miércoles, 5 de mayo de 2010
-EL RINCÓN DEL PINCHADISCOS: "Ragged Glory"
Siempre lúcido, crítico con el negocio musical y el poder... No descubro nada nuevo si digo que NEIL YOUNG fue y será siempre uno de los iconos indiscutibles de la historia del rock and roll. Desde que aterrizara en Los Angeles en 1966, bien junto a los Buffalo Springlield o en el seno de Crosby, Stills, Nash & Young y posteriormente en solitario, la música del canadiense es un faro que sirvió de guía a todos los vástagos generación del ruído (punks, grunges, indies, alternativos..) Cuatro decenas de discos dan para mucho. Rock, country, blues, folk, psicodelia... Es dificil no elegir un trabajo del genio canadiense y no encontrarte con alguna obra maestra: "Harvest" (72), "Rust Never Sleeps" (79), "This note's for you" (88), "Sleep with angels" (94)... Pero es cuando Neil Young, apoyado en los tremendos CRAZY HORSE, se pone a escupirnos su nihilismo punk como una fiera agonizante que se niega a claudicar o desnuda su guitarra eléctrica con virulentos estallidos de glorioso ruido amplificado... cuando Neil y su sonido alcanzan cotas celestiales. En ese sentido RAGGED GLORY (1990) es para mí su indiscutible obra maestra. Diez salvajes trallazos para facturar un disco redondo. Aunque sueltos encontremos temazos como "Country Home", "Over and Over" o "Mansion on the Hill"... el disco y todo su contenido cobran mayor sentido (y sentimiento) escuchándolo de principio a fin. Una vez que empiezan a sonar los primeros acordes de "Country Home" ya no puedes parar... Música envolvente... Pasión por el ruido... Música para apreciar. No es música para el móvil, tu iPod, para anuncios de cosméticos, o simplemente para oir in más ... Es música para ESCUCHAR. Para perder una hora de tu tiempo -ya de por sí perdido- escuchándolo a todo volumen tirado en la cama de tu habitación, absorto en un placer acústico extrasensorial con la mente perdida -de verdad- en cualquier tiempo en cualquier lugar... El mundo es un poco más soportable con momentos como ésos... Momentos mágicos.
Totalmente de acuerdo contigo, obra maestra absoluta, manteniendo el dicho de que quién tuvo,retuvo. Para mí, sin duda se encuentra entre sus mejores obras.
ResponderEliminarTodavía me acuerdo de cuando vino a Coruña y no fui por confiar en Wey (íbamos a ir los dos en su coche), me cago en la puta.
Yo fuí a verlo hece años a Portugal y ni que decir que fue uno de las actuaciones más alucinantes que un menda ha visto...Llovía a raudales y aquellos cuatro tipos ocuparon el centro de un escenario enorme (de esos festivaleros...)uniéndose en pleno éxtasis sónico, con un Young poseído por el Poder del Ruído ¡cómo se movía el abuelete!...Todavía resuenan en mis oídos Hey, Hey, My Mind...¡People rockin' in the free wrold!... Ufff.
ResponderEliminarTener que elegir un disco del viejo young es casi imposible, pero si me viera en esa obligación, ragged glory sería el elegido, escuchar ese disco es una experiencia íntima, casi mística, son discos que uno lleva en el alma. Por desgracia, tampoco yo he podido disfrutar de verle en v
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