domingo, 17 de julio de 2011
DESDE LAS ANTÍPODAS: NAVIGATOR Y WALKABOUT, DOS FILMS FANTÁSTICOS Y EXTRAÑOS
Continuamos nuestro particular viaje iniciático-fanático por el celuloide del distante continente australiano, Oceanía para ser más exactos. La primera referencia, NAVIGATOR, UNA ODISEA EN EL TIEMPO (Navigator: a medieval odissey, 1988) del neozelandés Vincent Ward ("Mas allá de los sueños", 1988), puede encontrarse en las estanterías dedicadas al cine fantástico, dado que el niño dotado de poderes extraños que la protagoniza capitaneará un viaje en el tiempo para buscar la solución al caos que provoca la peste negra en su aldea. Amén de un film de aventuras medievales por el fin del mundo, en toda regla. La sugestiva historia, o mejor dicho fábula, que nos presenta Ward, tiene su mejor baza en la extraña correspondencia entre las épocas/contextos reflejados: la gran urbe de nuestro tiempo, en color, pero en color ocre, y un medievo en blanco y negro, cruce entre Bergman y Dreyer tanto como el Macbeth de Welles. La estética demasiado "esteticista" del film, los ramalazos místicos de su guión, el hecho de ser una producción de muy bajo presupuesto... a final jugaron en su favor y acabaría gustando a cierta gente en todo el mundo. Y no es de extrañar. Estamos ante una cinta sencillamente excelente, que nos cuenta en tono de epopeya una historia bella y emotiva. Resaltar la enorme fotografía de Geoffrey Simpson (obtuvo premios por élla; también el director y la película mísma), para un título que ya es referencia de todo buen aficionado al cine de culto... y diversión.
WALKABOUT (Nicholas Roeg; Australia-1971). M.: John Barry. I.: Jenny Agutter, Lucien John, David Gulpili y John Meillon.
Extrañísisma película -para no ser menos en este bloque de cine aussie- pero no por ello harto recomendable. En primer lugar extraña que fuese el "extraño" realizador inglés Nicholas Roeg (responsable de "raros" films de culto como Perfomance, Amenaza en la sombra, The Man who feel the Earth....) quien dirigiese esta producción en tierras de Australia. Acostumbrado a fotografiar personalmente sus films (campo en el que goza de una merecida reputación) Walkabout resultaría otro de sus personales experimentos fílmicos; desapercividos, eso sí, como la gran mayoría de "films de autor" reducidos al limbo de nuestras salas de arte y ensallo. Una historia que no necesita de diálogos que la enturbien, interpretada por actores no profesionales -o simplemente desconocidos-, y que funciona a la perfección dentro de los parámetros del cine con mensaje que se hacía en los 70. En esta singular e hipnótica película asistimos al devenir de una pareja de desamparados hermanos (una chiquilla y su hermano pequeño) que cruzando el desierto pierden a su progenitor en un accidente de coche. Deberán sobrevivir al abrasador y salvaje entorno integrándose en una tribu de aborígenes australianos. Donde menos te lo esperas surge una película que te engancha desde los títulos de crédito. Cine documentado. Otro claro ejemplo de lo bien que se hacen las cosas allende los mares. Diversidad desde las antípodas.
Algo que corregir (por si a alguien le interesa)tras repasar recientemente esta peculiar cinta de temática 'survivor': Ocurre un accidente, sí, pero provocado por el propio padre que tenía previsto matar a sus retoños y luego suicidarse...Naturaleza salvaje en estado puro.
ResponderEliminar