A veces una película surge de una idea, de un ¿qué pasaría si...?. Eso devió de pensar Robert Aldrich cuando decidió juntar a dos viejas glorias del Hollywood clásico que se odiaban a muerte, a las que simplemente tendría que darles rienda suelta y ellas solitas se encargarían de hacer el resto... Era tal la rivalidad existente entre Joan Crawford y Bette Davis que fue éso, sin duda, lo mejor de ¿QUÉ FUE DE BABY JANE? (¿What ever happened Baby Jane?. 1962). Esa genial idea de juntarlas dió como resultado una de las grandes películas de humor negro y gran guiñol de la historia de Hollywood, en la que podemos apreciar a través de sus grotescas imágenes lo real de sus interpretaciones, y que dieron pie a diversas historias ocurridas antes, durante y después del rodaje, que harían más grande si cabe la leyenda de este film de culto.
La trama: gira en torno a dos antiguas superestrellas de los años 30, una
Blanche (
J. Crawford) postrada en silla de ruedas devido a un accidente ocurrido tiempo atrás que la dejó inválida en la cima de la fama, y otra la Jane del tílulo en la piel de
Bette Davis como una antigua niña estrella ahora de mediana edad que insiste en ponerse los antiguos vestidos con los que aparecía en escena, cantar su canción "
I've written a letter to Daddy" y soñar con su regreso triunfal. Dos ancianas riñendo y tirándose de los pelos en un decadente caserón (
Agnes Moorehead está también maravillosa en el papel de ama de llaves) donde hay lugar para lo desagradable, lo grotesco, lo divertido y lo cruel (no solo en la pantalla, pues las dos estaban totalmente olvidadas en la época de la filmación).
El momento favorito: lógicamente todo el metraje (134 min. B/N) sería un momento favorito pero hay una escena gloriosa: Bette sirviendo de cena a Joan una rata cocida en una bandeja.
El dato: la obra (casi teatral, basada en la novela de Henry Farrell) fue un vehículo de lucimiento para estas dos viejas glorias además de propiciar una considerable ola de imitaciones, y encasillaría a partir de entonces a sus dos protagonistas en films de corte parecido:
"El Caso de Lucy Harbin" (
Strait Jacket, 1964.- de William Castle) en la persona de la Crawford, y
"Canción de cuna para un cadáver" (
Hush...Hush Sweet Charlotte, 1964.- también de Robert Aldrich) en el caso de la Davis, por ejemplo.
La guerra: en los años 30, 40 y 50, no había quién hiciese sombra a Bette Davis en el mundo del cine (incluídos muchos actores), aparte de su tremenda calidad (era capaz de levantar por sí sola cualquier pelicula) tenía una personalidad muy fuerte, decía lo que pensaba sin temor a herir los sentimientos de quien fuera (cuando se enteró de que su nuevo cuñado se estaba recuperando del alcoholismo, le mandó una docena de cajas de licor como regalo de boda.!!!), llegando a todo tipo de insultos y descalificaciones cuando alguien no era de su agrado, como en el caso de la Crawford. A un comentario del jefe de la Warner "..no daría ni un duro por esas dos viejas putas" hecho durante la promoción de la pelicula, cosa que hizo reir a la Davis, le siguió un telegrama de Joan diciendo "A partir de ahora, cuando hables de mí, no me llames vieja puta" creyendo que era Bette quien había hecho el comentario al dueño del Estudio.
El mítico rodaje comenzaba con triquiñuelas y rabietas por ambas partes, Bette sabiendo que Crawford era una de las propietarias de Pepsi hizo instalar en el plató una máquina de Coca-Cola. Joan se vengó colocando piedras y objetos pesados en la ropa de su rival porque en una escena concreta ésta tenía que arrastrarse por el suelo. La llegada al rodaje estaba plagada de situaciones hilarantes (una no quería llegar antes que la otra y alargaban la entrada al plató, mandando al chófer dar vueltas contínuas a la manzana par hacer tiempo), lo de estas actrices era una competición y rivalidad contínua dificil de olvidar. Algunas "perlas" que Bette dejó de Crawford: "No me mearía encima de ella, ni aunque estuviera ardiendo", "Se ha ido a la cama con todos los hombres de la Metro-Goldwyn-Mayer excepto con Lassie", "¿Qué porqué soy tan buena interpretando a las malas? Debe ser prque no lo soy. Por eso debe ser que la señora Crawford siempre interpreta a señoras." Cuando se le dijo que no hablara mal de los muertos, contestó: "Porque esté muerta no quiere decir que haya cambiado" y "No tienen que decirse cosas malas cuando alguien ha muerto, sólo hay que decir "Bien.. Joan Crawford ha muerto, bien"" comentó cuando la Crawford acababa de palmarla. Con ellas murió una forma de hacer cine, de ver el cine....estrellas de Hollywood que seguían representando su papel hasta sus ultimos días.
El director: Robert Aldrich es un artesano de calidad, del que suelen omitir su nombre cuando de grandes directores del cine americano se habla, -al igual que de
Richard Brooks, Richard Fleischer, o
Donald Siegel, por citar algunos cineástas de su generación-. El director, muerto en 1983, rodó westerns memorables:
"Veracruz", con el magnífico Burt Lancaster y Gary Cooper,
"Apache" y
"La Venganza de Ulzana" otra vez con Lancaster, o
"El Ultimo Atardecer" con Rock Hudson y Kirk Douglas; amén de films loables dentro del género negro ("
El Beso Mortal"), drama aventurero ("
El Emperador del Norte"), crimen ("
La Banda de los Grissom"), bélico ("
Doce del patíbulo", "
Attack") y cualquier terreno en el que posara su cámara .
A veces una película surge de una idea, de un ¿qué pasaría si...?. Eso devió de pensar Robert Aldrich cuando decidió juntar a dos viejas glorias del Hollywood clásico que se odiaban a muerte, a las que simplemente tendría que darles rienda suelta y ellas solitas se encargarían de hacer el resto... Era tal la rivalidad existente entre Joan Crawford y Bette Davis que fue éso, sin duda, lo mejor de ¿QUÉ FUE DE BABY JANE? (¿What ever happened Baby Jane?. 1962). Esa genial idea de juntarlas dió como resultado una de las grandes películas de humor negro y gran guiñol de la historia de Hollywood, en la que podemos apreciar a través de sus grotescas imágenes lo real de sus interpretaciones, y que dieron pie a diversas historias ocurridas antes, durante y después del rodaje, que harían más grande si cabe la leyenda de este film de culto.
La trama: gira en torno a dos antiguas superestrellas de los años 30, una Blanche (J. Crawford) postrada en silla de ruedas devido a un accidente ocurrido tiempo atrás que la dejó inválida en la cima de la fama, y otra la Jane del tílulo en la piel de Bette Davis como una antigua niña estrella ahora de mediana edad que insiste en ponerse los antiguos vestidos con los que aparecía en escena, cantar su canción "I've written a letter to Daddy" y soñar con su regreso triunfal. Dos ancianas riñendo y tirándose de los pelos en un decadente caserón (Agnes Moorehead está también maravillosa en el papel de ama de llaves) donde hay lugar para lo desagradable, lo grotesco, lo divertido y lo cruel (no solo en la pantalla, pues las dos estaban totalmente olvidadas en la época de la filmación).
El momento favorito: lógicamente todo el metraje (134 min. B/N) sería un momento favorito pero hay una escena gloriosa: Bette sirviendo de cena a Joan una rata cocida en una bandeja.
El dato: la obra (casi teatral, basada en la novela de Henry Farrell) fue un vehículo de lucimiento para estas dos viejas glorias además de propiciar una considerable ola de imitaciones, y encasillaría a partir de entonces a sus dos protagonistas en films de corte parecido: "El Caso de Lucy Harbin" (Strait Jacket, 1964.- de William Castle) en la persona de la Crawford, y "Canción de cuna para un cadáver" (Hush...Hush Sweet Charlotte, 1964.- también de Robert Aldrich) en el caso de la Davis, por ejemplo.
La guerra: en los años 30, 40 y 50, no había quién hiciese sombra a Bette Davis en el mundo del cine (incluídos muchos actores), aparte de su tremenda calidad (era capaz de levantar por sí sola cualquier pelicula) tenía una personalidad muy fuerte, decía lo que pensaba sin temor a herir los sentimientos de quien fuera (cuando se enteró de que su nuevo cuñado se estaba recuperando del alcoholismo, le mandó una docena de cajas de licor como regalo de boda.!!!), llegando a todo tipo de insultos y descalificaciones cuando alguien no era de su agrado, como en el caso de la Crawford. A un comentario del jefe de la Warner "..no daría ni un duro por esas dos viejas putas" hecho durante la promoción de la pelicula, cosa que hizo reir a la Davis, le siguió un telegrama de Joan diciendo "A partir de ahora, cuando hables de mí, no me llames vieja puta" creyendo que era Bette quien había hecho el comentario al dueño del Estudio.
Que decir ante semejante magna obra, yo te lo dire... nada. Simplemente habra que disfrutarla de nuevo.
ResponderEliminarY para mi la Davis no tenia parangon, sencillamente fue la mas grande. Esos enormes ojos, uffff.
hey gary, estoy en el pueblo, llamame si puedes al 655832480 a ver si me dejas algo que leer estas fiestas. un abrazo.
ResponderEliminarJajajaja!!! Bette Davis era de terror. Pero la Crawford no era una palomita, era una vieja miserable que toda su vida trato mal a sus hijos y cuando estos escribieron una biografia detallando lo que vivieron los desheredo.
ResponderEliminarLo que no quita que esta pelicula es fabulosa con mayuscula, con una Bette Davis sublime, simplemente la adoro, era maravillosa, una de las pocas actrices capaces de enfrentar cualquier papel y hacerlo magistralmente. Solamente creo que hay una que puede acercarsele y esa es Glen Close.