sábado, 28 de mayo de 2011
BURT LANCASTER: SONRISAS, ACROBACIAS, PASION Y UN CINE QUE SE PERDIÓ
Burton Stephen Lancaster (1913-1994) el hombre de la eterna sonrisa. Un actor innato, con un deseo de crecer y de querer llegar más alto en cada papel que le llevaría a protagonizar todo tipo de películas y no encasillarse jamás. Más de cien films en todos los géneros, bien fuesen grandes producciones o trabajos de bajo presupuesto, en Hollywood o en Europa, haciendo de bueno o de malo, joven o viejo, el neoyorquino dejaba claro el tipo de hombre que era. No hay nada mejor para conocer a Lancaster que viendo sus películas. Él era un compendio de todos: Por un lado cirquense y acróbata, con una asombrosa capacidad para entretener al público (incluso estando en el ejercito durante la 2ª Guerra Mundial se dedicaba a divertir a la tropa), amén de un hombre de acción (se metía a fondo en cada papel, coreografiaba todo...) como se aprecia por ejemplo en "El Halcón y la Flecha", papeles en los que se sentía como pez en el agua. Otras veces era el tipo duro, a la vez vulnerable, pensativo, controlado y exigente que mostraba en "The Killers". Estos dos aspectos convivirían mayoritariamente durante toda su vida. Su versatilidad le hacía parecer apuesto, como en "De aquí a la eternidad", le permitía interpretar al malo y quedar mejor que el bueno (Gary Cooper), como en "Veracruz", hasta el punto de enamorarte de su personaje como también ocurre con el Roger Daltry de "El Fuego y la Palabra".
Después de éxitos como "Trapecio", "El Temible Burlón", "Duelo de Titanes", "Apache"... que le permitirían consolidarse como actor, se pudo permitir el lujo de afrontar su própia carrera como productor de films menores (produjo "Marty" que sorprendió llevandose el Oscar a la mejor película en 1955), lo que luego llamarían cine Independiente, así que habría que decir que Lancaster se adelantó a su tiempo. Como actor cambiaría literalmente de registro con la importante "Chantage en Broadway" demostrando realmente lo fenomenal actor que era, y que ratificaría de ahí en adelante alternando en producciones de Hollywood ("Los Profesionales", "El Hombre de Alcatraz", "Vencedores o Vencidos", "Scorpio", "Atlantic City"...) con otras más humildes sin salir de su país ("Angeles sin paraíso" de Cassavetes, "El Hombre de Medianoche", "El Nadador"..) o bajo las órdenes de directores del Viejo Continente ("El Gatopardo", "Confidencias", "El Puente de Casandra"...), llegando a envejecer como pocos actores han llegado a hacerlo. Un fuera de serie. Una auténtica fuerza de la pantalla, como en su vida real. Un actor difícil de olvidar. El más "alto" en todos los sentidos (ver sino cualquier encuadre suyo en pantalla) y sin duda el de mayor fuerza física. Un atleta que solía vestirse con la ropa más barata del mundo (que no cambiaba nunca) pero que aún así tenía más clase y elegancia que cualquiera de los que le rodearan donde estuviese, ya fuese en un club, un restaurante o el plató de un estudio de cine. Odiaba la notoriedad y la prensa de la que huía. Comprometido politicamente (voló directamente de un plató de Paris -en el que rodaba una película- hasta su país para estar al lado de Martin Luther King en la marcha por los Derechos Civiles) nunca dejaría de trabajar tras la cámara volando libre como aquel canario que tan bien cuidó en su celda de Alcatraz. Con el gran Luchino Visconti descubriría el placer de lo "distinto" en aquella obra maestra que fue "El gatopardo"(1963), uno de sus papeles más celebrados por la crítica que siempre le vió como un actor que no se metía profundamente en sus personajes si no que hacía siempre de él mismo. Este sanbenito o fundamento barato con el que le tildaba la crítica (que nunca acabaré de entender del todo) se les vendría abajo en posteriores obras como la metafórica "El Nadador"(1968) o la crepuscular "Atlantic City"(1980).
No sé vosotros, pero un servidor suele medir la grandeza de un actor por cuando pasan una película suya por televisión y aún empezada sientes la necesidad de continuar viéndola hasta el final. Así de importante es Burt Lancaster en mi vida.
No hay mucho más que añadir, uno de los mejores actores de la historia y punto. Ahí están todos esos films para acreditarlo.
ResponderEliminarfue mi primer amor platónico. Me enamoré de él siendo una cría de apenas 10 años viéndole en la película El Halcón y la flecha. He visto prácticamente todas su películas. Ya no hay actores como él.
ResponderEliminar