miércoles, 22 de enero de 2014

ESPAÑOLES POR EL MUNDO: ALEJANDRO NÁGERA, VIVIDOR DE PROFESIÓN

Siguiendo con el rastro de singulares españolitos sueltos por el mundo... nos hemos topado con el hippie/juppie Alejandro Vallejo-Nágera (1929-1993). Menudo personaje este señor de Burgos, oigan.  Nuestro paisano lograría con sus quijotescas andanzas y bizarras patoaventuras vivir lo que todo hijo de Rasputín: una vida sin dar golpe, a cuerpo de Rey, surcando mares y océanos presto a soportar bacanales desmedidas de sexo y drogas gratis. En estos casos la fortaleza física y la salud (no necesariamente mental)del individuo han de ser considerables para disfrutarlo. Uno ha de gastar muchas calorías si espera convertirse en rajá (con harén propio), misionero, peregrino, explorador, psiquiatra de la jungla y playboy marbellí..., por no mencionar la de epidemias a evitar como inquilino en cárceles de medio globo (la más longeva 6 meses en Kabul, Pakistan).
Unos podrán decir que de 'hippie' tenía Alejandro lo que éllos de monja, o sea, nada. Que bien era un déspota y un manipulador con un ego descomunal... Que antes de ser un gurú profeta despelotado y desvergonzado, o como él mismo se bautizó, un romantico vividor, fue un aristócrata hijo de militar que dilapidó toda su fortuna en fiestas en Ibiza y Marbella. Añadirán al discurso crítico su pasado como legionario y el recuerdo de un desfile de niñez en el que el mismísimo general Franco le otorgó un eclesial saludo. Así llegarán a la conclusión de que el diabólico Alejandro 'Crusoe' Vallejo Nágera puso pies en polvorosa -hacia tierras de Oriente- una vez arruinado y en estado de 'busca y captura'... Si bien habría que apuntar que esta práctica huidiza estaba muy extendida en aquellos años del flower power en los que flipados occidentales adictos a la vagancia (y expulsados de las Baleares) aterrizaban sus posaderas en un islote de la India, Indonesia o el Japón, al igual que hiciesen en el pasado piratas del viejo mundo tan respetados como San Francisco Javier y otras buenas gentes de Dios. Vamos, que a nosotros todo este jaleo nos trae sin cuidado... Mejor no juzguemos a nadie. Tan solo añadir que digan lo que digan aplaudiremos siempre la valentía suicida de 'colgados' como Nágera y todos aquellos 'locos geniales' que se pasan las leyes de la vida por el forro... allá donde estén. Como suele decirse.. que les quiten lo bailao...
 "La Cueva de Alí Babá" echó el cierre, "La Oveja Negra" también (así bautizó su crápula dueño a dos de las tabernas que regentó en los remotos mares del Sur), las indígenas de Karanguten le echan de menos y el aguardiente de palmera ya no es lo que era (por no hablar de la calidad de las drogas). El burgalés se merece una película documental tanto como Nick Nolte se mereció protagonizar una ficticia historia, muy parecida, en aquel extraño film bélico titulado Adiós al Rey (1988). Con cierto aire al mencionado personaje del film de Milius, Alejandro reinó a su manera perdido entre frondosas vegetaciones psicotrópicas, aguas cálidas y amigos indios de radiante dentadura blanca, sin gastar nunca un dolar, amando, robando y bebiendo de la caridad de la tribu. Y eso, amigos míos, ya no está solo al alcance de las estrellas del cine... Y todo gracias a Nágera




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