martes, 30 de marzo de 2010

-EL DESCUBRIR DE LOS CLÁSICOS: SULT ("Hambre"), de Henning Carlsen

Hace poco, y por casualidad (como todo lo bueno en esta vida), topé con este film noruego, SULT (Henning Carlsen, 1966). Ni que decir que me dejó alucinado. Acababa de ver una película que para nada aparentaba haber sido rodada hace casi 50 años. Será por eso que le dicen "obras maestras", por que por ellas no pasa el tiempo. Pensaba yo, que tal vez se tratarse de una historia real: la de un pobre escritor enfermo de hambre que entre fiebres, alucinaciones y pesadumbres vaga su incomprensión, miseria y desesperación por la ciudad de Christianía (la actual Oslo). Pensaba que si no estaba basada en alguien en concreto, el personaje de esta historia, un estupendo Per Oscarsson (ese año recompensado en Cannes) no se distanciaría mucho de aquellos anónimos artistas incomprendidos, alejados de toda bohemia, prototipos de modernidad que pulularon en siglos pasados. Aclarar mis dudas sobre el relato que acababa de ver, me llevó a descubrir que la película estaba basada en la famosa novela HAMBRE (Sult, 1890), opera prima del noruego ganador del premio Novel en 1920 Knut Hamsun. Yo no he leído nada de este pobre desgraciado (es algo nuevo para mí, como os estoy contando) pero parece ser que gente tan entendida y respetada en esto de las letras como Kafka, Henry Miller o el mismísimo Paul Auster, no pueden ocultar su admiración por uno de los escritores más influyentes de la literatura del siglo XX. Toda esta maestría y grandeza que le otorgaron a Hamsun sus contemporáneos, por no decir su reputación, pasarían al más absoluto de los olvidos debido al apoyo al régimen nazi que profesó el viejo novelista durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Reclusión, olvido y sufrimiento. Ese fue el pago por traición a la patria. Hoy no esperéis ver una calle que lleve su nombre en Noruega. Y he aquí, como si de una fusión entre autor y obra se tratase, donde es que me viene a la mente otra vez la historia de SULT: los desajustes de personalidad de su protagonista; la lucidez y la locura de éste; la aparente mezcla de autobiografía y novedosos elementos de thriller psicológico; como nos muestra el autor la sociedad de su época, antes de conocerse su futuro idilio con el nacional-socialismo alemán (recordemos que faltaban muchos años todavía para la aparición de Hitler), aclaratorias en este sentido resultan las escenas entre nuestro hambriento e insignificante, pero honrado, protagonista y el prestamista al que acude por necesidad, bien suya propia o por caridad hacia terceras personas(?). En definitiva... la lástima que produce el pobre protagonista de Sult tambien se contágia en este caso a su creador. Cuesta creer que este magnífico relato, con el hambre como metáfora, además de lastimosa realidad (¿cuanta gente muere diariamente de imnanición?) fuese escrito por una mente que años después acabaría pregonando las ventajas del fascismo... Si lo que pensáramos hoy nos condenase mañana, nadie hablaría. Hay quien opina que toda obra debe prevalecer sobre se autor...y en este caso estoy de acuerdo. Y bueno, como una cosa lleva a otra los que deseéis profundizar en la vida personal de Knut Hamsun os recomiendo el visionado de la película HAMSUN (John Troell, 1966), en el que el siempre estupendo Max Von Sidow da vida al viejo y testarudo escritor (atentos al papel de la esposa, la verdadera nazi de la familia). Eso sí, espero que antes hayáis visto la subyugante péli que ha motivado estas líneas, SULT. Todo un antídoto contra el aburrido y monótono cine actual....

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