Damas y caballeros. Queridos tumberos... "Exile on Main St" (1972) es para el que suscribe el último gran disco grabado por Sus Majestades Satánicas. Estarían por venir grandes canciones, sí. Pero nunca un albúm tan inspirado y redondo como éste. Un disco que marcaría un antes y un después en la carrera de los Stones. Keith y Mick en estado de gracia. Iluminados. Colocados día y noche. Rodeados de un séquito babilónico en su mansión del sur de Francia. Liberados (tras abandonar Inglaterra por problemas con el fisco), lograrían rodear a todos los temas del disco de un aura mágica. Experimentaron como solo los grandes maestros saben hacerlo: buscando, y encontrando, la inspiración en los rincones de la música negra americana que tanto amaban. Retazos de viejo blues, country, gospel, soul... y por supuesto: el rock and roll de Chuck Berry. Más tarde se diría con razón que fueron los Rolling Stones quienes devolvieron la música negra a los americanos. Como siempre sucede en estos casos con los discos experimentales (llámense transgresores), la crítica, por naturaleza escéptica y siempre muy por detrás de la música y el arte de sus creadores, no tardaría en ponerlo a parir. Y es que semejante engendro sonoro corre en quince direcciones distintas que no puedes etiquetar. Pero ha sido el tiempo, siempre justo, el que lo ha puesto en el altar que se merece: Uno de los mejores Lps de rock'n'roll de todos los tiempos. Tiempos aquellos en los que se respiraba sin duda... un aire distinto. La grandiosa portada (doble disco en vinilo) ya auguraba que lo que te ibas a encontrar en su interior no sería algo convencional. Imposible resaltar un tema de otro. Hoy amo "Sweet Virginia", el mes que viene te diré que "Rip this Joint" me llega al alma, y así sucesivamente... pues cualquier composición que pinches será lujo para tus oídos.
-Como complemento a la escucha del legendario Lp stoniano, los que quieran saber más sobre el proceso de grabación del mísmo y sobre toda aquella época dorada del rock (los Stones eran algo así como el centro del Universo) recomendaros el reciente documental "Stones on Exilie"(2010). Una delicia impagable de documentos, música, imágenes de archivo, anecdotas y comentarios de todo aquel proceso creativo. Un único pero. Se hecha en falta información sobre aquella mítica sesión de fotos con la actriz Joan Crawford que a buen seguro se verá cubierta en el libro "Exile on Main Street" de los Rolling Stones, que tan deseoso estoy de leer, y que viene a redondear toda la información posible (papel, imágen y sonido) sobre una banda en su cumbre. Como para perdérselo.
Nunca llegaré a comprender a los integristas que dicen que los Stones murieron allá por el 66, bueno, peor para ellos, jamás podrán disfrutar de una obra maestra como ésta, encuadrada en la trilogía mágica que forma junto a Let it bleed y Sticky fingers, la favorita para el que suscribe. Como bien dices, este álbum es una amalgama de todos los sonidos americanos que forman parte de aquello llamado rock n`roll y es un must para todo aquel que sienta algo por esta música más allá de estúpidos prejuicios y modas.
ResponderEliminarHola de nuevo, camaradas! Retomo la práctica bloguera con el agrado de ver este blog tan activo como siempre -o más- y con un excelente lavado de cara. Y veo que Kaiserxoze sigue sin querer darnos la oportunidad de leerle a él también. :(
ResponderEliminarHablando del tema que nos ocupa, yo creo que una banda siempre tiene su progresión, y no por ello, aunque te guste más o menos, tiene que desmerecer.
Los integristas que dice Kaiser abundan, y mucho. Decir que los Stones se acabaron en el 66 es lo mismo que decir que todo lo que vino después, asentado en la filosofía musical stoniana de los 70´s fue basura, y eso es una tremenda falta de respeto a muchas bandas increíbles que se basaron en este experimento de los de Jagger.
Un abrazo grande, y pasaros por Ideas Telúricas, que hay algo que os interesa...