Si de un rodaje tan mítico y caótico como fue el de "Apocalipsis Now"(1979) salió de todo aquello un estupendo libro: "Con el Corazón en las Tinieblas"(Eleonor Coppola), que rescataba para la historia toda aquella desastrosa experiencia... con el rodaje de "Fizcarraldo"(*), considerado el más infernal y criminal de la historia del cine, la cosa no podía ser menos.
Mientras Francis Coppola intentaba resolver sus numerosos problemas con dinero, con mucho dinero... el director alemán Werner Herzog (Múnich, 1942) apelaba al trueque para poder subsistir en plena selva amazónica peruana. El maestro alemán (que nunca estuvo muy cuerdo) se embarcarcó -nunca mejor dicho- durante años en una empresa imposible e inhumana. Cine en estado puro. Bueno... La locura de hacer cine en estado puro... y sin un duro. Problemas agrabados por el (sobre)peso de cargar con el pirado de Klaus Kinski, al que se querían cargar literalmente los indígenas contratados como extras (mejor dicho como monos de carga), que ya han sido mostrados, de manera más que sublime, en un impresionante documental del propio Herzog titulado "Mi Enemigo Intimo"(1999). Pero serían las notas e impresiones que Herzog fue anotando en forma de diario (¡en letra microscópica que sólo él podría descifrar!), las que se publican ahora en las librerías españolas. Un impagable libro, con el cine como escusa, para volver a recordarnos aquella dolorosa etapa de su carrera... Un viaje al corazón de Fizcarraldo. Un paseo febril y poético por la jungla, veintiseis años después. La "CONQUISTA DE LO INUTIL"(Blackie Books) es el libro definitivo... tanto para amantes del vital autor de "Aguirre la cólera de Dios", como para amantes de libros e historias llenas de vida. Aunque por momentos pueda parecer que las cosas que cuenta fueron fruto de la imaginación del autor, muchas personas pueden dar testimonio de que nada de lo que cuenta es mentira... porque también aquel sufrimiento y desesperación lo sufrieron en sus carnes.
(*).-El quimérico sueño del irlandés Fitzcarraldo (personaje real, como todos los abordados por Herzog) era remontar con un enorme barco a cuestas toda la selva peruana, para llegar a una mina de caucho con la que hacer fortuna y crear un verdadero palacio de la ópera en el culo del mundo y que lo inaugurara el gran Caruso.