lunes, 17 de octubre de 2011
PECKINPAH DOCUMENTADO
James Coburn, Warren Oates, David Warner, Strother Martin, Jason Robards, Kris Kristofferson, Ernest Borgine, Edmond O'Brien, R. G. Armstrong... todos tienen en común, además de ser grandísimos actores, ser fieles y puteados amigos del rebelde por antonomasia del hollywood americano: el único e inigualable director de cine SAM PECKINPAH. A muerte con todo lo que lleve la cicatriz peckinpah. Cine y vida en estado puro. De ahí que enterarnos de la existencia de un documental como PASSION AND POETRY. THE BALLAD OF SAM PECKINPAH (2005), dirigido por el hijo de Don Siegel, Mike Siegel (una familia a la que Sam estubo siempre muy unido, no en parte con Don se inició y aprendió el oficio), nos llene de satisfacción. Ya habíamos visto el fenomenal documental incluído en los extras del DVD de la sobrecogedora Grupo Salvaje, pero este otro monumental viene a aportar nuevos datos, anécdotas y locuras sobre la vida y obras de nuestro director favorito. Se me pone la carne de gallina. Escuchar por boca de un enardecido R. G. Armstrong (el alguacil que tiene preso a Billy en Pat Garrett & Billy the Kid, para que se sitúen), o de un todavía enorme y resplandeciente Ernest Borgine las correrías y desventuras al lado del director de La Balada de Cable Hodge, no tiene precio. Indispensable su visionado (como indispensable es volver a repasar toda su obra cada poco tiempo). Dos horas de cinta que hará las delícias de todo tumbero que se precie. Un repaso crepuscular al universo personal y artístico de un HOMBRE de los que ya quedan muy poquitos.
...las pasadas de farlopa y alcohol con Steve McQueen que acababan en pelea...que cine!!!
ResponderEliminarSí, pero al principio desconfiaba de McQueen por ser una gran estrella. Luego poco a poco se hicieron buenos amigos y de no haber muerto rodarían más películas juntos. Fueron dos participaciones juntos pero podrían haber sido más ("Cinncinatti Kid" empezó a rodarla Sam). Claro que McQueen no era como el 'pijo' de Dustin Hofman...co éste si que tuvo jaleos. Sam tenía su propia camarilla, y el resto, eran todos enemigos. Ja,ja,ja ¡¡Que grandes!!
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