viernes, 18 de marzo de 2011
-GALERÍA DE PECHUGONAS: LA REBELIÓN DE LOS ESCOTES ATÓMICOS (I)
LA RECIENTE MUERTE DE LA ULTRAERÓTICA JANE RUSSELL (The French Line) ES MOTIVO MÁS QUE SUFICIENTE PARA RENDIR HOMENAGE A LA LÍDER QUE PUSO DE MODA LOS ESCOTES SIN FONDO. Antes de que Jane retara al Código Hays a amoldarse a su talla 125 y hacer babear a nuestros abuelos del charlestón, las actrices de Hollywood debían ocultar sus prominencias radioactivas en las esquinas del mal gusto. Así, después de Jane, chicas cañón y mujeres hinchadas de acuerdo con los morbos más tradicionales lucirían orgullosas sus mejores atributos (naturales) para vengarse -para mayor disfrute del personal- y ahogarnos en sus senos (no precisamente maternos). ¡Russ Meyer tenía razón! La venganza de los escotes atómicos ya está aquí... EN ESTA PRIMERA PARTE DESPEGAREMOS CON MATERIAL AMERICANO, MISILES TELEDIRIGIDOS (POST SUETERS DE LANA) QUE EXPLOTARON EN PANTALLA ANTES DE QUE LAS FRIKIES DE QUIRÓFANO PROFANARAN LA TIERRA. Fueron cientos, pero ahí van unos cuantos pares...
Antes del desmadre, o destete, la cosa iba más o menos como véis (más grande o más pequeña...) A no ser las descaradas starlettes, las estrellas de cine eran incapaces de excitar a un bebe. Esta estampa de pechos a punto de agujerear los sueters ya nos sugerían un estudio en mayor profundidad. Claro que luego se descubrirían que algunas no tenían más que relleno... pero consiguieron calmar a los más hambrientos antes de la gran bacanal pechugona, que era de lo que se trataba.
-JANET LEIGH. La mamá de Jamie Lee Curtis muestra los genes que legó a su hija. Durante años todo el mundo creía que Janet traficaba con kriptonita o cabezas nucleares. Cualquier ortopédia suya que presumiéramos en Psicósis (ver foto2, no más), se desvelaría en que todo, o cási, era auténtico al mostrarse de semejante guisa.
-JAYNE MANSFIELD. La cosa/morbo como era de esperar se volvió más extraterrestre. Poses pulmonares extratosféricas como la presente harían de un viaje -con máquina del tiempo- a los primeros 60, un destino como pocos. No hace falta decir que la Mansfield era una chusca imitación de la primera Marilyn, ni la única. Aparte de alardear de esgrima con sus enormes tetas, construía su vida en forma de corazón (piscina incluida), y su final en un accidente de circulación que la dejó sin cabeza la convertirían en genio... y figura.
- MAMIE VAN DOREN. Otra bomba oxigenada Serie B. Para disfrute exclusivo de adictos a programas dobles de los años 50. Mamie fue sin duda la más característica amiguita del malo, compañía dudosa del bueno, irremediablemente lasciva y rockanrolera a más no poder. Lástima que sus mayores proezas las ejecutara fuera de la pantalla: cuatro autobiografías las explican con profusión de detalles, y para creérselas, basta con echarle un ojo a su formato sincopado. No miente, no.
-KIM NOVAK. Tardó en mostrarnos esos atributos glamourosos que tán bien ocultaba en buena parte de sus films. Una vez más descubrimos, que lo sugerído, disipaba cualquier duda que pudiéramos tener. Una verdadera chica-cañón, una sex-symbol gélida y felina, amén de una excelentísima actriz, de las que ponen el grito en el cielo. Billy Wilder así lo entendió.
-RITA HAYWORTH. Trayectoria propulsada de erotismo soterrado que deviene en mito del séptimo arte. La bomba atómica de carácter experimental que Estados Unidos arrojó en las profundidades del atolón de Bikini, en el océano pacífico, llevaba pintada la imagen de la actriz. Nada como Rita y sus secuáces paisanas (Ava Gardner, Marilyn, Lana Turner, Gloria Grahame...) para levantar los ánimos a cualquiera, cuanto más los del ejército.
-CYNTHIA MYERS. Los gloriosos sixties dieron paso a la locura de los 70, y el sujetador se guardó en el ropero. Incluso Russ Meyer era tratado como director "serio", Beyond The Valley of Dolls fué financiada por unos grandes Estudios (20th Century Fox). El viejo Russ ya lo había augurado y el cine (y la publicidad) se llenaría de de pechugas por doquier. Tanto puterío no duraría mucho la verdad, el libre albedrío de los 80 y principios de los 90 sería sustituído por censura adecuadamente siliconada y Hollywood, con ayuda del wonderbra, volvería a dictaminar ley y moda.
Si esto les ha parecido escandaloso, esperen a ver la segunda parte de este reportage: el desembarco de las maggioratte italianas en la meca del cine... ¡¡Toma zambomba!!
Pufff, esperando a las maggiorattas me quedo entonces, esas chicas robustas criadas con pasta y pizzas, que seguro que olían a salitre y a tierra húmeda.
ResponderEliminarEspectacular serie, Gary. ¿Me regalas a Cynthia Myers? La cuidaré, te lo prometo. Sólo quiero echarme ahí un rato a dormir, entre esos pechos, :).
La verdad que la Myers es un cañon de mujer.
ResponderEliminar- Y qué es eso de echarte a dormir? Yo estaría despiertito y bien despierto...Je,je,je...
Me gustan las mujeres con mucho pecho
ResponderEliminarde hecho soy cliente fijo de
varias prostitutas muy pechugonas
que antes de hechar un polvo me
hacen una paja cubana
Comporto su fetichismo mamario amigo Gorilo... Y si la fulana se llama Kitten Natividad mejor que mejor je,je,je
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