jueves, 14 de enero de 2016

CUANDO EL CIELO VIENE A BUSCARTE

( 69 tacos)
Todavía no reacciono. Pongo música de nuevo. Me siento escarallado. Doble de lentejas en una semana. El rock se tambalea (por Diós que no le pase nada a Iggy). La tempestad arrastra hacia la orilla un naufrágio de recuerdos que a día de hoy son mi más preciado botín: El ticket de aquel primer concierto, el puño alzado al aire, el carrete de fotos -la mitad desenfocadas- que tiraste desde las primeras filas, aquel adolescente seborreico ensimismado y con cara de satisfacción que por un momento se siente el hombre más contento y feliz del mundo...Considéralo una tabla de salvación con la que seguir remando. Rebobinas aquellas viejas cassettes y te ves rodeado de humo, de morreos, de melodías y peligros. La chica que te vuelve loco baila en medio de la pista al ritmo de Soul Love y no sabes qué te enamora más. Ni nunca lo sabrás. Subirá la marea y nos llevará a lo lejos, no sin antes volver a escuchar el batir de las olas por última vez.