Como no amar a Harry, a Travis. Porque ambos, persona y personaje, son el mismo ser. Un ente sensible, vulnerable, que abre su corazón al espectador y le deja hurgar en los espantos de su alma. El Travis de París Texas (Win Wenders, 1984) no deja de caminar, no puede. Igual que el Harry actor, no encaja en ningún sitio, no sigue un orden. Algo lo empuja a vagar errante y marginal por la vastedad del desierto. No necesita contar su historia, su rostro, su mirada, 58 años de vida lo expresan todo.
Como no amar a todos los Harry Dean Stanton de este cochino mundo. Forajidos salvajes, rebeldes orgullosos, legendarios indomables con hígados de hierro. Seis décadas de cine a cuestas y más de 200 rodajes en el saco. Como secundario de lujo fue testigo en primerísima persona del mejor cine estadounidense de siempre. Harry es un gallo de pelea que en los dorados años del New Hollywood cabalgó y 'disparó' con Jack Nicholson y Marlon Brando por Missouri (Arthur Penn, 1976), gamberreó al lado de Dylan, Kris Kristofferson y James Coburn en Pat Garrett y Billy The Kid (Sam Peckinpah), se unió a la banda de Dillinger (John Milius, 1973), navegó con el octavo pasajero de la nave Nostromo (Alien, 1979)... y su careto indefenso se convirtió en presencia habitual del mejor cine de autor (Tavernier, Wenders..), del cine más raro e independiente (Sangre Sabia, Sonny....), de la serie B más molona (Repoman, Christine, 1997: rescate en New York,...) y así hasta el infinito, aportando su granito de arena en cualquier género cinematográfico que le reportase ingresos con los que pagar juergas, vicios, alcohol, tabaco y mujeres, muchas mujeres.
Como no amar a Harry Dean, me repito. Pregúntale a David Lynch porque le ofreció trabajo en 6 de sus películas; otro tanto a Coppola (3), John Carpenter (2), John Millius (2), Scorsese, Sean Penn... Todos antepondrán la persona al actor, te hablarán del hombre que trabaja de sol a sol, del tipo tímido, solitario y poco hablador que si tiene que abrir la boca es para dignificar la palabra, decir lo justo y necesario en el momento preciso, dar una calada a su cigarrillo y guardar silencio mientras el 'filosófico apunte' descansa en el aire. Sincero y noble en sus actos y pensamientos. Todos a su alrededor te dirán que es un honor ser amigo del amigo Harry. Lo mismo susurrará el camarero que lleva cuarenta años sirviéndole copas en el mismo bar. Debbie Harry (Blondie) le dedicó una canción y llegó a conocerlo intimamente, élla te dirá que Travis hace pequeñas actuaciones por los alrededores de Kentucky con su banda "the Harry Dean Stanton Band" y que te cantará viejos clásicos si tú quieres. Tennessee whiskey, Danny Boy....son temas para sobrellevar el camino, elegidos salmos de despedida silbados con la voz marchita del ultimo y genuino actor sobre la faz de la tierra. Y llegará el día del juicio, y Harry no se arrepentirá de nada. El cine seguro que de muchas cosas.
"Es un alivio no ser nada" (palabra de Harry)
bonitas palabras brother, y me mola que se las brindes cuando todavía vive porque la verdad es que estoy hasta los huevos de los obituarios. Se nos ha ido la Bacall ¿quién queda? ¿Havilland?
ResponderEliminaractor como la copa de un pino, con un carisma total a pesar de su timidez.
Que actorazo tan tremendo!!!, dando credibilidad mas que nunca a los actores de reparto y enorgulleciéndose de ser el secundario eterno. He disfrutado mucho con sus pelis, tiene tanto que contar este hombre que se deberían de hacer algún documental mas y libros con todo lo que sabe.
ResponderEliminarCojonudo homenaje amigo.
La verdad es que Harry D. es una de mis más absolutas debilidades. Aquí solo escribo de cosas y gente que me gustan (está la vida como para perder el tiempo de otro modo)por lo tanto soy muy parcial con mis 'pequeñas criaturas'. Con Harry, además, se da la circunstancia de que es un mito vivo, la clase de tío que tiene unos principios y los sigue hasta la tumba. Este menda es quizás el último de una estirpe de actores 'rebeldes' con clase que quedan en la meca del cine. Y no me refiero a "problemáticos" tipo Vincent Gallo que van y vienen, no, estoy hablando del carácter de aquellos James Dean, Dennis Hopper, Brando, McQueen, Coburn, Lee Marvin, Oates, Peckinpah... y similares hombres de espíritu libre que solo bailan al compás de la música que ellos marcaban, costase lo que les costase... Si hay una cosa que más valoro en estos tipos (mi sentido de "valor" no se parece en nada al que pueda tener el resto del rebaño, eso no lo niego)es que sentían capaces de decir "NO", es más: les daba marcha mandar a tomar por culo a Hollywood o su carrera: No a esta película, no a este director, no a este festival, no a este premio, no al aburrimiento, no al madrugón... Y aquí Harry los superó a todos ja,ja,jahh,jjjahgggggg
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