llevó a cabo una labor a las órdenes del abuelete productor de lo más diversificada. El primer sueldo se lo ganó remontando el film de ciencia ficción soviético Nevo zovyot (1959), de Mikhail Karzhukov y Aleksandr Kozyr, insertando y rodando escenas adicionales para su estreno en los EE.UU. Firmó bajo el seudónimo de "Thomas Colchart" dicha película que Corman rebautizó con el título de Battle Beyond the Sun, participando más adelante como ayudante de dirección (o técnico de sonido) en los caóticos rodajes a tumba abierta que Corman improvisó de manera sublime sobre los consabidos textos de Alan Poe y otros placeres de cosecha propia (Wild Races, The Tower ofl London, The Obsesión...). El curtido Coppola realizaría su ópera prima con el productor en 1963, tras mucho convencerle, aprovechando el éxito de Psicosis filmó la exploitation DEMENTIA 13. Así, a machetazos, se abriría paso en la historia del cine el futuro autor del Padrino.
  2. Martin SCORSESE. El neoyorquino trabajaría una sola vez con Corman. Bonnie and Clyde era el film de moda y Corman no tardó en realizar Mamá sangrienta para sacar partido al filón del cine policíaco retro que iniciara la péli de Arthur Penn. Le daría 6000.000 dólares de dichas ganancias al joven Scorsese, que venía de rodar dos films independientes que gustaron a crítica y mecenas (Who's That Knocking at My Door y Street Scenes), para que hiciese una película en la mísma línea. El resultado fue BOXCAR BERTHA (1972), y la historia del montaje, distribución y peripecias miles del rodaje del film necesitarían un reportaje especial, que por falta de espacio, desechamos. ¿Una activista de la América de la Depresión abocada a la delincuencia a partir de una historia real documentada en un libro, Sister of the Road, que parece ser jamás existió? Todo tan extraño y problemático como para que en círculos cinéfilos, incluido el del propio Martin, se avergüencen de élla. No así para este fanzine cochambroso, que la tiene en un altar.
  3. MONTE HELLMAN. El futuro firmante de esa obra maestra que fue Carretera asfaltada en dos direcciones (1971) y el genio de la serie B se hicieron amigos conversando sobre Nietzsche (sic) mientras paseaban en coche por la soleada coste californiana. Corman le produjo a Hellman su primer largo, Beast from Haunted Cave (1959), una monster movie que dio paso a una colaboración en dos reputados y desmesurados westerns, A Través del huracán (Ride in the Whirlwind, 1965) y El Tiroteo (The Shooting, 1966), y posteriormente a producir entre ambos el relato de culto sobre peleas de gallos Cockfighter (1974). Tan bien aprendió Hellman las lecciones del maestro, que luego sería uno de los productores de la ópera prima de Tarantino, Reservoir Dogs. Y luego dicen que estudiar con los mejores no da sus frutos. Por cierto, Hellman puso el doble de pasta que hubiese puesto Corman, faltaría menos.
  4. PETER BOGDANOVICH. El director de La última película (1971) tuvo que hacer diversos trabajillos para Corman antes de que este le produjera su primer largometraje, EL HÉROE ANDA SUELTO (Targets, 1968). Así, el que acabaría siendo uno de los realizadores más respetados del cine norteamericano de los setenta, vampirizó sci-fi soviéticas como hiciera Coppola, firmó bajo seudónimos, contrató un puñado de mozas drogatas que se paseaban por la playa de Carrillo disfrazadas de sirenitas y con conchas marinas tapándoles los pechos (para el film Voyage to the Prehistoric Planet (1965) que terminaría interpretando la recauchutada Mamie Van Doren), y quien sabe qué disparates más. Más de diez años después de darle el papel de su vida a Boris Karlof en Targets, y coincidiendo con un momento económicamente  malo de su carrera, Bogdanovich recibiría de nuevo el apoyo de Corman a la hora de financiar otra buena película: Saint Jack, el rey de Singapur (Saint Jack, 1979), film que cuenta con un Ben Gazzara ebrio y en estado de gracia. Como lo oyen.
  5. JONATHAN  DEMME. El notable firmante de Algo salvaje (Something wild, 1986), El silencio de los corderos (1991) y fastuosos documentales rock a mayor gloria de Neil Young o Talking Heads, debutaría como guionista escribiendo los libretos de varias películas producidas por nuestro famoso padrino. Bien fuesen samuráis motorizados (Angels hard as they come, 1971), revoluciones femeninas en selvas tropicales (The Hot Box, 1972) o blaxploitations afro-caucásicas protagonizadas por Pam Grier (Black Mama, White Mama; 1973) los guiones de Demme se especializaron en el popular subgénero de las "cárceles de mujeres". No es de extrañar que su debut se titulara LA CARCEL CALIENTE (Caged Heat, 1974) y rebosase de hembras en pie de guerra, morbo y mucha violencia. Vamos, lo que nos gusta a los bruttos tumberos.
  6. Joe  DANTE. De todos los cineastas de renombre citados hasta el momento que iniciaron sus profesiones bajo el paraguas financiero de Corman, parece ser que el director de Los Gremlins (1984), Aullidos (1981), Matinee (1993), Exploradores (1985) y demás entretenidas aventuras "para toda la familia", es el que más en serio se ha tomado las enseñanzas del maestro de la serie B. No hay más que echar un vistazo al conjunto de su obra y el cariz que ha tomado su carrera y, encima, conocer la reciente intención de Joe Dante, quien ha anunciado el proyecto de dirigir un biopic sobre Roger Corman, para entender el respeto y la admiración que le profesa. Supervisor de diálogos en la enésima coproducción cormaniana Manila, Fly Me (1973), codirigió con Allan Arkush (otro hijo bastardo de la Factoría del que tenéis sobrada información en anteriores páginas de este fanzine y que tendrá su sitio en  la segunda entrega de este dossier) Hollywood Boulevard (1975) para a continuación rodar un film que a estas alturas ya no necesita presentación alguna: PIRAÑA (Piranha, 1978), el insigne exploit de culto surgido a la sombra de la exitosa Tiburón (Jaws, 1975). La cinta primeriza de Dante no solo otorgó pingües beneficios a la empresa Corman sino que a día de hoy continua generando réditos, buenas críticas, nuevos adeptos y se ruedan remakes inferiores al original. El Hollywood de hoy le ha convertido en un "renegado", en otro "proscrito" y desaprovechado director pasado de moda... ¿Les suena de algo?
  7. John  SAYLES. Descubrí a este genial narrador de pequeñas grandes historias con el film Lone Star (1996). Quería más. A esta le siguieron las excelentes Honeydripper, Passion Fish, Matewan, Hombres Marcados..., y ya no paré. Entiendo que para muchos espectadores el que Sayles ruede sencillas historias sobre gente corriente, a años luz del 'cine comercial' que devora las salas, películas humildes pero combativas, que denuncian una forma de ser, de vivir y sentir la vida (y el cine al fin y al cabo), les acaben resultando poco atractivas o aburridas. Sayles no está por el "espectáculo gratuito". Así le va. Ser un autor independiente, valiente y sin "ambiciones" tiene su precio. Descubrir que este espigado outsider arrancó su trabada andadura, en este duro mundillo al que llamamos Cine, de la mano de Corman escribiendo para su productora los guiones de Piraña, La dama de rojo (The Lady in Red, 1979) y Los 7 magníficos del espacio (Battle beyond the stars, 1980), resulta de lo más llamativo, cuando menos para sus fans más despistados. Para nosotros, es un dato que aclara muchas cosas.
  8. James  CAMERON. De todos los hijos de Corman que salen/saldrán en este dossier Cameron es el que más se aleja de las doctrinas del cine de la factoría Corman. Decir que el guionista y realizador de Avatar, Titanic y otras monstruosidades millonarias está en las antípodas del ideal corman es quedarse corto. Lo único que parece haber aprendido bajo la batuta del maestro, temporada en la que desempeño funciones diferentes a las que pronto cimentarían su fama (decorador de escenarios en La Galaxia del terror; director artistico y creador de efectos especiales en Los 7 magníficos del espacio y poco más), es a ganar -y tirar- el dinero, a amasar fortuna sin tener en cuenta nada más. Se nota que faltó a muchas clases el amigo Cameron. Corman afirmaría que él hubiese sido capaz de hacer la superproducción Avatar con tan solo 3 millones de dólares y se hubiese ahorrado los 234 millones restantes que se gastó el director de Terminator. ¿Díganme ustedes quién es el genio aquí?
  9. Ron HOWARD. Otro que empezó muy bien y acabó sucumbiendo a la fama y a los delirios de Hollywood. Si comparan el último film de Howard "El Pato" (permítanme esta guasa), la reciente y automovilística Rush (ídem, 2013), con su debut como realizador apadrinado por Corman, en el cual además también asumía el papel protagonista: la disparatada comedia cannonballrolesca Grand Theft Auto (1977) entenderán porqué se fue al garete la factoría. Aquella divertida película no era más que el reverso barato de su más reciente largometraje. Podemos afirmar que estamos ante un claro ejemplo de talento agotado, de un despilfarro inútil de tiempo y dinero, de pérdida de interés, de egos desmedidos...  El cine era y sigue siendo el sustento de muchos de aquellos jóvenes cineastas que se iniciaron en la profesión al amparo, tal vez manipulados, pero a la vez protegidos, de un visionario que quería cambiar la manera de hacer, ver y entender el cine, de hacerles creer a todos que se podían cambiar las reglas. Cabría preguntarles a señores como Howard o Cameron qué fue de todo aquel amor y pasión que sintieron el primer día que entraron a trabajar para Corman... Si en algún momento son conscientes de su traición.                                                                                                                           
    Joe Dante

martes, 2 de diciembre de 2014

SERIES TV.: PENNY DREADFUL (1ª temporada)


Impaciente de mí tardé algunos capítulos en cogerle el gustillo... pero finalmente cedí y acabé poseído. Estamos ante un híbrido, refugiado en los límites del cine clásico, que mezcla terror sobrenatural, relato policíaco decimonónico y melodrama de época. Una historia a la manera de Alan Moore y su "Liga de los hombres extraordinarios", honesta y nada truculenta, trufada de misterios, ambientes sórdidos, literatura gótica explotation y abracadabras de Gran Guignol. Terror y romanticismo libres de todo mal copulan en un dramático uni(re)verso victoriano plagado de referencias (Mary W. Shelley, Bram Stoker, Oscar Wilde..) y geografías comunes al bestiario de nuestras vidas, al imaginario colectivo de todo amante al género. Suerte no ser el padre de esta criatura, de este bendito e increíble despropósito de serie. Piénsenlo. Un guión por el que bullen pistoleros del Oeste, poderosas médium, Hombres Lobo destripadores, seductoras vampiras albinas, exploradores aristócratas, maldiciones del egipto faraónico, guaperas Dorian Grays, monstruos de Frankenstein, Van Helsings de relumbrón (el legendario tumbero David Warner dando vida al estacador más famoso del siglo XIX), posesiones demoníacas, prostitutas tuberculosas, misteriosos mayordomos africanos de rostro tatuado... todos perpetrando sus fechorías, atrocidades y (des)propósitos de la manera más sangrienta, poética y atractiva posible. La empresa no es moco de pavo. Cada capítulo es un lento tour de force por ensamblar cada pieza del puzzle de manera que el experimento diabólico cuaje.


 Los 8 episodios de la primera temporada de PENNY DREADFUL (John Logan, USA. 2014) han dejado nuestras entrañas al descubierto. El perturbador erotismo de Eva Green (Vanessa Ives) levanta pasiones hammernianas. Queremos más corsés. Más jirones de niebla. Más tugurios y antros. Más fumaderos de opio. Más cadáveres, autopsias, cuerpos mutilados, cartas del Tarot, navíos anclados en el Támesis, colmillos, candelabros y demás horrores del granguiñolesco teatro londinense.
Suerte al guionista también.
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