¡¡Abajo los documentales de Michael Moore!! (aunque a éste, le mole este)
Hablar de Spinal Tap (aquel falso/documental de Bob Reiner) cuando acabas de visionar ANVIL!, THE STORY OF ANVIL es algo inevitable. Pero mientras en el brillante trabajo del director de Cuenta Conmigo (1986) todo era falso (basado eso sí, en anécdotas ocurridas a gurpos como Sabbath o Saxon), en esta maravilla todo es real como la vida misma. Desde lo más adefesio y estrambótico a lo más entrañable del ser humano. Y es que la historia de Anvil podía ser la de cualquier grupo de rock and roll, de aquellos que tuvieron su efímero momento de gloria y pasaron al olvido, o lo que es peor... todavía malviven como pueden.
Lo que convierte a este documental en uno de los mejores documentales de música rock que un menda ha visto y por lo que llega a emocionarnos de verdad, no es por la música en sí (pese a la opinión contraria de Lemmy, Tom Araya u otros invitados), sino por la triste, desastrosa, miserable y a la vez entrañable historia de sus dos personajes principales, el batería Steve "Lips" Kudlow y el guitarra y ¿cantante? Robb Reiner (¡no confundirlo con el dire de Spinal Tap!). Las calamidades sufridas por estos dos personajes quijotescos rayan lo increible. No hay más que ver la surrealista gira europea (de ser una película se llamaría: Las Desventuras de un grupo heavy de Ontario (Canadá) de vacaciones por Europa) para darse cuenta de que hay algo más que mala suerte, en todo este disparate filmado.
Desastrosa mánager femenino (a la que conocieron por Internet y que acabará casándose con el otro guitarra y organizando giras jevis por Indonesia!!), promotores rumanos, direcciones equivocadas, garitos de mala muerte, pérdidas de trenes, peleas entre ellos, noches de sueño en aeropuertos, conciertos desolados, productores buitres, familiares resignados, tropiezos con estrellas del rock (impagable el momento que coinciden con unos alucinados Tommy Iomy o Michael Schenker, al que Robb le pregunta: "¿Te acuerdas de mí?.. Soy aquel guitarrista que tocaba con un consolador..." , ante la cara de incredulidad del ex-UFFO. ¡¡¡This is Spinal Tap!!!)... Hasta en los momentos supuestamente sérios, qué los hay, no puede uno quitarse la mueca de sonrísa de la cara. Toda una obra maestra, sí señor. Superior al 90% de cualquier película en cartelera. Tú mismo...
es un estupendo documental, casi me salieron lagrimitas, y asta pensé en mandarles dinero para su disco. estupendo documental lo recomiendo 100%
ResponderEliminarSi... No sabe uno si llorar o reir. Está de puta madre
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