viernes, 27 de septiembre de 2013

TUMBA ABIERTA PARA KAREN BLACK. Adiós a una musa del cine rebelde

El 8 de agosto pasado se nos fue para siempre la primorosa Karen Black, musa del Nuevo Hollywood. A tan  destacada actriz norteamericana la recordaremos (damos por supuesto que a nuestros lectores les gusta el buen cine) por ser parte secular de todo aquel esplendor fílmico rodado en los años 70. Su trayectoria y talento interpretativo queda patente en decenas de películas emblemáticas como Easy Rider, Nashville, El Gran Gatsby, Como plaga de langosta, Mi vida es mi vida o Family Plot (La Trama)... Una hembra sápiens de armas tomar, poseedora de una 'monstruosa belleza' marca de la casa. Una seductora, sí, como lo oyen. Sus papeles de treintañera rebelde, testadura e independiente -a las órdenes de grandes directores como Robert Altman o el último Hitchcock, y dando réplica a colosos de la talla de Mía Farrow, Redford, Nicholson, Fonda o Bruce Dern- la convertirían en referencia femenina y seña directa de todo aquella irrepetible generación de cine contracultural, contestatario y primordial bañado en ácidas utopías lisérgicas. Después de haberse codeado con la élite de Hollywood Karen encontraría refugio trabajando para la noble Serie B. Digamos que tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos (la Cienciología requería de todos sus emolumentos hasta tal punto que acabó arruinada cuando abandonó la secta). Saltaba de aquí para allá: Fue la azafata en la comercial y taquillera "Aeropuerto 1975", invitada de series de TV como "Law & Orden", prota de pelis de terror kitsch de nuevo cuño ("Stuck"), cantante country, monologuista en Broadway, inspiración para bandas glam-punk (The Voluptuous Horror of Karen Black) ...Y así sería hasta sus 69 años cumplidos. Esta señorona supo vivir en la trastienda del éxito sin que se le cayeran los anillos por ello.
 Con cierta tristeza recordamos hoy el nombre y sonrisa de Karen Black, actriz 'poco convencional' y mujer tumbera donde las halla. Salió del Actor's Studio de Lee Strasberg  para interpretar con tesón a putas, transexuales, asesinas, ladronas, camareras ingénuas... o cualquier papel que le echaran por delante en más de cien películas. De sus últimos días, ya enferma de cáncer, resaltar el homenaje que le concedería nuestro amigo Rob Zombie a la musa de Illinois requeriéndola para su tremenda "La casa de los 1000 cadáveres", todo un detallazo. En este cochambroso ciberfanzine también quisimos tener un pequeño detalle con  madame Black y así os lo hacemos saber. Un rostro salvaje que puso su granito de arena para que el séptimo arte nos enganche sin remisión. Descansa tranquila hermana Karen... tú ya has cumplido.


domingo, 22 de septiembre de 2013

NIKKI SUDDEN: TREASURE ISLAND Y EL COFRE DEL FINADO BUCANERO

Tesoro de gemas y turquesas lucídas sin opulencia alguna por el alma atormentada de un pirata poeta del rock. Hoy desenterramos un doble disco perdido en las profundidades costeras de una desértica isla de nombre Injusticia. En su plateado cofre de bucanero abandonado a su suerte despuntan profundas y sinceras melodías de autenticidad musical, testimonios de un personalísimo y enardeciente rock&roll -cosecha 70's- aterciopelado y piadosamente austero. Se lo acabaría tragando el mar enfurecido, estaba escrito, pero antes navegaría por los siete mares con la vela henchida y el viento de cara; como todo nostálgico, duro y apasionado bandido del rock. Este filibustero sellaría su fama y turbado valor de intrépido navegante primero con los Swell Maps y más tarde tripulando un galeón de nombre Los Jacobitas (hasta su dispersión en el 86). Como dueño de su propio destino, castrado de lujos y fama, NIKKI SUDDEN (1956-2006) gravita entre la indiferencia y el olvido a la espera de un mendrugo de gloria que nunca llegará. El londinense pertenece a aquellos hijos del abismo cuyas almas forman parte del desprecio y del desdén. En sus viajes de bandolero proscrito ancla sus riffs distorsionados, pianos, harmónicas, palmas y voces fuera de tono, en sucios puertos pasionales y conmovedores. Uno de tantos prisioneros de su propia alma, que ponen rumbo fijo al infinito saqueando las bodegas de cada taberna y burdel en el que atizan a la chusma su ley de vida. Furtivos rebeldes sin derecho al reposo eterno a los que siempre negarán el pan y la existencia.
 No se escuchan tentadoras Sirenas en este mar de canciones malditas -que a primera escucha parecen en calma- pero todo en él suena sencillamente tierno y encantador. Las velas de este Treasure Island (2004) ondean la esperanza de la resignación, toda la mágia de una fuerza, tesón y destreza aprendida a base de golpes y castigos que le convirtieron en mito: Un curtido lobo de mar de vuelta de todo, un compositor con estela de clásico maldito del rock.
Entre manos -como si el trobador inglés presintiese que estaba ante uno de sus últimos viajes de saqueo y placer (como así acabaría siendo: el póstumo, el mismo año de morir, se tildaría "The truth doesn't matter")- Nikki nos brindaría luna de sus mayores proezas: TREASURE ISLAND; dentro de una extensa carrera bandolera que cuenta con más de cuarenta Lp's, multitud de colaboraciones (Wilco, Barracudas, Dogs D'Amour, REM, Mick Taylor...), variedad de rumbos estilísticos, toneladas de romanticismo y multitud de conciertos por todo el globo...
Si eres de los que te emocionas sobremanera con 'el "otro rock", ese que se hace tras las barricadas y que despista a la marabunta, esa clase de canciones sencillas que esconden riquezas y que ganan puntos con cada nueva escucha,.. date por afortunado. Tendrás uno de esos discos hechizados de aventura y sangre. Un cansino Nikki surca las aguas de un mundo en el que Dylan, los Beach Boys, Thunders, Marc Bolan, Ron Wood, Ronnie Lane, J L. Pierce, R.S. Howard, Jeremy Gluck, Conan Doyle, Richard Thompson, Chuck Berry, Rod Stewart, Hank Williams, Gram Parsons, Ian Hunter.. y demás raíces germinales, le sirven de inspiración. El primer cañonazo a estribor es "Looking for a friend". La canción señala el mapa del tesoro, el rumbo al infinito, el explendor de una estrella. Busca una pala y escarba bien hondo. Tal vez te guste lo que encuentres....

viernes, 13 de septiembre de 2013

TE PRESENTO A... CURTIS HARRINGTON: ESTETA DE LA DECADENCIA

Cineasta proscrito del cine fantástico-terrorífico norteamericano hoy denigrado.  Pocos tuvieron el coraje (y la obsesión) de filmar la decadencia y degradación de Hollywood y su mundo de la manera en que Curtis Harrington lo hizo. Son muchos (compañeros de profesión, criticos especialistas ...) los que creen que se volvió loco de remate. Poseía talento de sobra para convertirse en 'director de cine Hollywodiense', bien remunerado y respetado por todos, pero prefirió vivir voluntariamente al margen de todo ese circo. Lejos de esa 'estandarización' que proponen los grandes Estudios buscó la alternativa de una honestidad artistica creando el suyo propio. Fue su modo de rebelarse contra lo que él consideraba 'gris cotidianidad', apostando por alejarse de esos 'viejos clichés' y filmando cine de género que además de terrorífico resultase culto, lúcido y divertido. Un género, el de lo fantástico, que le reportaba una absoluta y total libertad para perpetrar proyectos personalísimos con los que reflexionar y explorar sus miedos y deseos más intimos. Sus películas son ni más ni menos que el refugio emocional del autor. Films irónicos, metafóricos, perversos y retorcidos que surgen del imaginario de una mente 'emocionalmente inestable'. Harrington necesita exorcizar  sus fantasías más intimas, pesadillas culturales, orientación sexual, narcisismo e incertidumbres varias volcandolas en el interior de sus obras. Así que prepárense para una sesión de 'cine de autor' (que dirían los franceses), y de grotesco underground, repleta de símbolos oníricos, laberintos emocionales, desasosiego, lirismo, sordidez, ambigüedad y autodestrucciones a la carta.

CURTIS HARRINGTON (Los Angeles, California, EE UU, 1928 - Hollywood Hills, California, 2007) con tan sólo 14 tacos coge su cámara de 8 mm y adapta el relato La Caída de la Casa Usher de Edgar Allan Poe en lo que sería toda una declaración de principios. Estudia cine en la Universidad de Southern California pero entra a trabajar en la Paramount desde abajo, como 'chico para todo'. Entre idas y venidas al Viejo Continente, curres como crítico en revistas especializadas y voyeur del horror a tiempo parcial, dirige cintas experimentales hasta que el gran Roger Corman lo coge bajo su batuta y le da la oportunidad de enmarcarse en el género largo de ficción con Night Tide (1961) (interpretada por un jovencísimo Dennis Hopper). Luego vendrían estupendas obras como Queen of Blood (Planeta Sangriento.1966), Whoever Slew Auntie Roo? (¿Quién mató a Tía Roo? 1971) y What's the matter with Helen? (¿Qué le pasa a Helen?. 1971), Killer Bees (Abejas Asesinas. 1974), The Killing Kind (1974) o Ruby (1977); trabajos que le canjean cierta notoriedad entre los acólitos de las rarezas elegantes de la Serie B y tumberos crápulas como nosotros. Además le acompañan por el camino honorables compinches veteranos inmersos en mil batallas y, como no,  afines al sentir de este fanzine: Gloria Swanson, John Savage, James Caan, Katherine Rose, James Coburn, Richard Crenna, David Carradine o la apabullante Shelley Winters entre otros (a 'Mamá Sangrienta' -en la foto1 con el Tío Curtis- habría que dedicarle un reportage a tumbaAbierta como de verdad se merece). De poco le servirían al director todas estas diabluras en cinemascope. Como todo discriminado de la vida, pasaría a rodar capítulos de Los Angeles de Charlie, Dinastía, los Colby y similares bodrio-series para televisión, ya madurito, con los que poder llegar a fin de mes. He aquí nuestra pasión desfasada por directores malditos como Harrington y deber de buen tumbero rescatar su cine del limbo del olvido. Asístan pues, con detalle y total complicidad con el cine de este maestro arrinconado, al visionado de dos de sus mejores películas: ¿Quién mató a Tía Roo? y ¿Qué le pasa a Helen?. Estas dos joyas polvorientas son claros ejemplos del subgénero denominado psycho-biddy o hag horror, -o como se conece a aquellas pelis de terror en las que una(s) mujer(es) mayor(es), papeles que recaían casi siempre en una actriz en decadencia,  suponen un peligro para los demás debido a su locura (recuerden el magnífico film de Aldrich que fomentó tal corriente: ¿Qué fue de Baby Jane?)-. Estamos seguros que entenderán así la complicidad y deleite que profesamos por semejante individuo. Dos sublimes espectáculo de barraca de feria, apoteósis bizarra y cuento de hadas de terror pulp sobrados de idiotez intelectual. Cine sin fecha de caducidad: No apto para niñatos. La falsedad del sueño(cine)americano parodiado con saña y poderío. De su síntesis crítica no se libran ni la religión, ni los magnates de Hollywood, ni las rutilantes estrellas del negocio, ni los films que la gran mayoría de estas estrellas interpretan para los grandes y dominantes Estudios ('Cantando bajo la lluvia' o 'El Soltero y la Menor' son señaladas en ambas cintas a este sentido). En definitiva, el esteticista de la decadencia americana: el señor Curtis Harrington en persona, junto con su alocada visión e incomparable estilo, gozan de toda nuestra admiración y respeto. ¡¡Ay, si aprendieran otros la lección de estas gentes inviolables del ayer!!...



sábado, 7 de septiembre de 2013

THE RICHMOND SLUTS. Si quieres marcha... ¡yo te la voy a dar!

Esta semana toca desempolvar a los desaparecidos Richmond Sluts. Desde el rincón del pinchadiscos queremos celebrar con ganas el final del verano, a toda pastilla y cerveza en mano. El disco seleccionado no es más que otra reivindicación de nuestros gustos tumberos por el rock sucio y visceral. Guitarras stonianas, chupas de cuero, parches de los Sonics y melenas ramone. Un punk de garage que recuerda el hacer de bandas seminales escuela NERVOUS EATERS que tanto queremos en esta casa. Si bien los Sluts no llegan a alcanzar las cotas sentimentales que genera el culto a la banda de Steve Cataldo, su primer y único disco lanzado en el lejano 2001 bajo el sello Disaster Records y titulado simplemente como el grupo: THE RICHMOND SLUTS, supuso una enorme y agradable sorpresa en su momento. No solo por recordarnos a los Eaters u otras formaciones representantes del "Boston Style" sino por la osadía chulesca de recuperar viejas fórmulas gamberras de los 60-70's que en su día parecian tan olvidas y denostadas por la gran mayoría de jóvenes rockeros americanos. El 'experimento sonoro' de los de Richmond no cuajó en el tiempo y tuvo escasa aceptación (estaba cantado, claro), pero doce años después confirma que los que en su día apostamos por este disco no nos estábamos equivocando. Este desastrado trabajo (la producción del Lp suena así de guarra a propósito) resiste la mar de bien el paso de los años. No sería exagerado decir que estamos ante un disco de culto, subterráneo... pero de culto. El vinilo -ilustrado con tan deliciosa portada- arranca con la apoteósica "Take you home" y se apodera de tí un tembleque en la (entre)pierna que ya no para hasta que se levanta la aguja al final de "Drama Girl". Si son de los que todavía no han descubierto a 'Las Guarras de Richmond' es hora de arreglar la situación...
Como complemento al talento barriobajero del que fuera lider de la banda y principal compositor, Shea Roberts, recomendamos el posterior disco que lanzó con sus BIG MIDNIGHT  "Every thing for the first time". Este disco es una propuesta claramente distinta a la de su anterior banda (estética y musical) pero igual de reseñable. Una demostración de que el rock and roll puede tocarse y expresarse de diversas maneras siempre que regreses a la selva de los clásicos, y si suena jodidamente stoniano y setentero mucho mejor.

domingo, 1 de septiembre de 2013

TE PRESENTO A... JOHN MILIUS: DESTERRADO REBELDE DE HOLLYWOOD

El documental a punto de estrenarse "MILIUS: Man Myth Legend. (2013)" es la escusa perfecta para honrar y ensalzar -en vida, ojito- a uno de los grandes del cine tumbero. Ya les hemos comentado en más de un párrafo de esta revista virtual la admiración y lealtad que sentimos hacia todo lo que lleve la firma MILIUS.  Somos incondicionales eternos del hombre que parió películas tan notables como "El Viento y el León", "Dillinger", "El Gran Miercoles" o "Conan el Barbaro". Dificil desprenderse del tufillo cinemaníaco que desprende este polémico director americano. Películas que pertenecen a distintos géneros cinematográficos pero a las que les une el espíritu libre y rebelde, depositado a conciencia por el propio autor. Un cine perteneciente a la última década dorada 'made in Hollywood'. Aquella que abanderaron apellidos tan ilustres como los Coppola, Scorsese, Cimino, Lucas, Altman, Spielberg ... u otros menos mediáticos como Schrader, Friedkin, Walter Hill o De Palma (venga el caso citar los directores vivos que nos gustan más y que todavía siguen a su bola, intentándolo) y demás hornada de reyes del clan rebelde que asoló Hollywood allá por finales de los 60 y cambió para siempre la forma de hacer (y vender) películas. Alumnos que barrieron a sus anticuados maestros del mapa y que coparon el 'Nuevo Cine Americano' para sí. Esa 'revolución americana setentera' de la que tanto nos gusta charlar que revolucionó el cine y nuestras mentes adolescentes para siempre. La amistad (inicial) y colaboración entre todos los componentes de este grupo de colegas cineastas fue clave importante en toda aquella revuelta (contra)cultural. Milius no goza del mismo estatus (ni crítico ni social) que el de exitosos amigos suyos como Spielberg o George Lucas; directores que representan la antítesis de su ideal cinegético. Su suerte y fortuna siempre fueron menores, eso seguro. Pero entre nosotros Milius estará a la altura de cualquiera de aquellos compañeros y amigos suyos de generación con los que se le quiera comparar. Sin ir más lejos sin la escritura gonza de este señor jamás hubiese existido un film de culto como "Apocalipse Now"..., o al menos, tal y como lo conocemos hoy. Mejor visionen este documento atentamente, y descubran -sin intromisiones tormentosas- el talento en la sombra de esta figura cormaniana por ustedes mismos. No se crean lo que cuentan las malas lenguas... Que si fascista, violento, machista.... Sí, Milius va armado hasta las cejas, cabalga olas con los Marines en su tabla de surf y escucha rock and roll diabólico a toda pastilla ¿y Qué? Ser inclasificable, independiente, testarudo, transgresor, indomable, luchador, fiel a sí mísmo y, demás virtudes politicamente incorrectas, tiene un precio a pagar: Rechazo, malentendidos, censura, destierro, obstracismo, olvido... Por nuestra parte solo decir, que a tipos así, los defenderemos y reivindicaremos a tumba abierta en esta casa. Nuestro cariño y admiración por John Milius y todos los de su estirpe. Forjadores de sueños, románticos aventureros que defienden y contagian su pasión por el cine a tumberos proscritos como nosotros. Venditos cabrones todos.
Apéndice: Sorpresa supuso el verle al frente creativo de la serie de la HBO "Roma". Ya hemos hablado de lo mucho que nos gustó esa televisiva revisión, polémica y visceral, de la Historia del antiguo Imperio Romano. Exultante de violencia y dramatismo sirvió para recuperar la sombra de este desterrado tiparraco que nunca ascendió a las alturas porque sabía que luego la caída sería mucho peor.)