sábado, 24 de septiembre de 2011
TE PRESENTO A... GARY SHERMAN: EL CINEASTA ENTERRADO.
Siguiendo con el repaso a olvidados cineastas de lo fantástico que allá por tiempos del vetusto VHS reinaban en las polvorientas estanterías de cualquier videoclub fétido que se preciara, sería un error monumental no mentar a uno de los directores de culto del género: Gary Sherman (Chicago, Illinois, 1945). El hombre cuenta con cuatro apreciables películas, por lo menos. Pero al final le pasaría igual que al título del film que lo encumbró como tal director de culto: MUERTOS Y ENTERRADOS (Dead and buried, 1981), ya que hoy son pocos los que se acuerdan de su nombre. La cinta es una gran película de temática zombie, con mad doctors incluidos, que en su momento supuso un soplo de aire fresco (recordémos que eran los tiempos del terror y psycho-killers para adolescentes y un film como éste rompía todos los esquemas). El guión era obra de los mismos responsables que escribieron la aclamadísima Alien. Una pequeña joya del género, que más allá de una película de terror propiamente dicha, profundiza como pocas en todo lo referente a la estética del horror, y que termina con una de las conclusiones/moralejas más sarcásticas, pesimistas e impresionantes de toda la historia del cine de terror. El film, y su final, encierran una macabra y retorcida mala leche. Anteriormente Gary Sherman había debutado tras la cámara con un documental sobre ¡¡Bo Diddley!! (The Legend of Bo Diddley, 1966), el cual, y muy desgraciadamente, no he tenido el placer de videar.
Su primer largo antes del citado Dead and Buried, fue otra interesante cinta de terror: SUBHUMANOS (DEATH LINE, 1972); también conocida entre nosotros como La Línea de la Muerte, o por su otro título en inglés RawMeat. Financiada y rodada en Gran Bretaña, hecho que puede explicar el parentesco estético-visual que el filme pueda tener con ciertos films tardíos de la Hammer, la película cuenta con la presencia del magnífico actor inglés Donald Pleasence, en el papel del inspector Colhaun de Scotland Yard, además de brindarnos una fugaz aparición el gran Christopher Lee. En la historia del film, que funciona como parábola de la realidad social que atravesaba la Inglaterra de aquel entónces, Sherman nos propone un viaje a las catacumbas del metro londinense. Nos introduce en los subsuelos. Allí habitan los famélicos descendientes de una gente habandonada a su suerte durante las excavaciones del complejo de túneles construidos a finales del siglo XIX. Imagínense como podrían haber sobrevivido... Podríamos encajar pues, este título, en la lista de films con temática canibal de la que tanto gustamos en esta casa (link).
Otro interesante trabajo en la carrera fílmica del de Chicago lleva por título LA JAURÍA DEL VICIO (Vice Squad, 1982). Es una movie de patrullas y brigadas anti-corrupción de las que tanto gustan a los americanos y en la que no faltan los sádicos asesinos, las prostitutas indefensas y toda la acción y violencia de la que hacían gala aquellos polvorientos films ochenteros. El relativo éxito (en medida de lo que se gastó) que tuvo con algunos de sus films menores como "Se Busca Vivo o Muerto" (Wanted: Dead or Alive, 1987) -de la que ya hablamos con motivo de aquel reportage sobre 'Gene Simmons en el cine'- le hizo aspirar a cotas más altas. Alturas éstas, como Poltergeits III, de las que no saldría bien parado. O por lo menos, no representan al mejor Sherman que conocemos y apreciamos los amantes chalados del fantástico. ¿Qué hace hoy? Pues ni idea. Buscaría acomodo en la televisión, eso sin duda. Algunos de sus añejos guiones todavía tienen acomodo en el cine de terror actual de bajo presupuesto, sin ir más lejos: "La Mansión del pánico"(The Golow, 2002). Pero ya no es lo mismo. Gary Sherman no será ni el primer ni el último artesano director desplazado por la industria y los nuevos tiempos, pero valgan estas míseras líneas para recordar su aportación, si bien no tan abundante en cuanto a títulos, sí más que digna en cuanto a ideas, propuestas e intenciones.
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