DON CORNELIUS. IN MEMORIAN DEL MEJOR VENDEDOR DE MÚSICA SOUL

La muerte de la insufrible Whitney Houston eclipsó la del señor Cornelius. Injusticias de la vida. Si la diva del pop se alejó de los postulados de la efervescencia contestataria y el orgullo de la música negra, nuestro Don, por el contrario, representó de manera gloriosa todo lo fastuoso y excitante que tenía la música afroamericana de aquella época. Una edad de oro que se vivió especialmente en los 70. Desde un plató de Tv. Don retransmitía el turbador mensaje de toda una generación con conciencia. Imposible entender este contexto, sin todo el trasfondo político y social en el que se veían envueltos todas aquellos jóvenes afroamericanos luminarias del soul y el funk. La lucha por los derechos civiles, la segregación, la miseria, la guerra, la desigualdad... El programa SOUL TRAIN se convertiría en el catalizador de toda aquella conciencia y música que palpitaba en los barrios bajos de Memphis, New York, Detroit, Chicago, L.A. o Filadelfia. Este hermano de Chicago (1936-2012), ex-combatiente en Corea, superviviente nato, pinchadiscos modélico, acumularía en su sublime programa infinitas horas de gloria musical. Un testimonio para la posteridad. Hoy lo afro, el black-power, el soul carnal y demás reliquias pertenecen a los viejos buenos tiempos del pasado. Tormentosas e insustanciales voces tipo W. Houston (por nombrada) y, cosas horribles como la música disco, acabarían rapidamente con el "rollo", alejando el mejor soul de las listas de éxitos. Para el recuerdo (y para escupir a la cara de raperos de pacotilla y pseudo estrellas soul-pop con feisbuk-tuiter actualizado que en mil vidas soñarían con llegar a la suela de los zapatos de un James Brown o George Cinton) queda el legendario y potente programa lleno de exuberantes bailarinas de ébano de Don Cornelius. El alzehimer hizo que se pegara un tiro en su casa de Mulholland Drive, supongo que olvidar todo lo que había sido no era una opción. Recuerda en paz.

DOCUMENTAL: EL ROCK EN EL CINE DE LOS 70

Nos gusta el rock and roll y nos flipa el cine, por tanto no es de extrañar que la fusión de ambos nos resulte un vício de lo más adictivo. Como tenemos un poco parada nuestra sección de CineRock, a falta de nuevos títulos este fantástico documental matará el gusanillo de la peña tumbera, sin duda. Durante la década de los años 70 el género cinematográfico-musical vivió su mejor época. Hasta ese momento tenía presencia, pero sería a raíz de una serie de títulos (The Last Wallz, The Buddy Holly Story, A Nacido una Estrella, Grease, Woodstock, Idolmaker, Fiebre del Sábado Noche, Blank Generation,...) cuando alcanzaría su cumbre y se afianzase, no solo en la sociedad, sino en la industria del cine americano para siempre. Biopics, documentales (rockumentales), operas rock, animación, directos, ficción... La lista es larga y nutritiva, así que visionad este docu "EL ROCK EN EL CINE DE LOS 70" que anda por la red infernal y disfrutad (y bailad) como posesos tal y como lo hemos hecho nosotros. De diez.

SALVATORE GIULIANO.

Ya se sabe lo que pasa con la historia y con los mitos. De la vida del célebre siciliano Salvatore Giuliano y su lucha sin cuartel contra el gobierno de su país, se han escrito libros (El Siciliano, de Mario Puzzo) y películas (El Siciliano, de Michael Cimino), pero cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Cierto es que se nos dan pistas: su ayuda al campesinado, su juego con la mafia, los americanos... Pero tal vez séa Salvatore Giuliano (1962), film de Francesco Rosi, el que proyecta una visión más acorde sobre la figura del héroe separatista. En cualquier caso las confabulaciones, traiciones y engaños solo las conocen quienes las cometen. Y si detrás de todo esto está la mafia, el poder y los políticos corruptos... entonces la muerte del Robin Hood siciliano estará rodeada de mayor misterio si cabe. ¡Viva la revolución!

ADIÓS A BEN GAZZARA

Todo cinemaníaco debería de llorar la muerte del tío Ben. Quedaban pocos como él. Un neoyorquino de sangre siciliana vecino del Lower East Side de Manhattan que escapó del destino de delincuente que le predisponía su entorno grácias a su vocación interpretativa. Estudió para esto del cine y el teatro en el mítico Actor's Studio. Allí tendría como mentor a Elia Kazan y se formaría como el gran actor dramático que és, amén de entrar a formar parte del clan cassavetes. Independiente, transgresor, rebelde, y por qué no, underground, su versatilidad a la hora de interpretar tanto cine de autor como cine comercial le llevaría a colaborar con cineastas tan diversos y reputados como Otto Preminger (Anatomía de un asesinato), Marco Ferreri (Ordinaria locura), Peter Bogdanovich (Todos rieron), los hermanos Coen (El Gran Lebowski), Todd Solondz (Happines), Lars Von Trier (Dogville), David Mamett (La Trama) o Vincent Gallo (Buffalo 66). Pero más allá del romance que tuvo con Audry Hepburn si por algo será recordado nuestro querído personaje, fue, como hemos dicho antes, por estar ligado al cine del maestro 'indie' John Cassavetes: Husbands (1970), Opening Night (1977) y The Killing of a Chinese Bookie (1976). Esta última, un lisérgico y satírico chiste en formato de cine negro (curioso y lógico, pues Cassavetes no tenía ningún interés en el cine de ''pegar tíros'', es más, lo odiaba) urbanita y desmitificador, casi 'documentado', que tiene al outlaw y perdedor de Ben Gazzara en uno de sus pocos papeles en lo alto del reparto. Añadir que nuestro desaparecido actor tiene los santos cojones de pasarse todo el metraje visiblemente borracho ¡y menuda interpretación brinda!,¡Qué labia! Estos tipos podían ser cualquier cosa menos predecibles o manejables... Cuanto se les echará en falta.

DON SHARP: VAMPIROS, BUCANEROS, SACERDOTES SUPERDOTADOS Y FU MANCHÚS (R.I.P.)

DON SHARP. Tasmania (Australia), 19 de abril de 1922/Londres (U.K.) 14 de diciembre de 2011 .-Los aficionados tumberos al fantaterror estamos de luto. En un triste comunicado (que parece no importarle a ni diós) nos enteramos del fallecimiento del que en su día fuera uno de los realizadores más frecuentes en el explendor de la "Casa de la sangre". Trasladado al Reino Unido en la posguerra (como veterano de guerra de las fuerzas aéreas de su país), trabajó como guionista y ocasional actor de cine y TV., siendo el responsable en 1958 de la primera película inglesa de rock and roll, The Golden Disc (repitiendo la fórmula poco después con It's all happening). Por aquel tiempo la Hammer estaba sumida en una crisis y necesitaban recuperar crédito. Sharp, que no era conocido excepto en los sótanos de la industria y jamás había rodado un film de terror ni nada que se le pareciera, sería el elegído para tratar de levantar el Estúdio. No sabrémos quien sería el avispado productor o ejecutivo de la Hammer que apostó por él, pero que se anote un tanto. Sin duda el lado más moderno y musiquero de este director de segunda tuvo mucho que ver. Debutaría con la genial KISS OF THE VAMPIRE (1963), consiguiendo todo un taquillazo y convirtiendose en uno de los realizadores estrella del cine de terror. En dicho film (en el que no aparecen ni Drácula ni Van Helsing, pero sí el pérfido doctor Ravna (Noel Willman), una suerte de gran maestre de una comunidad de no-muertos de la Baviera de 1910), Sharp consigue, con pocos medios, presentar una obra muy profesional, añadir toques hitchcockianos, dotar a la misma de un ritmo poderoso, fundir el film en una atmósfera espectral (esos frondosos bosques...; desde ya, marca de la casa) y, en definitiva, filmar un título hasta ese momento diferente al resto de los rodados por la productora británica. De ahí, coser y cantar. Le seguirían Devil-Ship Pirates (Los piratas del diablo, 1964) y la fallída (pero encantadora) Rasputín (1966), con el gigantesco Christopher Lee en el papel del lujurioso monje zarista. Con Lee tuvo buen feeling, juntos realizarían, además de Rasputín, las dos primeras entregas de la fantástica saga de Fu-Manchú. El legendario personaje ceado por Sax Rohmer resucitaría- a lo grande- de la mano de ambos en las estimables El Regreso de Fu-Manchú (1965) y Las Novias de Fu-Manchú (1966). Si bien el diabólico oriental que pretende dominar el mundo es el personaje que reina en la saga, ésta no estaría completa sin la irresistible presencia de su malvada y bella hija Tsai Chin, seámos sinceros. El director australiano afincado en Londres continuaría firmando nutritivas cintas de género fantástico: The Curse of the Fly (1965), es un excelente remake de La Mosca, el clásico de la sci-fi dirigido por Kurt Neumann que cuenta con el estupendo Brian Donlevy como protagonista; Psychomanía (1972), un psicotrópico y delirante film sobre una banda de moteros que descubren el secreto de la inmortalidad; o Witchcraft (1964)... labrándose un nombre como afinado artesano de la Serie B y ganándose el respeto de toda la comunidad de aficionados al mejor cine de terror gracias a sus películas con la Hammer. Otro de sus trabajos más logrados está fuera del campo del terror, estamos hablando de A Taste of Excitement (Juegos Asesinos, 1970). Se trata de una buena peli del género de espías en la que aparece la irresistible actriz germánica Eva Renzi, toda una belleza. Descanse en paz, maestro.

CINE DE AVENTURAS: ULTIMO TREN A KATANGA. Sodomizando, que paga Lumumba.

ULTIMO TREN A KATANGA (DARK OF THE SUN. Jack Cardiff; G.B., 1968).

El cine (antinatura) de acción actual ya no bombardea films de aventuras como este. No basta con reseñar que estamos ante un título "de culto". Hay que disfrutarlo, sin más. La cinta del inglés Jack Cardiff (Los Invasores, El Soñador Rebelde) tiene el sabor añejo de los grandes clásicos del cine de aventuras pretarantianos. Incomprendida en su día y relegada al olvido ("..he pagado por un film de aventuras, y usted, viola, ejecuta y sodomiza a todos sus personajes..", o algo así le vinieron a decir los mandamáses de la M.G.M. a su director), el tiempo le ha devuelto su verdadero explendor. Ultimo Tren a Katanga, además de incomodar, causó polémica (allá por Mayo del 68 no se andaban con chiquitas). Rigurosamente realista, Cardiff no se cortó a la hora de tratar temas complejos como el colonialismo, el racismo, la política o la violencia. En medio de una colosal sucesión de planos y contraplanos y encuadres crispados asistimos a todo un arsenal de hostilidad, crimen, repugnancia o crueldad, en una 'tensión' dificil de encontrar en el Hollywood de hoy. Suerte que el cine clásico siempre estará ahí para satisfacer nuestras necesidades. Y si és tan arriesgado, visceral y, politicamente incorrecto, mejor que mejor. La trama... Al exótico Congo, durante la descolonización de su República Democrática, entre cruentas rebeliones de los guerreros Simba y las huestes del presidente Lumumba (en la peli se llama Ubi), en lucha por la sucesión del territorio de Katanga, rico en minas de diamantes, llegan dos mercenarios de distinto caracter: el capitán Curry (Rod Taylor), duro profesional norteamericano que actúa por dinero; y el sargento Ruffo (Jim Brown), un congoleño que ama y solo piensa en el futuro de su tierra (;el contrapunto de ambos sería el sanguinario capitánSS Henley (Peter Carsten)). El objetivo (no oficial) es recuperar cierta cantidad de diamantes de un poblado bajo dominio rebelde, que servirán para saldar la cuenta que el presidente Ubi tiene con el gobierno belga por la ayuda prestada en la contienda, y de paso, si se puede, salvar la vida de los lugareños. Para la suicída aventura arman un tren hasta los dientes. La máquina de matar está lista. Un alucinante viaje de ida con regreso al punto de partida.

ACTORES DE PRIMERA, ESTRELLAS DE SEGUNDA. (In Memorian)

Actores de primera. Estrellas de segunda. Los grandes secundarios del cine norteamericano. (Alejandro Herraiz. T y B Editores, Madrid 2011, 543 págs.). Necesario un libro como este para recopilar de una vez por todas los nombres 'en letra pequeña' que aparecen en los créditos de la historia del cine americano. Una guía completísima para picotear en los mejores actores de reparto, aquellos que iluminaban el encuadre y agrandaban el nivel de muchos films. R Morley, Ben Johnson, P. Clarkson, John Elam, K. Freeman, C. Trevor, T. Ritter, E. Arnold, J. Carradine... y tantos otros olvidados craks que, como ustedes saben, venimos reivindicando desde estas páginas cada vez que tenemos la ocasión. Actores que alcanzaron el estatus de protagonista llegando del segundo peldaño, a estrellas que acabaron como secundarios de lujo. Sin contar los que siempre aceptaron con gusto su papel de segundones. Si no están todos, casi. Todo cinemaníaco debería tener una copia de semejante libro reivindicativo. Toda referencia dispone de fotografía, filmografía, datos biográficos y un texto informativo-valorativo. Una delicia. Sirva esta reseña para acordarnos de 2 de los actores incluídos en este libro que han perecido recientemente. Actores que aunque los hayas visto una sola vez en una película les recuerdas de por vida. Bill McKinney es uno de esos hombres. Falleció el pasado 1 de Diciembre a los 80 años, debido a un cáncer de esófago. Todo aquel que viosionara la ilustre Deliverance (Defensa) le recordará por interpretar a uno de los salvajes y famosos pueblerinos que salían en la cinta de Boorman. No digamos los amantes de los films eastwoodianos. Se le pudo ver en el western El Fuera de la Ley, en Bronco Billy y en la alocada Ruta Suicida. Harry Morgan también falleció en Diciembre pasado, el día 7, tenía 96 tacos, y se lo llevó una pulmonía. Si por algo lo recordamos con cariño fue por su interpretación como Coronel Potter, en la cachondísima M*A*S*H*, si bien en sus inicios participó en fenomenales westerns como Incidente en Ox-Bow, Solo ante el peligro, El ultimo pistolero o La conquista del Oeste.

CINE DE ANIMACIÓN.

FILM NOIR (Jud Jones, Risto Topaloski. 2007). Cine negro de animación para adultos. Toda una grata sorpresa para los aficionados del género. Mayoritariamente serbia pero co-producida en EE.UU., el film viene, como su título indica, a rendir homenage a todas aquellas cintas en blanco y negro protagonizadas por irresistibles femme fatales y antihéroes engañados, surgidos de la imaginación de un Chandler, un Hammett, y demás maestros de la trama negra norteamericana. Estéticamente excelente, musicalmente aderezada con sutiles toques jazz, y con el ritmo perfecto, la trama irradia lo que todas aquellas grandes películas dramáticas de los 40: placer. El film da comienzo en el monte Hollywood. El Marlowe de esta historia, el detective privado Sam Ruben, sufre amnésia. No és la persona que parece ser. Con una trama a lo "Carretera Perdida" de David Lynch, la búsqueda por descubrir su identidad y el plan que lo ha metido en líos se nos irá desvelando paulatinamente. Tan necesitados como estamos de buen cine una película como esta anima la tarde. No se la pierdan.

UNA SAGA DE CULTO: "DETRÁS DEL PLANETA DE LOS SIMIOS"

Secuelas, precuelas, series de tv., remakes, comics, merchandising, libros... Metáforas (irónicas) aparte, todos conocemos lo que puede dar de sí una historia tan magistral -y tan universal- como la de El Planeta de los Simios. Aberraciones al margen (el último estreno relacionado con el film sin ir más lejos), el film creado por Franklin J. Schaffner es hoy un título primordial de la historia del cine, y no solo de la ciencia ficción. Pasarán los años y seguirá acumulando valor. ¿Quién no se ha extremecido con ese maravilloso final? Imposible olvidarse de semejante "shock"; sobretodo si te ha pillado a una temprana edad. El hecho de que exista un documental como "Behind the Planet of the Apes" no hace más que poner de relieve la grandeza e importancia de esta película de culto. Los fanáticos del astronauta Taylor, del sabio Dr. orangután Zaius, de la dulce chimpancé Dr. Zira y los demás simios creados por el genial maquillador y ortopedista John Chambers (Star Trek, Perdidos en el espacio, Los Munsters...), disfrutarán como bellacos con los secretos y curiosidades que hay detrás de este clásico. Un documental que se disfruta con encanto. En el que a través de los comentarios de sus protagonistas y creadores: el publicista Arthur Jacobs que compró una novelucha al escritor francés Pierre Boulle; Helston, la estrella de Hollywood que decidió apostar por una película por la que nadie apostó; el nuevo mandamás de la Fox Richard Zanuck, cuyo concurso relultó crucial para llevar a buen puerto el proyecto; el dificil trabajo con el guión de Rod Serling primero y, Michael Wilson después; la música tenebrosa y opresiva compuesta por el gran Jerry Goldsmith, que le valdría un Oscar; la estupenda fotografía de Leon Shamroy; la impresionante caracterización del actor Roddy McDowall (Cornelius) bajo un maquillaje que marcó una época; los monumentales paisajes y localizaciones exteriores (los desiertos de Utah, el entorno del rio Colorado, y en el propio 'estudio-al-aire-libre', o Rancho, que la Fox tenía en Los Angeles, California, hoy día reserva natural) elegidos para filmar....; y de todas las mil y una curiosidades y pormenores que sobre el film se nos cuenta, recibirémos este documental con cierto grado de nostalgia también. Cierto que hay foros y páginas web especializadas en las que poco queda por discutir, y descubrir, sobre el tema. Los simiescos eruditos ya estarán al tanto. Pero para los que se conformen con pasar dos agradables horas frente al televisor, disfrutando a la antígua usanza, como buen tumbero, uno no puede pasar por alto un documento como este ¡y en primera persona!. Aunque solo sea para rememorar por enésima vez la imagen de la estátua de la libertad hundida en la arena de aquella playa... Y las muy humildes continuaciones de tan fantástica saga.

DOCUMENTALES: "AMERICAN GRINDHOUSE"

Entretener a la audiencia y hacer dinero. De eso se trataba. Así de simple. Desnudez, sexo, violencia, monstruos de pacotilla... Cine chungo, raro, friki, hecho con cuatro duros por tipos con mentes visionarias y calenturientas. Material cuestionable en muchos casos y tremendamente divertido y, peligroso, en el resto de la oferta. Aquellos cines de barrio pasaban en dobles programas todas las películas desechadas por los grandes estudios. Negocio al margen de Hollywood. Así era el mundo de los Grindhouses, todo el día y toda la noche. Un lugar al que acudir si querías tener experiencias que contar. Como moscas a la miel, cientos de aficionados al cine clandestino se veían atraídos por impresionantes carteles publicitarios, que demasiadas veces prometían mucho más de lo que realmente ofrecían. Además de visionar todo tipo de cine explotation (terror, nudi-movies, blaxploitation, gore, biker-movies, nazi-movies, prison-movies, porno...), en aquellas butacas amparados en la oscuridad y la más absoluta libertad tenían lugar todo tipo de juergas y fiestas. Hay una escena en la fabulosa "Cowboy de Medianoche" donde se puede apreciar lo que, en esencia, representaba el mundo de los Grindhouses. Larry Cohen, Jack Hill, Joe Dante, John Landis, Lewis Teague, Herschel Gordon Lewis, Fred Williamson... son los invitados más cualificados para contarnos toda esta fascinante historia. Un documental que ningún tumbero debería perderse. ¡Qué tiempos aquellos, señores!