miércoles, 29 de abril de 2015

EL RINCÓN DEL PINCHADISCOS: "NO LUNCH" (D-GENERATION, 1996)


Calentando motores para la cuenta atrás. El Azkena Rock Festival 2015 (19-20 Junio) promete ser demoledor. Al fastuoso cartel programado nos remitimos. A los abanderados JD McPherson, Reigning Sound, L7, Television (tocarán integro el 'Marquee moon') o ZZ Top se les ha sumado a última hora D-GENERATION. Ya no hay escusa posible. Los neoyorquinos defecaron en 1996 uno de los discos piramidales del rock, No Lunch. Huelga decir que rompió moldes y provocó habladurías miles pero solo a día de hoy perdura su eco entre las reducidas huestes tumberas. Han transcurrido casi veinte años y el trabajo de Jesse Malin y los suyos todavía retumba inmaculado en mi technics. A un servidor le pintan canas, le pesa el escroto y va camino de ser un recuerdo de lo que fue (o pudo haber sido). Al sonido de este disco le pasa lo contrario, todavía rezuma vitalidad y frescura. Pocos grupos han sido capaces de ensamblar punk rock, garaje y glam una vez cerrado y demolido el CBGB como lo harían estos cretinos (se anticiparía al Apocalypse dudes de Turbonegro en al menos dos años). No es de extrañar que fueran el ojito derecho de Joey Ramone, el legendario cantante zancudo apostó por éllos desde el primer momento en el que los vio sobre las tablas. Creo recordar una entrevista en la que Joey afirmó algo así como "..si hay una banda actual de la que me gustaría formar parte, sin duda es D-Generation. Pero ya tienen cantante... Y Jesse es muy bueno." Digamos que encontraron el mejor padrino a la vuelta de la esquina. Pronto se unirían a la causa gente como Springsteen, Mike Ness, Alan Vega o Ric Ocasek (The Cars), este último, como productor. Como os debéis de imaginar el disco gusto mucho a la crítica especializada pero no vendió lo deseado y la cosa terminó como de costumbre: disolución y cada uno por su lado (Malin se reinventó como folker a lo "steve early" y continúa su aprendizaje con nuevo disco en el mercado titulado "New York before de war"). Mejor suerte corrimos los que compramos dichoso vinilo... nadie nos lo podrá arrebatar. Los afortunados degenerados que acudan en fechas a Vitoria-Gasteiz desearán sentir ese cosquilleo que uno siente en la nuca cada vez que pincha "No way out", "Not dreaming" o "Frankie" esperando que el directo no empañe un ápice la magia de unas composiciones memorables. Crucemos los dedos. Mientras tanto suba usted el volumen de su transistor y recuerde que las canciones indicadas en este 10" pulgadas son vitaminas que refuerzan y regeneran estados de salud ciertamente lamentables. Y a tomar por culo el prospecto.

miércoles, 22 de abril de 2015

RECOMENDACIONES A TUMBA ABIERTA (Cine)


Castigado y sin recreo no le queda otra a este tormentoso parlanchín que abreviar y mucho. Con tiempo hubiésemos elaborado una parrafada a la altura de las circunstancias. Lo que sin ganas nos lleva a resumir en una sola entrada una serie de recientes films que bien merecían una mayor atención y minuciosidad por nuestra parte. La cosa tiene miga. Dentro del apartado movie-rock ni más ni menos que un episódico biopic sobre nuestro voodoo child favorito, Jimi Hendrix, ambientado en la etapa londinense del lisérgico guitarrista, antes de su eclosión mundial, de cuando Chas Chandler (the Animals) y Linda Keith (por aquel entonces esposada a Keith Richards) lo paseaban por clubs de 'alterne', habitaciones de hotel, backstages y círculos musicales viciosos. Como para perdérsela, vamos.

Cambiando totalmente de genero -y estilo- nos llegan dos westerns crepusculares dignos de mención. Das finstere tal (The Dark Valley, 2014) realza de nuevo el eurowestern (está producido y rodado en ¡Austria!, e interpretado por Sam Riley el Ian Curtis de Control) y en él no salen indios pero sí dan tiros vengativos que retumban en los valles y montañas Alpinas. A este menda le gustó más que la danesa "The Salvation"(2014), desaprovechado eurowestern en el que interviene un desubicado Mads Mikkelsen y es descaradamente deudora del estilo Leone (para mal). La otra vaquerada que sí nos ha hecho felices la dirige y secunda el norteamericano Tommy Lee Jones( Los 3 entierros de Melquíades Estrada, 2005) y en ella se luce una mujer, Hilary Swank, se titula The Homesman (2014) y va sobre mulas y hombres (ejem..). Si por mí fuera le daba diez Oscars, peliculón. Y para terminar, que ya llego tarde, y habiendo resaltado en diversas ocasiones la debilidad que sentimos por el actor Michael Shannon (Take Shelter) destacamos un título suyo que se nos había pasado por alto en su momento y que calza a la perfección con muchos de los temas tumberos que más nos gustan: Años 70, asesinos en serie, la Gran Manzana, mafia... El postre se llama The Iceman (El hombre de hielo, 2012) y como podrán imaginar se basa en los violentos hechos reales acometidos por el famoso sicario sicópata neoyorquino al que da vida un enorme, en todos los sentidos, Michael Shannon. Y aquí lo dejamos. Hay más material brillante, mucho más... Anime nere (akí Calabria, 2014), Starred Up (2013), Nightcrawler (2014), Yurusarezaru mono (el remake japonés de Unforgiven, 2013)... Ojalá viviese de esto.


miércoles, 15 de abril de 2015

ADIOS A GEOFFREY LEWIS

(1935 - 2015)
Los apasionados que crecimos viendo series de televisión como Starsky y Hutch, La casa de la pradera, Equipo A, Falcon Crest, Autopista hacia el cielo, Hawai 5-0, Las chicas de oro, Se ha escrito un crimen o aquella otra reputada miniserie de terror El misterio de Salem's Lot de Tobe Hooper (por no citarlas todas) reconocerán al instante el rostro inconfundible de Geoffrey Lewis. El cienciólogo papá de Juliette Lewis no solo fue un intérprete habitual de series de TV de los años 60, 70 y 80 sino que el estajanovista actor se aseguró de estar presente en buena parte de las películas de acción, westerns, comedias, terror y lo que fuese que alquiláramos aquellos fines de semana en el videoclub del barrio. Quién no se acuerda de sus trabajos al lado de su amigo Clint Eastwood en títulos como Infierno de cobardes (1973), Bronco Billy (1980), La gran pelea (1980), Un botín de 500.000 dólares (1974), Duro de pelar (1978) o El cadillac rosa (1989). Por si esto fuera poco no hay más que echar un vistazo al resto de su carrera audiovisual para percatarse de que estamos ante uno de los más grandes y destacados actores secundarios del cine norteamericano del último cuarto de siglo. Tomen nota: La puerta del cielo de Cimino, Dillinger y El viento y el león, ambas a las órdenes del genial John Milius, La venganza de un hombre llamado caballo, El carnaval de las águilas, Al filo de la medianoche, El cortador de césped, Mi nombre es ninguno, El hombre sin rostro, Los renegados del diablo... fueron, son y serán films más que recomendables para cualquier lector de AtumbaAbierta y amante del cine de antes. Desde aquí queremos una vez más resaltar la labor de estos tipos, gente como el mismo Lewis, Jack Nance (Dune, Twin Peaks), William Sanderson (Deadwood, Blade Runner), Elisha Cook Jr. (Atraco perfecto, El halcón maltés), o en último caso un William H. Macy (Boogie Nights, Fargo) y tantos otros enormes secundarios a la sombra de actores de primera. A su manera, sin levantar polvareda, han hecho felices a muchos televidentes, de ahí nuestro eterno agradecimiento. D.E.P.

viernes, 3 de abril de 2015

LA LOCA, LOCA, HISTORIA DE LA CANNON FILMS. Regreso al videoclub.


El reciente estreno del delirante documental Electric Boongaloo: La loca historia de Cannon Films (Mark Hartley, 2014) es la escusa perfecta para que en este fandom cochambroso se vuelva a hablar de los locos 80, del boom del VHS, de cuando la serie B era Serie B y el mercado del video llenaba las estanterías de ambiciones artísticas completamente marcianas. La productora CANNON FILMS fue una de las encargadas de proporcionarnos los peores vicios y las peores/mejores virtudes de aquel cine comercial. Podían hacer películas horribles y baratas que parecían caras y películas caras que parecían de Serie Z, plagios descarados de algún éxito reciente...¡Incluso algunas podían ser buenas! Pero algo era seguro: jamás te aburrirías con una película CANNON. Vampiros del espacio, montañas rusas del terror, matanzas de sangre reseca, Justicieros urbanos, masters del universo, superhéroes, invasiones comunistas, desaparecidos en combate, ninjas, guerreros americanos, caballeros verdes (ni Connery se la cree), bárbaros hercúleos, lambadas picantonas, karatecas tailandeses, tesoros salomónicos, secuelas por un tubo...¡Hasta cine de arte y ensayo...Y musicales! Un impresionante listado de más de doscientos títulos que contribuiría al esplendor del cine de bajo presupuesto de los tan añorados/odiados años 80. Lógico pues, que la historia de la productora más loca jamás contada, su esencia, su espíritu, se hiciese tan necesaria de contar. El lanzamiento de este endiablado y placentero documental supone saldar una deuda con todos los cinemaníacos mocosos que un día hicieron novillos ("copar clase" se decía en mi barrio) para alquilar cutreces de culto como El Templo del Oro (inenarrables Chuck Norris y Lou Gossett Jr.), Invasión USA o Exterminador 2. Visionar la cinta del australiano Mark Hartley (al que conocimos con motivo de "Not quite Hollywood") es conocer de primera mano los entresijos de aquella peculiar compañía presidida por los primos más descarados y pendencieros de Israel (el apasionado y excesivo Menahem Golan y su metódico primo Yoram Globus) que tomaron Hollywood al abordaje. Un resumen de jugosas anécdotas y curiosidades, de arrebatos y extravaganzas, disputas, apuestas, humor, colorines, tracas finales, ideas y fechorías mil que estos dos judíos malandrines perpetraron impunemente para mayor gloria de la empresa que regentaban. Ni decir que ningún lector de este fanzine en su sano juicio debería perdérselo.


NUESTRAS CANNON  CANÓNICAS

- LAS  BUENAS:
El reportero de la calle 42 (Street smart; J. Schatzberg. 1987)
Lifeforce-Fuerza vital (Lifeforce, 1985. Y el resto de Tobe Hooper)
El tren del infierno (Runaway train. A. Konchalovskiy, 1985)
Los hombres duros no bailan (Tough guys don't dance. Norman Mailer, 1987)
El Borracho (Barfly, 1987. De Barbet Schroeder)
52 vive o muere (52 pick up. J. Frankenheimer, 1986)

- LAS ENTRETENIDAS:
Desaparecido en combate (Missing in action. J. Zito, 1984)
La justicia del ninja (Enter the ninja. M. Golan, 1981)
Yo soy la justicia (Death wish II. M. Winner, 1982)
Las minas del rey Salomon (King Salomon's mines. J. L. Thompson, 1985)
Yo, el halcón (Over the top. M. Golan, 1987)
Cobra, el brazo fuerte de la ley (Cobra. G. P. Cosmatos, 1986)
Cyborg (A. Pyun, 1989)
La ley de Murphy (Murphy's law. J. L. Thompson, 1986)

- PARA LOS MAS ATREVIDOS:
Masters del Universo (Masters of the Universe. G. Goddard, 1987)
The borrower (John McNaughton, 1991)
Kickboxer (David Worth, 1989)
El guerrero americano (American ninja. Sam Firstenberg, 1985)
Los Bárbaros (The barbarians. Ruggero Deodato, 1987)
Delta Force (M. Golan, 1986)
El caballero verde (Sword of the valiant. Stephen Weeks, 1984)


LOS HÉROES CANNON

- PAUL KERSEY es... ¡Charles Bronson!
 Qué haría un hombre bueno si matan a su esposa, violan a su única hija, se cepillan a la criada...¿Tú no te cabrearías?... Vale, son pelis fascistas, reaccionarias y ridículas. Pero fascinan, entretienen y molan mogollón

- JAMES BRADDOCK es... ¡Chuck Norris!
A diferencia de Rambo, Braddock sabía dar patadas de karate, descuidaba su imagen (lucía poblada barba) y por un salario mucho menor estaba dispuesto a cargarse igual número de comunistas en las selvas del Vietnam. 

- ALLAN QUATERMAIN es... ¡Richard Chamberlain!
Ya quisiera Indiana Jones tener a Sharon Stone como compañera de viaje. De pájaro espino con sotana a fanfarrón cazador blanco. Pocas veces imitar resultó tan divertido.

- JOE ARMSTRONG es... ¡Michael Dudikoff!
Por Dios, qué fue de este hombre. Guapo, joven, ojos verdes, militar amnésico, destinado en Filipinas. Su entrenamiento en artes marciales le hacía invencible, tanto que el género ninja lo inventó él. Dejó tras de sí una estela de fans muertos de risa.

- JEAN CLAUDE VAN DAMME es... ¡Él mismo!
Último descubrimiento de la Cannon. Belga bajito y musculoso que callaba porque tenía acento. Puso de moda el Kickboxing, el solarium... y en los noventa no había gimnasio culturista que no tuviese un retrato suyo.