viernes, 17 de enero de 2014

MUJERES ATÓMICAS... CHRISTINA LINDBERG


Toca placer... Momento este para recordar, y reivindicar, a la desbocada y despampanante playmate sueca Christina Lindberg. La bomba atómica de este mes es una de esas actrices con carita de niña buena, una angelical lolita con cuerpo de guarrona voluptuosa, ligera de ropa y sobrada de metralla. Tal dualidad excita sobremanera el subconsciente masculino, para que negarlo, y en especial el de todos los amantes tumberos del cine sexploitation de los salvajes años 70, periodo en el que adquirió fama nuestra mortal reina del sexo -y violencia Betamax- made en aquellos gloriosos años de puterio y gamberrismo cinéfago.


Nacida bajo el signo de Sagitario en mitad del siglo pasado, y gracias a los atributos anteriormente apuntados, decide ganarse el sustento mostrando su desnudez a muy temprana edad en revistas para adultos (Penthouse, Playboy...). Algún lumbreras del negocio del celuloide pensó en darle la alternativa a la Lindberg después de que la niña fuera vista por más de 250.000 calenturientos compatriotas luciendo encantos en las exitosas páginas de la revista Rottmanad (1970). Comienza entonces la fulgurante carrera de actriz protagonizando MAID IN SWEDEN (1971), producción americana rodada en suelo escandinavo con plantilla de actores nativos, donde la tan recurrida historia del despertar sexual de una inocente joven (vestuario incluido: coletas y uniforme escolar) sale a relucir con todo esplendor y detalle: voyerismo, masturbaciones, violaciones... No tardaría en rodar más escenas rebosantes de erotismo en su siguiente film: EXPONERAD (1971), en él la presentan como una joven cansada del tonto de su novio y que fantasea con ser forzada por el hombre que la chantajea mediante unas fotos en las que aparece desnuda.
 Esta arrolladora explosión en el panorama del cine sueco y europeo propicia que diversos cineastas internacionales quieran contar con sus servicios. Así rueda en alemania occidental con el infame maestro Joseph W. Arno ("Every Afternoon" y ""Young  Playthings", ambas de 1972) y se codea a pecho descubierto con otras féminas de relumbrón del momento como Ingrid Steeger o Ulrike Butz. Pero sería en el lejano país del Sol Naciente donde la Lindberg demuestre todo su ardor y  furia de mujer, amén de unos desnudos sangrientos de aupa. Las extravagantes SEX AND FURY (Furyo anego den: inoshika ocho, 1973), en la que la vemos azotar impávidamente a otra estrella del cine exploitation, Reiko Ike-  y JOURNEY TO JAPAN (Pruno no joo: nippon sex ryoko, 1973) son los títulos más salvajes de aquellas incursiones de la actriz en el genero Pinku-eiga. Lugares idóneos y guiones majaretas para que nuestra venerada sueca tarantiana despliegue todos sus atributados átomos encadenando papeles de ninfómana descocada (Tonarsflickas Dagbok, 1973), vengadora violada (THRILLER, EN GRYUN FILM, 1974)... o lo que se echara al cuerpo.
Después de rodar alguno de los más desmedidos y degradantes films de culto que se conozcan Christina se despidió con todo su talento y potencial intactos. Sus fieles seguidores todavía hoy le rinden culto en su página de Facebook. Casada con el dueño de una conocida revista de aviación sueca se hizo cargo de la editorial de la misma tras la muerte de su marido. En la actualidad vive retirada del mundicio en Estocolmo, cuidando de sus gatos siameses y dejándose ver en contados eventos conmemorativos. Para más señas rebobinen por favor sus viejas peliculas betamax y deleitense con las escenas que la Lindberg nos brindó... Son gratis.





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