viernes, 29 de julio de 2011
KILLING BONO (Nick Hamm, 2011). Biopic cafre de "serie B"
U2 tienen grandes canciones (me quedo con la versión que hacen de la dylaniana "All Allong the watchtower") y no seré yo desde aquí quien reste mérito alguno a su música, aunque personalmente no me atraigan en absoluto. Pero esta no es una peli sobre el grupo irlandés ni sobre su lider Bono (decir que los fans del cantante no saldrán desilusionados con el retrato de su ídolo), y aunque lo fuese, no me huviese echado atrás su visionado, ya que estamos hablando de una producción británica y hoy en día el cine proveniente de las islas es de alta calidad, además si prometen rock and roll en su guión (en una época en que la música británica reinaba en el mundo)... Y menuda sorpresa me topé. De entrada no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, la sipnósis que leí presentaba a dos hermanos protagonistas que formaban una banda al mismo tiempo que su compañero y amigo del colegio Bono formaba la suya, resumiendo, una clásica (tragi)comedia en la que unos triunfan y otros pierden la chaveta ajenos a la realidad. Dudaba en todo momento (y todavía sigo dudando) si los desternillantes e increibles hechos narrados por Nick Hamm en su película hubiesen ocurrido de verdad. Porque así parece ser. Al final de la cinta compruebo pasmado que todo lo que acabo de ver está basado en hechos reales, que los supuestos hermanos McCormick son tan mortales como los nombres de las bandas, canciones y vídeos músicales que aparecen en el film (no te pierdas sus pintas, fotografías y ¡bailes! en los créditos finales) y que todas las desventuras y locuras que les ocurrieron bien pudieron ser ciertas, de ser así son puro Spinal Tap. Increible. Todo lo que acabo de ver cobra entónces el doble de valor. Me quedo pensando en la cantidad de historias fascinantes y disparatadas, que como ésta, deben existir por el mundo adelante, en el filón de biopics cochambrosos sobre "perdedores entrañables" que esperan en papel para ser contados. Porque semejante historia, como era de esperar, proviene del puño y letra de uno de los hermanos (KILLING BONO. Neil McCormick), una autobiografía que con gusto leería de tener acceso a un ejemplar en castellano. Lo dicho, una agradable sorpresa. La peli no es la polla pero cumple en su misión de entretener... y rockear (ni que decir que la música responde). Por último reseñar que este sería el definitivo título en la carrera del tristemente desaparecido actor Pete Postlethwait; en una secuencia que resultaría póstuma le vemos despedirse de los hermanos protagonistas, en lo que acaba siendo un lindo y emotivo adiós en toda regla a la vida misma y al cine.
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