-EL RINCÓN DE PINCHADISCOS: "RETURN TO MAGENTA"

EL HOMBRE A QUIEN ROSITA ROBO SU TELEVISOR.

Tras el enorme debut que supuso "Cabretta" (Capitol, 1977) , que será recordado por su hit eterno "Spanish stroll", y todavía en estado de gracia, como Mink DeVille, el maravilloso vocalista neoyorquino repite otra obra maestra. "Return to Magenta" (Capitol, 1978) es casi un clon del anterior, aunque sin hit. Rock urbanita, baladas tiernas y profundas ("Guardian angel", "I broke that promise") y un trallazo titulado "Steady driving man", son creaciones sinceras que aguantan impecablemente el paso del tiempo (y las más de cien escuchas).

El CBGB fue la guarida de este crooner maldito, de este rocker del ghetto. El centro neurálgico y lugar de experimentación en aquellos fascinantes años de la Blank generation. Donde esa "la generación vacía" (Suicide, Television, Modern Lovers, Richard Hell&the Void-oids...) alfombrarían el camino a toda una oleada de bandas punk (cuando este término todavía germinaba y no era conocido, -ni tergiversado- como tal), punk-rock y new wave americanos que vendrían después.

En lo que refiere al filibustero neoyorquino, -hoy Willy DeVille, llevando una vida sana tras su atormentado idílio con la heroína- tras "Return to Magenta" llegaría su auto-obligado exilio parisino y con ello un cambio sónico y mental; el punk de la Velvet por el punk de la Piaff, (preciosos "Coup de Grace", y "Le Chat Bleu); para luego asomarse (equivocadamente) a la salsa en busca del éxito que siempre se le negó, o recuperar en gemas como "Victoy mixture" (Sky Ranch, 1990), la grandeza del que canta como si tuviera un guante en la garganta y la grandeza del que regresa del infierno para redimirse con el rhytm'n'blues más oscuro del Delta del Mississippi capturando la magia de aquellos calurosos días en Nueva Orleans.