lunes, 29 de septiembre de 2014

EN BUSCA DEL CINE PERDIDO: "ÚLTIMOS DÍAS DE LA VÍCTIMA" (Adolfo Aristaráin, 1982)


Un poco de ternura y Mendizábal (Federico Luppi) se nos desarma. Él, asesino profesional a sueldo de políticos y empresarios mega corruptos, sicario pulcro y sabio que vende su pistola a quien la pueda pagar, un individuo que normalmente cuando tiene que matar es por algo... acabará disolviéndose como un azucarillo víctima del afecto y la seducción. Este solitario necesitado de amor, hundido en sus muchas contradicciones, pronto se dará cuenta de que algo no funciona con su nueva víctima, que quizás este nuevo objetivo no sea tan "matable".

Estamos ante uno de esos densos y perversos thrillers de culto que nos vuelven tarumbas. Un deslumbrante neo-noir argentino de tono muy contenido y sin apenas diálogos, basado en la novela homónima de Jose Pablo Feinmann y dirigido a quemarropa por un Aristaráin en estado de gracia. Podía haber sido giallo italiano, yakuza-eiga japonés, si acaso film-noir francés... pero es cine negro de La Plata. En "ULTIMOS DÍAS DE LA VÍCTIMA (1982)" se aprecian referencias genéricas y visuales que la emparentan con títulos que están en nuestra lista de clásicos canallas: Scorpio (Michael Winner, 1973), Hard Contract (S. Lee Pogostin, 1969), Point Blank (John Boorman, 1967)... Aunque la más evidente de todas esas influencias repose en la obra maestra de Coppola "La Conversación" (1974), y, rebuscando un poco más, en un film hoy olvidado de Robert Mulligan titulado "El Hombre clave"(The Nickel Ride, 1975), interesante película que rara vez se menciona cuando se analiza la obra del director de "Matar a un ruiseñor". Incluso habrá quien sincronice "La Ventana Indiscreta" (Rear Window; Alfred Hitchcock, 1954) con toda esta historia negra de la Pampa...


CURIOSIDADES DE UN THRILLER DE RESONANCIAS METAFÍSICAS ...

- "¡CÓGEME, CÓGEME!" ("¡Fóllame, fóllame!")... Era la primera vez que se decía algo así, tan crudamente, en el cine argentino (Aristaráin tuvo que ensuciar un poco el sonido en dicha escena entre Soledad Sylveira y Luppi para que no se notara tanto). Debido a alusiones sexuales de este tipo la película tuvo algunos problemas con la censura, pero a cambio de modificar alguna secuencia, pasaron por alto otras cosas: como los símbolos militares en el escritorio del tio que le paga a Luppi por matar gente...

- LA CINTA gustó a críticos y crítica (ganó el festival de Huelva), pero en taquilla, sobre todo en Argentina, no funcionó tan bien como el anterior trabajo de la dupla actor/director, "Tiempo de revancha". Adolfo lo achaca a que el estreno se produjo en los mismos días en que empezó la guerra de Las Malvinas...
- ... Aunque otros apuntan a que el motivo de que no gustara tanto al público se debió al cambio de arquetipo de Luppi, convertido en un asesino con el que resultaba dificil identificarse. Por cierto, Don Federico está inconmensurable.


lunes, 22 de septiembre de 2014

EL RINCON DEL PINCHADISCOS: "I hate freaks like you" (Dee Dee Ramone)


Dee Dee fue el ramone más subestimado. Solo los necios se atreverían a restarle el mérito que le corresponde, pues todos los tumberos sabemos que los salivazos más pegajosos provenían del insalubre cerebro del bajista y miembro original. Tras su despedida (dejémoslo ahí) es justo decir que comenzó la inevitable cuesta abajo de la banda neoyorquina (vale, las canciones que firma su sustituto CJ y alguna otra más de Mondo Bizarro no están mal). Mientras sus hermanos de sangre exprimían la fórmula familiar entre bostezo y bostezo vinílico (vale, resolvían la ecuación siempre que se subían a un escenario de eso no cabe duda) va el muy cafre y se factura un disco que es toda una declaración de principios, un regreso a los orígenes ramonianos que no por bruto deja de ser tonificante y revitalizador. Las composiciones de "I HATE FREAKS LIKE YOU" (1994), título jodidamente genial, supuran rock'n'roll ramoniano (y neoyorquino, oigan) por los cuatro costados. Son canciones con agallas. Por aquel entonces el grunge se deshidrataba y los nuevos oyentes fijaban su atención en un renaciente mosaico de sonidos punteros que jugaban a fusionar, reinventar y experimentar con el rock (Mercury Rev, Mark Lanegan, Sonith Youth, Jon Spencer, PJ Harvey o Yo la tengo, entre otros). De ahí el valor añadido que supuso el lanzamiento de este puñado de temas estandarte. Un Lp repleto de auténtico punk-rock que transportaba a uno veinte años atrás, a la sala de máquinas del CBGB en plena mitad de los 70, pasándose por el forro las modas imperantes y pariendo un disco que ha quedado como el  último gran/mejor trabajo de un ramone en solitario (hasta que en 2002 apareciera el "Don't worry about me" de Joey, eh.). Aquí no encontrarán punteos metasofisticados, riffs pesados y dramaturgicos, arreglos subversivos..., no, esto que pincho a todo volumen en mi rincón tumbero no es más que simple y rica dinamita esquizoide, blues intravenoso, las angustias profundas de un Dee Dee que dejó de lado sus paranoias hip-hoperas para rozar la excelencia punk-rock con la absoluta libertad de tocar y cantar como el culo rock'n'roll animal en su estado más puro y salvaje.

lunes, 15 de septiembre de 2014

SOLO NOS QUEDA SOPHIA (Obituarios y mala leche)

 Kaiserxoze, un tumbero cabal (y encima buena persona), resoplaba a los cuatro vientos en las páginas de comentarios de este ciberfanzine cochambroso que estaba "hasta los huevos de los obituarios". Lo que podría sonar a boutade del amigo Kai no es más que un  incuestionable subrayado de la realidad, un alarido de rabia, un arrebato de pasión. "Se nos ha ido la Bacall ¿quién queda? ¿Olivia de Havilland?", acuñaba a posteriori nuestro apesadumbrado colega. Los que tenemos la sangre emotivamente caliente entendemos el porqué de tales lamentaciones y las compartimos. Año tras año mes a mes nos cansamos de recibir mazazos que merman el patrimonio cultural de nuestra especie para-siempre-adiós. Con mayor o menor dolor, en un tono o en otro, a grito pelado o entre susurros, cada uno a su manera (y no siempre con justicia cara el legado del difunto),  llegará el lastimoso día en que tengamos que despedirnos del hombre que vendió su alma al diablo para poder rodar ese film que cambiaría nuestras vidas, el compositor que grabó la melodía de esa canción que tu llamarás por siempre "mi canción", aquel actor al que le bastaba una mirada para hacértela sentir, el escritor que garabateó esos versos que jamás se borrarán de tu memoria...  Serán pérdidas irreparables como las recientes de Eli Wallach o Lauren Bacall últimos guardianes de la llama sagrada del cine clásico cuyas arcaicas hazañas y leyendas quedarán relegadas a un segundo plano ofuscadas por la sed de actualidad, por despedidas repentinas como las de  Robin Williams (El Rey Pescador) o Seymour Hoffman, esta última dolorosamente lamentable. A la divina Olivia de Havilland (98) le quedan dos telediarios y, sí, amigo Kai, ¡¡estamos hasta los huevos de los obituarios!! como no podía ser de otra manera. Hacer justicia sería rodearla de bendiciones los últimos días de su vida, reponer sus películas de inmediato, decirle a todo DIOS que esta super-mujer-actriz NO HA MUERTO, que todavía sigue respirando, celebrar hoy que no se irá nunca por mucho que se muera mañana. Pero esto no se respeta, tan solo esperan a que te conviertas en mortaja, así de simple. Al menos, llegada la hora, a élla y a otras crepusculares figuras de la cultura popular (..) les esperan las primeras páginas de las noticias, el fresco cotilleo oportunista de los principales medios de comunicación, y... los obituarios, las efemérides, los centenarios.... Otros muchos 'desgraciados' no tendrán ni tan siquiera eso. Te enterarás de sus últimas agonías, de sus puñeteras desapariciones tarde y mal en revistas cavernícolas como esta. Maneras de vivir. Mientras otros bocearán a bombo y platillo el final de Rosendo Mercado (esperemos que en un futuro lejano pues le deseamos larga vida y salud) no estaría de más que alguien 'de las alturas' se acordara estos días del temprano fallecimiento a los 58 años de su lugarteniente al frente de LEÑO, el bajista Tony Urbano (no, no fue este señor quien puso apodo al rock urbano: más bien contribuyó a engrandecerlo). Igual de lastimosa para esta familia tumbera es la defunción de otro músico de rock al que echaremos de menos, otro guitarrista integro y apasionado que pereció en el sótano del olvido: Joe Young (1960-2014), los que desconozcan la verdadera historia del punk-rock (y olvídense de la "versión oficial") harían bien en repasar la discografia bastarda (más de 100 lanzamientos en todos los formatos caseros disponibles: singles, maxis, lp's, CDs, cassettes..) de los charlottenses ANTISEEN pioneros e influyentes en un estilo de rock propulsado a tumba abierta. Le lloran sus hermanos en Carolina del Norte y le lloramos nosotros aquí. Y para colmo del "punk", de la comedia punk, para terminar de herir nuestra nostalgia ochentera, nos enteramos del fallecimiento del cómico inglés Rik Mayall (56). Sí, hermano Kaiser, sí, amigos tumberos, el actor que nos hizo partir de risa en aquellas chifladas series británicas de nuestra niñez se fue sin despedirse. Míticas son sus interpretaciones en engendros telebasura de luxe, cutre, bizarros y desfasados como fueron "Os Novos"(allá "The Young Ones"), "La Víbora Negra"(allí "Blackadder") o la polémica, desconcertante, mugrienta y alocada de todas: "La Pareja Basura"("Bottom"). No sé en su país natal pero aquí, "na miña terra galega", Rik "el anarquista poeta" fue en su momento toda una jodida leyenda.

Es un martes cualquiera, cansado de trabajar, aguantando, camino de una noche más. Me voy a la cama pensando en lo que jamás tendré. En mi cabeza retumba el inquieto aleteo de unas palabras:  "¿Y qué nos queda?". Y pienso en mi Sophia, en mi amada Sofía, en la esfinge karnaksiana que esta noche apaciguará mis sueños rotos...  No todo van a ser lágrimas, hermano perro.



viernes, 5 de septiembre de 2014

"HOLLY" (Nick Waterhouse 2014). CALIFORNIA UBER ALLES


DEMOS NUESTRA BIENVENIDA AL HOMBRE ORQUESTA 

¡¡Joder... Pedazo de disco tengo entre manos, la puta locura, oigan!! Menuda sacudida. Este artefacto explosivo tiene fecha de lanzamiento en 2014 pero podría haber pertenecido a cualquier clásico y glorioso polvorín de la historia del rock. Puede que estén pensando en Ray Charles, Little Richard, Buddy Holly, The Animals, Coasters, The Who, Dylan, The Miracles, Ricky Nelson, Van Morrison, Mose Allison ... y similares maestros del soul, R&B y el jazz. Pero no se confundan: esto NO ES música retro. Las descomunales composiciones de Nick Waterhouse (California, 1986) no son ninguna calcomanía, no se apoyan en ninguna moda reciente (o al menos, todavía), ni él es un hipster al uso. El californiano atesora modales, talento y conocimientos musicales a destajo, nada se le resiste, es un superdotado. Y lo más importante, tiene los pies bien firmes en el presente. El propio músico norteamericano se defiende con un "Que les jodan" a los que argumentan que está obsesionado con el pasado, añadiendo al fino exabrupto que "en su música hay más elementos que los puramente superficiales". La excitación que producen TODAS y cada una de las canciones prensadas en "Holly" nos hacen presumir de que estamos ante la gran promesa del rhythm&blues blanco. Y es que el gafotas viste exactamente igual que sus robustas y aseadas canciones: elegante y refinado, ni muy colorido ni muy clareado. A estas alturas del cotarro cuesta creer que todavía hay quien pueda ofrecernos semejante sonido, una clase maestra sobre el R&B de toda la vida. Imposible entrar en comparaciones con nobles músicos actuales, James Hunter, J.D. Mcpherson (comentados Akí)..., Nick los supera a todos, nos ha conquistado. ¿Qué si resaltamos alguna canción? ¿Estáis de coña? Personalmente me enloquece "dead room" pero destacar una sería menospreciar a las otras nueve. El tío este tiene un contrato con el mismísimo Diablo y todo lo que toca se convierte en gloria tumbera, en una jodida y bendita esperanza para todos los que amamos el rock and roll.  Avisados quedan.