viernes, 10 de octubre de 2008

MACARRAS: CHESTTER HIMES... UN NEGRO DE NOVELA NEGRA

Negro por dentro negro por fuera
La voz de la negritud, el poeta del Harlem. Las novelas de Himes describen fielmente la vida y la comunidad del tan castigado barrio neoyorquino. Sus descripciones del ambiente que se respiraba en Harlem allá por los años 40 y 50, están todavía por superar. A pesar de que el escenario de Himes era la ciudad, el pasado rural de los negros estaba siempre presente en sus obras. A diferencia de los grandes creadores del género (Dashiell hammett y Raymond Chandler, cómo no) todo en él era negro, la piel, vida, destino, novelas y desesperación. Nacido en 1909 en Missouri, a los 19 años ingresa en prisión por atraco a mano armada con una condena de 20 años. Tras su puesta en libertad en 1935 decide salomonicamente abandonar su país, donde un negro no dejaría de serlo toda su vida.
Ya desde el exílio en Francia (Alicante fue otro de sus destinos) publica la serie de aventuras -por las que es conocido cómo el escritor más amargo de los cultores al género negro- dedicadas a Coffin ("Ataud") Johnson y Grave Digger ("Sepulturero") sus irónicos personajes detectivescos, que bien podían ser la avanzadilla de Shaft y demás pólis blaxploitations.
Si bien escribió otros textos no policiales, son Por Amor a Imabelle (65), Un Ciego Con Una Pistola (57), Plam B (84), El Gran Sueño de Oro (60) y por la excelente Algodón en Harlem (64) por las que será recordado (..es un decir). Fiel a una manera de ser CHESTTER HIMES se basó en sus experiencias personales para abofetear amablemente al lector y atraparlo con sus baladas de sepultureros, asesinos y muertos.
Recomendable a su vez su biografía, firmada por el francés James Sallis y todo (lo poco) de su obra que puedas encontrar en castellano.

1 comentario:

  1. Y es que esto es un empezar y no acabar tío. Tampoco conozco al moreno este pero descuida que ya acabará siendo mi amigo antes o después. Dices que escribe novela negra así que prácticamente me tiene ganado de antemano.Nos leemos tronco.

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