domingo, 12 de agosto de 2012

HENRY HILL, MAFIOSO DE PELÍCULA.

¿Os acordáis del mafioso chivato interpretado por Ray Liotta en el filme de Scorsese Uno de los nuestros?... pues el original se llamaba Henry Hill y la palmó el pasado junio en Los Angeles a los 69 años de edad, después de montárselo prodigiosamente en el mundo del hampa pasando de aprendiz que avanza en el escalafón del crimen organizado a base de chanchullos, balazos y emboscadas para cagarla luego y dar un giro a su carrera traicionando a sus socios y convertirse en confidente del FBI. Para la mafia lo reclutó con apenas 13 tacos Paul Vario, responsable de la familia Lucchese. Hill un mocoso de Brooklyn de sangre irlandesa-siciliana soñaba con ser un gangster desde que los había visto alternando en el bar de la esquina. La suya fue una ascensión fulgurante por el respeto que le granjeará una detención prematura en la que no se chivaría a la pasma de sus colegas. Presumía de no haberse cargado nunca a nadie. Pero fue testigo y cómplice en muchas actividades que remataban con una pala en la mano... pregúntenle a Thomas DeSimone/Joe Pesci y Jimmy Burke/Robert de Niro, dos mafiosos de cuidado, si exageramos. En los buenos tiempos, antes de colaborar con el FBI, convertirse en testigo protegido y emprender una existencia nómada que le llevaría a vivir en Nebraska, Kentucky, Seattle y California y acabar mendigando como contertulio en programas basura de la televisivos, Hill y su esposa Karen cenaban en las mejores mesas del club Copacabana y se dejaba ver con cantantes y estrellas de Broadway. "Salíamos unas cinco o seis noches a la semana", recordaba, "el FBI calcula que han pasado por mis manos unos 200 millones de dólares. Pero los dundí todos en mujeres, drogas y caballos lentos". Las víctimas de sus palos más célebres fueron aerolíneas europeas: Air France y Lufthansa. A la francesa le arrebató unos 420.000 $ en abril de 1967 emborrachando al que custodiaba el dinero y poniéndole en suerte una prostituta. A la alemana se calcula que birló unos cinco millones de dólares en el 78 en un robo que batió todas las plusmarcas. Hill demostró que quería redimirse, o por lo menos lo intentó. Empezó por delatar a sus amigos, emprender una nueva vida; abrir un restaurante, crear una marca de espaguetis..., pero sin salir de la actividad criminal (broncas y estupacientes). Nunca lo lograría del todo. Pero el tío duró bastante tiempo para lo que suele durar un chivato en este mundillo, y por encima le hicieron una peli. Y como no, es historia por ello. Descansa en paz Henry Hill.

3 comentarios:

  1. ¡¡¡una marca de spaghettis!!! ja,ja,ja me parto de risa.

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  2. Hay cada uno por ahí... Hablando de máfias, el otro día leí que uno de los dos fundadores de la editorial D.C. cómics (no me acuerdo el nombre) allá por los años 30, resultó que tenía contactos con Lucky Luciano y cía. y además no los ocultaba. Ya sé que los USA son lo que son en cierta medida grácias a la máfia, Pero...¿los cómics?. Tío, hay cosas que nunca dejarán de sorprendernos

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  3. No te pierdas el cap 1 de la sexta temporada encarcelados en el extranjero donde sale la historia de HH. Desde luego Godfellas clavo su historia.

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