lunes, 22 de septiembre de 2014
EL RINCON DEL PINCHADISCOS: "I hate freaks like you" (Dee Dee Ramone)
Dee Dee fue el ramone más subestimado. Solo los necios se atreverían a restarle el mérito que le corresponde, pues todos los tumberos sabemos que los salivazos más pegajosos provenían del insalubre cerebro del bajista y miembro original. Tras su despedida (dejémoslo ahí) es justo decir que comenzó la inevitable cuesta abajo de la banda neoyorquina (vale, las canciones que firma su sustituto CJ y alguna otra más de Mondo Bizarro no están mal). Mientras sus hermanos de sangre exprimían la fórmula familiar entre bostezo y bostezo vinílico (vale, resolvían la ecuación siempre que se subían a un escenario de eso no cabe duda) va el muy cafre y se factura un disco que es toda una declaración de principios, un regreso a los orígenes ramonianos que no por bruto deja de ser tonificante y revitalizador. Las composiciones de "I HATE FREAKS LIKE YOU" (1994), título jodidamente genial, supuran rock'n'roll ramoniano (y neoyorquino, oigan) por los cuatro costados. Son canciones con agallas. Por aquel entonces el grunge se deshidrataba y los nuevos oyentes fijaban su atención en un renaciente mosaico de sonidos punteros que jugaban a fusionar, reinventar y experimentar con el rock (Mercury Rev, Mark Lanegan, Sonith Youth, Jon Spencer, PJ Harvey o Yo la tengo, entre otros). De ahí el valor añadido que supuso el lanzamiento de este puñado de temas estandarte. Un Lp repleto de auténtico punk-rock que transportaba a uno veinte años atrás, a la sala de máquinas del CBGB en plena mitad de los 70, pasándose por el forro las modas imperantes y pariendo un disco que ha quedado como el último gran/mejor trabajo de un ramone en solitario (hasta que en 2002 apareciera el "Don't worry about me" de Joey, eh.). Aquí no encontrarán punteos metasofisticados, riffs pesados y dramaturgicos, arreglos subversivos..., no, esto que pincho a todo volumen en mi rincón tumbero no es más que simple y rica dinamita esquizoide, blues intravenoso, las angustias profundas de un Dee Dee que dejó de lado sus paranoias hip-hoperas para rozar la excelencia punk-rock con la absoluta libertad de tocar y cantar como el culo rock'n'roll animal en su estado más puro y salvaje.
Era muy bueno, joder, como los cuatro; personalmente estaba infravalorado por ser el bajista, pero nadie podía negar que Dee Dee tenía carisma: su carrera en solitario, por ejemplo, me gusta mucho más que la de Joey. Gran entrada, Gary. Un abrazo.
ResponderEliminares increible que un ezquizoide, un junkie, un hooligan facha y un tipo normal (que acabó ansolitico)formasen una de las familias más (dis)funcionales de la historia del rock. 25 años creando escuela... Descansen todos estos putos amos en paz, para nosotros serán siempre eternos.
ResponderEliminarGracias bro.
Un abrazo.