viernes, 30 de diciembre de 2011

JERRY HARVEY. EL HOMBRE QUE CULTURIZÓ HOLLYWOOD

Estamos ante otro de esos personajes peculiares y deslumbrantes, poco conocidos para el gran público, cuyos actos y decisiones todavía perduran en la memoria de quienes en algún momento de sus vidas tuvieron la suerte de cruzarse con él. Si disfrutaron con las desventuras (documentadas) de 'individuos varios de serie B', tales como John Holmes, Rodney Bingenheimer, Larry Levenson... y demás chusqueros del underground norteamericano (Robert Evans sería el rey) sin duda quedarán atrapados por la leyenda de un tipo como JERRY HARVEY (Los Angeles, 1949-1988), el que fuera director de programación del canal alternativo por cable ZChannel. Si los telespectadores norteamericanos visionaron por vez primera películas que de ninguna otra forma hubiesen podido ver en el salón de su casa ¡y sin cortes publicitarios! fue grácias a este hombre. Un loco genial. Jerry fue la tabla de salvación para mucha gente. Él les abrió la puerta de 'la entrada a la jungla'. Comenzó emitiendo en el radio de Los Angeles (¡en según qué barrios no se cogía la señal!) pero poco a poco iría educando al resto del país. Corría el año 1974, y la cosa fue todo un fenómeno. Todavía no existían los videoclubs, y mucha gente que no tenía televisor (por que odiaban la programación) comenzó a pedir instalaciones. Fue además un negocio redondo para muchos: dando trabajo a técnicos, electricistas, críticos de cine, periodistas, kioskeros... Desde aficionados, cinéfilos, directores (Robert Altman..), y futuros realizadores de cine (Tarantino o Jarmusch entre éllos), todos resaltarían la importancia e innovación que supuso el asunto. Grácias a los pases televisivos de films elegidos por el propio Jerry la gente joven descubriría el talento de directores olvidados como Peckinpah o Monte Hellman (de los cuales Jerry se hizo muy amigo, incluso colaboró con ellos en alguna de sus películas en la producción y en los guiones). Todos hablan de la inteligencia de este señor (graduado en UCLA) y de lo mucho que amaba el cine, todo tipo de cine, inclusive las malas películas. Tal vez una de sus intenciones fuera menterse en el negocio tan solo para llegar a conocer a sus ídolos, quien sabe. Sus compañías por aquella época iban desde outsiders como Warren Oates a estrellas como Jack Nicholson o James Woods. A principios de los 80 todo diós en L.A. conocía a Jerry Harvey. Por lo tanto, si éste, decidía programar durante un mes entero, películas, documentales, entrevistas o lo que fuera, sobre un director desconocido, como por ejemplo, Stuart Cooper ("Overlord"), pues todos tan contentos. Claro que había un hueco para todo un cine más allá de la maestría de Kurosawa, Kubrick, Nicholas Ray, Samuel Fuller, Melville, Clouzot ... Y Jerry lo sabía. En medio de ciclos televisivos dedicados a la obra clásica de los grandes directores de ayer y de hoy de los cinco continentes, el bueno de Jerry era capaz de ofrecer un menú de géneros y películas de cualquier condición y calidad. Desde cine ruso (Tarkovsky arrasó), nouvelle vague francesa, free cinema inglés, cine sudamericano (Jodorowsky, of course), cine mudo, cine experimental, underground, de terror, westerns, cine yakuza japonés... pasando por fantásticos films de ciencia ficción de serie B, blaxploitations y toda clase de gamberradas y películas de culto, aclamadas o no, el ZChannel culturizaba a las masas. Tal fue su tesón, que se dice que Jerry salvó de la quema una película vilipendiada como "Las Puertas del Cielo" pasándola repetidas veces por su programa después de que hubiera sido retirada de la cartelera de los cines; algo que Cimino sin duda agradecería el resto de su vida. Hasta el punk angelino le debe pleitesía al atreverse a emitir en TV cintas como "The Decline of western civilization" (Penélope Spheeris); aunque solo fuese un pase, antes de prohibir las autoridades una segunda o tercera prevista emisión. Así era Jerry. En lo que respeta a su vida personal Jerry tenía un lado oscuro que lo atormentaba (su querida hermana se había suicidado) y pocos podían imaginar el trágico destino que le esperaba (le pegó un tiro a su esposa y luego se lo pegó él). Quién sabe lo que pasó por su mente aquel sábado en su casa de Westwood, pero los que lo conocieron bien, sus amigos, saben que su leyenda no debió morir con él aquella fatídica noche. Otro suceso de sangre más en la crónica negra hollywoodiense. Para una información más nutrida descubran el magnífico documental sobre su persona titulado "ZCHANNEL. A Magnificent Obsession (2004)", rodado por Xan Cassavettes, un orgulloso hijo de su padre. No se arrepentirán.

martes, 27 de diciembre de 2011

ROCKPALAST: A quién madruga... el Rock le ayuda

Los rockeros cerca de los cuarenta (tumberos 'pre-internet') que conocieron y disfrutaron los inicios del Canal + allá por finales de los 90, sabrán de que hablo. Imagínense el inmenso placer que suponía la ingesta del mejor rock'n'roll en directo un sábado noche hasta altas horas de la madrugada. Sí amigos, existía una cadena de T.V. alemana que programaba por satélite (por el canal WDR) la 'música del Diablo' a toda Europa y que además tenía un gusto exquisito a la hora de elegir a sus invitados (y todavía exíste, lo que pasa que los músicos ya no son los mismos). Recuerdo allá por el 98 babear frente al televisor, visionando por vez primera grupos como Hellacopters, Turbonegro, Monster Magnet, Gluecifer y demás bandas que irrumpían con fuerza brutal por aquel entonces. Rock a granel. Un servidor no había visto/conocido cosa igual, aquello era la gloria. Años más tarde (ya sin el plus, pero recién conectado a las ilimitadas ofertas de la red) se me ocurrió buscar la palabra 'ROCKPALAST' en la mula y... ¡voalá! Un universo de arqueológicos conciertos y músicos de relumbrón aparecieron en mi videoteca como por arte de mágia. Regreso en vídeo al pasado. Todo el que había sido alguien en el mundo del blues, punk, funk, reggae, psicodélia, metal y demás bifurcaciones del rock, habían aparecido por las tablas del 'Palacio del Rock' alemán (algunos en más de una ocasión). El programa arrancó un lejano 4/10/1974 con un bolo de la Electric Light Orchesta en un estudio que la cadena tenía en Hamburgo (aunque sería desde el WDR-Studio de Köln donde el Rockpalast retransmitiría casi todos sus vivos de ahí en adelante), y lo que vendría después, sería la lista de conciertos en vivo más impresionante vista en cualquier programa de televisión (editarían DVDs de los mísmos con una calidad de imagen y sonido impagables), ni ahora ni nunca. Ni que decir que las bandas estaban en su mejor momento: Lynyrd Skynyrd (1974), Johnny Winter, ZZTop (80), Rory Gallagher (77/79), The Kinks, Ten Years Afther, Cheap Treat (79), Steve Ray Vaughman, Ted Nugent (76), Ian Dury, Santana, Stiff Little Fingers (80), The Buzzcocks (81), Grateful Dead (81), Nils Lofgrem (76), Taj Majal (78), Nina Hagen (78), Dr. Feelgood (80), Tom Petty, Van Morrison, Thin Lizzy, Tom Waits, The Who, Goldem¡n Earring, Little Feat, Meat Loaf, Elvis Costello, Eric Burdon, Jack Bruce, The Jam, Patti Smith (79), Mink de Ville, The Undertones... ¡Menuda enciclopedia musical! ¡La Gran Ganga del Tumbero! No lo dúdes, seguro que entre tanto 'Festival Bizarro' encontrarás a tu banda favorita.... Si és que te gusta el rock.

domingo, 25 de diciembre de 2011

ANDRÉ STANDER. El Dilinger sudafricano.

André Stander (1946-1984) es capitán de policía en Johannesburgo durante los años 70. Pero no es un madero cualquiera: escucha a los Stooges, es inteligente, y aunque proviene de buena familia (su padre es un militar de prisiones retirado) ama la libertad, no cree en el sistema y encima siente simpatía por los negros. Con estas credenciales, y en Sudáfrica, estaba claro que tendría poco futuro en el departamento de policía. Comenzó a robar bancos, tal vez, por remordimiento (en una revuelta en el ghetto mató a un muchacho) o por placer (se divertía volviendo al lugar del robo a investigar como poli poco después de asaltarlo; incluso atracó el mismo banco dos veces el mismo día), hasta que lo pilláron sus própios compañeros con las manos en la masa. Había cometido 20 atracos. Si antes de su captura la opinión pública ya le consideraba un héroe, fue tras escaparse de prisión con un compinche que conoció dentro (¡luego volvería para liberar a otro colega!) y atracar otros 26 bancos en 6 meses, cuando el nombre de André Stander y su banda (la"banda de Stander", como le llamó la prensa) alcanzó la leyenda. Ya era el más famoso y audaz atracador de bancos de toda Sudáfrica (el resto del continente incluído). Carne de biopic. De estas y del resto de fechorías, andanzas y calamidades de su historia podrán ustedes dar buena cuenta en STANDER (2003). Un film de bajo presupuesto co-producido entre Canadá, Alemania y Sudáfrica, y dirigido por la directora canadiense Bronwen Hughes, que pese a su modesta apariencia cumple con creces su cometido de entretener y, de paso, divulgar. Está protagonizado por el actor estadounidense Tom Jane (el de la serie de la HBO "Hung"); pero no son las interpretaciones lo más reseñable de esta aceptable película (biopic televisivo, diría yo) sino la sorprendente historia de un hombre que nació en un lugar equivocado y en una época compleja.

jueves, 22 de diciembre de 2011

EL RINCÓN DEL PINCHA: "BLOODBROTHERS" (The Dictators)

Los Dictadores son y serán siempre el arma secreta de Nueva York. El gran timo del R&R es que a un grupazo como este nunca se les reconocerá su gran contribución como banda precursora y pieza clave del Punk-Rock neoyorquino. Con su tercer trabajo "Bloodbrothers (1978)", lo dejan claro. Un album que mereció haberse aupado a lo más alto de las listas, pero claro, desgraciadamente no fue así. Las masas nunca sabrán lo que se han perdido. Su audacia (y peculiar sentido del humor) a la hora de componer auténticos himnos y riffs descaradamente pegadizos e inmediatos en un género maltratado hasta el hastío queda patente en este disco. Andy Shernoff (cerebro y líder en la sombra, amén de uno de los mejores compositores norteamericanos vivo) y sus camaradas y hermanos de sangre grabaron en directo un disco que desprende adrenalina y frescura atemporal a raudales. Perfecto para entrar a cañón un sábado noche. Abren de manera gloriosa con el expeditivo "Faster and Louder", con cameo de Springsteen incluído. Le suceden macarradas clásicas del calibre de "Baby let's tiwst", "Stay with me", la nihilista "No Tomorrow",o la cachonda y absorbente "Minnesota Strip". Temazos revisitados una y mil veces por infinidad de bandas rockeras de los cinco continentes. Y para versión la que se marcan los Dictators con el "Slow death" de los Flamin' Groovies, tema que cierra de manera atroz el viaje sin retorno de este impedecedero pedazo de disco. El insigne vocalista Dick Manitoba aporta su toque chulesco para que el resultado sea aún más sangrante. Y qué decir de Ross the Boss... un desgarrado guitarrista que nos apabulla una y otra vez con sus grandiosos y genuinos riffs marca de la casa. Todos juntos (Scott Kempner y J.P. Patterson inclusive) conforman una base ritmica perfectamente engrasada. Una banda que todavía anda por ahí, haciendo lo que más les gusta, sin rendir cuentas a nadie, hasta el fin de sus días. Pero Bloodbrothers... Sencillamente es un trabajo irrepetible.

lunes, 19 de diciembre de 2011

OBITUARIOS: Cine y Cómic

Para unos el inglés Ken Russell (1927-2011) es un aburrido director que se masturbaba con la cámara saltándose la narración cinematográfica por los aires, con hambre de escándalo, decidido a convertir la experiencia en el cine en un efecto de cortocircuito, de electroshock; lo que se dice un buscador de escándalos, con un ego y unos gustos cuando menos enfermizos. Otros lo ven como un precursor, un protagonista que revolucionó el lenguaje visual del cine (y del rock), y mencionan films como Los Demonios (1971), El Mesías Salvaje (1972), Mujeres Enamoradas (1970) o Valentino (1977) para reafirmarlo. Pienso que ambos grupos llevan su parte de razón. Particularmente no me atrae en demasía su cine; tal vez destacaría "La Pasión de China Blue" (Crimes of Passion, 1984) de entre toda su extraña filmografía, pero respetámos que un director tan desequilibrado, voraz y, si se quiere, coyuntural como Russell guste a los cinéfilos. Sin embargo el motivo por el cual en AtumbaAbierta reseñamos su pérdida es debido a que su nombre quedará ligado a uno de los films más lisérgicos, y especiales de los últimos 30 años. Nos referimos a TOMMY (1975). Con The Who como maestros de ceremonias, compartiendo todo el delirante metrage al lado de un supersónico casting de 'rock'n'roll strars' como Tina Turner, Eric Clapton, Oliver Reed, Jack Nicholson, Elton John... Solo por deleitarnos con semejante experiencia catártica descanse en paz Mr. Russell. Se lo tiene merecido. JERRY ROBINSON (Nueva Jersey, 1922- New York- 2011). El ilustrador que dio vida al supervillano Joker. Como en este ciberfanzine cochambroso pensamos que los malvados son sencillamente más interesantes que los héroes de turno, la pérdida del creador del archienemigo de Batman es un golpe muy duro. Tras diversos litigios y polémicas finalmente los historiadores sentenciaron que Jerry Robinson, ayudante de Bob Kane, pasaría a la Historia como el padre de tan legendario personaje. En el caso de otra de sus creaciones, Robin, el adolescente que acompañaba al hombre murciélago en sus aventuras, el padrinazgo es indiscutible. Al Cesar lo que és del Cesar. Secundario sí, pero de lujo. Descanse en paz.

sábado, 17 de diciembre de 2011

ROD SERLING: RELATOS DESDE OTRA DIMENSIÓN.

(Posiblemente) La mejor serie de T.V. del pasado milenio.
Sumergirse de lleno en la placentera lectura de cualquier relato firmado por el guionista de "El Planeta de los Simios", uno de los títulos clave del cine de ciencia ficción, es siempre un motivo de placer. Un portal, un trasvase, a nuevas dimensiones. "¿Donde se ha metido todo el mundo?" es un mágico ejemplo de éllo. Pero hay más: "A Tiro de Piedra", "La Fiebre", "Cláusula de Rescisión", "Dingle el fuerte", "El Solitario", "Los Monstruos están en Maple Street", etc. etc. Un universo de relatos fantásticos donde hay lugar para el suspense, la pesadilla, el terror, la maravilla, el humor, el desasosiego e incluso el amor. Todo, y siempre, bajo un denominador común: la Fantasía. Rod Serling (1924-1975) pasará a la historia gracias a sus ingeniosos e inquietantes argumentos, que quedaron grabados a fuego en la memoria de generaciones de espectadores de todo el mundo a raíz de la emisión de la serie THE TWILIGHT ZONE (La Dimensión Desconocida) escrita y presentada por él mismo, y que cambiaría para siempre la historia de la televisión (el 2 de Oct. del 59 se estrenó en la cadena CBS el episodio piloto). No es de extrañar que fuese considerado como uno de los artífices de la llamada "Era Dorada" de la TV americana. El génio de Syracuse (New York), boxeador y paracaidista del ejército antes de dedicarse a la escritura, es hoy un personaje clave en el mundo de la Sci-Fi, un auténtico clásico. La influencia de este pionero, como se ha visto con el paso del tiempo, en la pequeña y gran pantalla, incluso en el cómic, ha sido y és incuestionable. Gente como Spielberg, Joe Dante, Stephen King..., amén de programas como Amazing Stories, Tales From The Crypt..., la relación es amplia y diversa. Posteriormente también crearía otra mítica serie de historias fantásticas, "Night Gallery" (Galería Nocturna). En otros campos fuera de la sci-fi contribuyó con guiones para telefilmes como "Patterns" o "Réquiem por un peso pesado", y películas como "Siete Días de Mayo"(John Frankenheimer, 1964) o el ya citado clásico dirigido por Franklin J. Schaffner. Un crack.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

AQUELLAS MARAVILLOSAS SERIES: "ESPACIO 1999"

La Luna sigue en su sitio.
Hablar de Espacio 1999 es referirse a uno de los fiascos económicos más desastrosos de la historia de la ciencia ficción y también a una de las series más kitchs, emblemáticas y entrañables de la década de los 70. La serie creada por el matrimonio Gerry y Silvia Anderson (conocidos por otra psicodélica saga: U.F.O.) se emitió de 1975 a 1978. Tuvo 48 episódios de sesenta minutos, repartidos en dos temporadas de modesta acogida. La historia de esta aventura interestelar es sencilla; en 1999, un accidente en la Luna arranca el satélite de su órbita y lo lanza al espacio con una colonia de trescientas personas, habitantes de la Base Lunar Alfa. En su vertiginoso vagar por la galaxia, el personal de la base deberá hacer frente a lo desconocido: extraterrestres, extrañas inteligencias, nuevos mundos y otras dimensiones. Un planteamiento cientificamente insostenible. Desde Asimov a los aficionados al género, todos protestaron indignados. En la segunda temporada la productora introdujo -con calzador- una justificación más realista al hecho de que la Luna saliese despedida a semejante velocidad, con la introducción de un campo distorsionador que permitía saltar a la Luna de un lugar a otro (!!); y todo para calmar a las masas. Pero ya era demasiado tarde para convencer a los sectores más críticos de la sci-fi. Parece ser que todas estas dificultades contribuyeron decisivamente a la ruptura sentimental de sus creadores, Gerry y Silvia (Además de llevarles a la bancarrota, tardando Gerry varios años en recuperarse economicamente para embarcarse en nuevos proyectos). Los norteamericanos, acostumbrados a series de acción tipo Star Trek, acogieron con frialdad la primera temporada de una serie de aventuras que precisamente carecía de eso, de aventuras. Los argumentos de esa primera tanda de episódios adolecían de una falta de ritmo y una pesadez extrema, incluso para la época. Parecían estar inspirados en lo más soporífero del cine europeo de autor. Con los años hemos de reconocer que la serie era en verdad espesa, pesimista y a veces demasiado críptica. Vista hoy día conserva ese sabor extraño de lo que pretencioso que no alcanza a hacerse comprensible ni brillante pese al esfuerzo. Le faltaba chicha. La audiencia estaba despistada con tanto oscurantismo new wave y arte 'trascendente': juegos de luces, planos inverosímiles... enturbiaban a menudo la escasa emoción de los aburridos guiones. Pese a las novedades introducidas en pos de reflotar la serie (los nuevos capítulos se volverían más aventureros, más intensos y, en suma, más entretenidos; el personajes de la atractiva Maya, una extraterrestre capaz de transformarse en cualquier ser vivo, se convertiría en uno de los iconos de la serie al sustituir al pesado del doctor Bergman,) el éxito de Espacio 1999 fue más bien escaso. Lo que no significa que entre cierto pequeño y entusiasta grupo de seguidores (entre los cuales se incluye un servidor) se convirtiera en una serie de culto. En España la serie llegó a ser incluso más famosa que Star Trek.
Águilas llamando a Base Lunar Alfa
De Espacio 1999 uno recuerda sus aires de hospital aséptico, sus computadoras llenas de luces que no servían para nada, aquellos trajes de centro médico y los peinados repollo de los tripulantes. Espacio 1999 resultaba también prolija en planetas de cartón piedra y maquetas que hoy día se nos antojan de escasa credibilidad (para que se hagan una idea, las naves espaciales de Los Aguilas de la Base Lunar parecen como los módulos espaciales de Lego o Playmobil) pero que en su día eran de lo mejorcito que uno podía visionar en una pantalla de televisión. La estética de los 70 era poderosa: aquellas largas patillas, flequillos bien poblados, peinados de clara inspiración glam; uno rememora todo aquello y descubre sin rubor que las series son hijas de su tiempo. Otra de las 'rarezas' de la serie la constituía el romance lunar, por llamarlo de alguna manera, entre la doctora Helena Russell y el capitán Koenig, interpretados por Martin Landau y Barbar Bain, matrimonio en la vida real (juntos habían participado anteriormente en la popular serie Misión imposible), lo que hace todavía más increible la poca química de la pareja en pantalla. Martin Landau es un gran actor, no cabe duda, pero sus tiempos de galán habían quedado atrás. Con todo, 1999 ya pasó y la Luna sigue inmaculadamente en su sitio. (a Eugenio Sánchez Arrate le debemos estas líneas)

domingo, 11 de diciembre de 2011

PAPELES: JAMES WHALE. El padre de Frankenstein

JAMES WHALE. El padre de Frankenstein.- Juan A. Pedrero Santos (Calamar Ediciones. 2011)
-Era necesaria una biografía exhaustiva (autorizada o no) que se aproximase a la sugerente obra y a la singular personalidad de James Whale. Y aquí la tenemos. Bien editado e ilustrado, el libro desgrana el ascenso y caída de gran realizador británico. Si bien su obra tocó diversos géneros como la aventura o el musical, será por su contribución al cine Fantástico (sin duda la parte más apasionada del volumen) por lo que será siempre recordado... y venerado. Clásicos impedecederos -y Universales- como El Hombre Invisible (1933), El Caserón de las Sombras (1932), El doctor Frankenstein (1931) o La Novia de Frankenstein (1935) son su mayor legado en la materia. Sentía debilidad por seres desvalidos, una querencia por hurgar las zonas oscuras del ser humano..., eso en lo que concierne al alma de su obra y de sus personajes. En cuanto a su estimulante periplo vital, incluida su homosexualidad, vivída lo más intensa y abiertamente posible de lo que permitía la época (para mayor información véan el film "Gods and Monsters", dirigida por Bill Condon), el libro da buena cuenta de ello. Como afirma Guillermo del Toro, autor del prólogo: "...En este libro encontraremos una meticulosa crónica y un inteligente análisis de la obra de un cineasta único (...) Bienvenidos a un mundo de Dioses y Monstruos (...)". Para que no lo olviden.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

CULT MOVIES: Un par de exquisitos thrillers psicológicos

LOVE OBJECT (2003). D.:Robert Parigi
Asombroso film de horror psicológico que no pasó desapercibida para la pequeña colonia de adeptos bizarros seguidores del cine fantástico más raro y perturbador. La cinta abarca varios géneros: desde la comedia, el drama, el romance, el thriller o el suspense, pero al final no deja de ser una agudísima reflexión sobre las relaciones erótico-sentimentales de la pareja, y, más globalmente, acerca de la incomunicación humana. El buen trabajo tras la cámara de su semidesconocido director (curtido en series de TV como Historias de la Cripta o Sonámbulos), el estadounidense Robert Parini, resulta irreprochable (el guión también es suyo). Lo mejor es la profundidad psicológica con la que dota al personaje principal, Kennett, interpretado por un estupendo Desmond Harrington (The Hole, 2001), al que poco a poco le van aconteciendo situaciones extrañas, fenómenos inexplicables y comportamientos obsesivos filmados con temple y nada melodramáticos. La trama no es nada predecible, a diferencia de la gran mayoría de estrenos de similar catadura que inundan las carteleras cinematográficas y las máquinas expendedoras de DVDs. La relación amorosa del tímido amigo Kennett con la muy realista y perfecta muñeca inchable Nikki, y con su nueva compañera de trabajo, la más realista y preciosa Lisa, quedarán sin lugar a dudas en la retina de todo tumbero como una de las mejores historias de amor 'a tres bandas' de la Serie B. Saboréala a gusto.
AFTER LIFE (2009). D.: Agnieszka Wojtowicz-Vosloo
Otro film sorprendente y arriesgado que apuesta por dar otra vuelta de tuerca a las historias de 'vida después de la muerte' que tanto explotan los comerciantes del género en la actualidad. Para ello se ayuda de una atmósfera envolvente desde el primer minuto, que cautiva al espectador atrapándolo dentro de un guión enmarañado de falsas pistas e hipótesis engañosas. Cada uno que saque sus propias conclusiones. El resultado, para un servidor, es una delicioso thriller de terror que ya es un clásico en toda regla para todo cinemaníaco de pura cepa. El tránsito de estos fantasmas por la excelente historia creada por la escritora, cineasta y artista independiente (y muy atractiva, dicho sea de paso) Agnieszka Wojtowicz -de origen polaco pero nacionalizada estadounidense- es un elegante ejercicio de cine de suspense. Apoyado en unas magistrales interpretaciones de Christina Ricci, maravillosa como siempre (no en vano es una de las musas de esta casa), y un Liam Neeson milagrosamente recuperado como el buen actor que nunca debió de dejar de serlo. Ambos absorben la totalidad del metraje de esta admirable apuesta a contracorriente. Cine de altura. No se la pierdan.

domingo, 4 de diciembre de 2011

NAZI MOVIES: PORTERO DE NOCHE

Retomamos aquí nuestra colección tumbera de películas con temática nazi. Lo hacemos con un film de porno-nazi italiano. De esas que tanto nos escandalizan. Los rastreadores del cine más brutal y violento saturado de sexo que jamás se haya filmado, sin límite alguno, y que realmente hace dudar de la cordura de sus creadores, y peor aún, de nosotros mísmos; boquiabiertos espectadores, encontrarán en Portero de Noche, dirigida por Liliana Cavani en 1973, una de esas películas perversas -y engañosas- de la historia del cine. Aquella fiebre italiana por los campos de concentración del amor durante los años 70, tiene en la cinta de Cavani uno de sus títulos más relevantes (ninguno superado por la extrema "Salo, o los 120 días de Sodoma" de Pier Paolo Pasolini). Comprometida y pionera Portero de Noche agitó conciencias y provocó mucho morbo en su día (como no podía ser de otra manera dado el tema a tratar). Sobretodo por la deslumbrante interpretación de Charlotte Rampling; más allá del bien y del mal, en uno de sus papeles más recordados y aclamados por crítica y público. En la piel de una atormentada joven judía la explendorosa actriz británica borda su papel de Lucía, acompañada por un Dirk Bogarde no menos espectacular (y más ambiguo que nunca). Partiendo de una atmósfera opresiva la obra se convierte en un psicoanálisis de la tortura y el placer. Del sufrimiento y hedonismo. Del odio y el deseo. De víctimas y verdugos...

miércoles, 30 de noviembre de 2011

REVISANDO EL NUEVO FANTÁSTICO BRITÁNICO: "TRIANGLE" Y "CHERRY TREE LANE"

En su día ya apreciamos la calidad de películas como The Children (Tom Shankland, 2008) o Eden Lake (James Watkins, 2008), reflejos del buen momento por el que está pasando el cine fantástico proveniente del Reino Unido. A continuación tenéis un par de ejemplos más de tal quehacer.
TRIANGLE (2009). Christopher Smith.
-Desde Creep (ídem, 2004), film en el que Franka Potente era perseguida por una criatura psicópata por el metro de Londres, el joven realizador inglés Christopher Smith ha dado sobradas muestras de su valía en esto del terror con films tan entretenidos como Severance (Desmembrados, 2006) o Black Death (2010), este último un notable y atípico cruce entre el clásico relato de aventuras medievales y el cine de horror. Triangle la rodó entre ambos títulos y, personalmente, pienso que es su mayor logro cinematográfico. En el cine de este director todo se envuelve dentro una falsa apariencia bajo la cual se oculta algo caótico y violento. Al igual que sucedía en Black Death, Triangle acaba siendo la crónica del proceso de descubrimiento de la oscuridad interior de un personaje aparentemente 'puro' al que las circunstancias convertirán en un auténtico 'diablo humano'. En este aspecto también guarda cierta similitud con la apabullante Vinyan (2008), en la cual, y también, un personaje femenino se niega a aceptar un hecho irreparable como es la pérdida de un hijo, detonante para que aparezca ese terror psicológico soterrado. En todo caso lo que más llama la atención en el film de Smith, además del excelente trabajo del director inglés, es la 'similitud argumental' con el film español Los Cronocrímenes (Nacho Vigalongo, 2007): Ya saben... búcles en el tiempo y demás paradojas. Lo que ocurre es que Smith logra un film mucho más completo (que no complejo) y para nuestro gusto mucho más perfecto que la ópera prima del director cántabro, sin desmerecer, sino todo lo contrario, esa pequeña rareza de la sci-fi española como fue Los Cronocrímenes. A buen seguro Smith tuvo presente el film de Vigalongo como punto de partida para esta película. El resto es un más que aceptable ejercicio de cine de terror con funestos crímenes, clones fantasmas, barcos misteriosos y triángulos sin bermudas.
CHERRY TREE LANE (2010). Paul Andrew Williams
-Paul Andrew Williams es otro de los jóvenes realizadores británicos a seguir. The Cottage (2008) era una excelente comedia negra de terror de aldea, y London to Brighton (2006) un thriller realista y durísimo. Los dos arto recomendables. Su última obra es un violento thriller de terror urbanita, tan polémico y primoroso, como en su día pudieron serlo títulos como La Naranja Mecánica, Funny Games (Michael Haneke, 1997) o en menor medida La Habitación del pánico (David Fincher, 2002). La temática está clara pues: la lacra real de los asaltos con violencia a lo más sagrado de la intimidad del hogar. Si os creíais a salvo y seguros tras el calor de vuestras moradas, bien apañados estáis. Y si no que se lo dígan a los personajes de Cherry Tree Lane, padre, madre e hijo, asaltados en su lujosa casa por una pandilla juvenil (e interracial) sin más motivo que el cobro de una deuda. Asistimos, grácias a un primoroso guión, y en apenas hora y cuarto de metraje (ejemplo de que para contar una buena historia no hace falta alargarse en demasía), a un alarde de realismo sin censura de ningún tipo, con una violencia 'moderadamente' explícita y ejemplarmente intuída (siempre que el director lo crea conveniente: el fuera de campo de la violación, por ejemplo). Por momentos llega a incomodar de tal manera que te hiela la sangre. No hay metáfora alguna en la película; salvo que no sea para recordarnos, una vez más, la estupidez humana. Lo que más 'miedo' da, es que sean unos adolescentes, y no unos ladrones, los que monten todo el percal. Para estos mimados y consentidos crios no es más que un juego. Creen estar en su derecho. Son los chicos de las nuevas generaciones. Hijos de vecino. Les dícen manzanas podrídas... Tal vez... ¿Pero por qué gusanos?

sábado, 26 de noviembre de 2011

CINE CON MAYÚSCULAS: "DRIVE" (Otro film deslumbrante de Nicolas Winding Refn)

Desde estas páginas defenderemos siempre esta clase de cine existencialista. Cine del desaliento. En este caso personajes solitarios al volante de una realidad sociopolítica negrísima. Driver (The Driver, Walter Hill, 1978), Vanishing Point (Richard C. Sarafian, 1971), Carretera Asfaltada En Dos Direcciones (Two-Lane Blacktop, Monte Hellman, 1071)... serían buenos ejemplos de ese 'existencialismo sobre ruedas' al que hacemos honores. Pero faltaba la película moderna sobre el tema. Un film que mirase de manera nostálgica aquel cine de los 70/80, pero desde la actualidad. Estamos de suerte. Con una honestidad digna de admiración el director danés Nicolas Winding Refn (favorito de esta casa) realiza una relectura contemporánea sobre estos films y, lo que es más importante, muy, pero que muy personal. No solo hay grandes persecuciones: rodadas sin grandes aspavientos pero cargadas de una acción ejemplarmente naturalista (atención al uso que hace del off visual), al igual que no solo hay un ejemplar uso de la violencia física, mucho más extrema y radical de lo que el metraje permitía prever (el momento del ascensor es casi gore), sino que en las bellísimas y serenas imágenes de DRIVE: un Los Angeles nocturno al que Refn rinde cariño, respeto y admiración, tanto en el empleo de la cámara, como a través de la fascinación que siente el personaje del Conductor (un sobrio Ryan Gosling, frío y calculador, con ecos lejanos del Alain Delon de El Siliencio de un Hombre de Melville) por tan gran ciudad, el danés nos narra una historia de redención, y no solo en un sentido bíblico, sino también, emocional. Cine cool. El director danés -firmante de obras tan referentes como Valhalla Rising o Pusher- se ha superado. Con Drive le llega la consagración definitiva, coronándolo desde estas páginas como uno de los grandes directores de cine del momento. Historias personales y complejas. Cine reflexivo. Redondeando todo este proceso creativo, tan admirable, con una fotografía acorde a la naturaleza del film y una banda sonora conscientemente retro-moderna. Una gozada. En un principio era Neil Marshall el encargado de sacar este proyecto adelante, pero se lo pasó al danés, y siempre le estarémos agradecidos por tal herencia. Para nuestro gusto tumbero el mejor thriller de los que hemos visto en el 2011. Desde ya un título de referencia obligada.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL RINCÓN DEL PINCHADISCOS: DESCUBRIENDO A EDDIE HINTON

Estamos ante otro de esos fabulosos compositores rock relegados al olvido más inmerecido. Al igual que Roky Erickson o Tonny Joe White (por nombrar tan solo dos de una lista interminable de músicos malditos) la figura de Eddie Hinton ha corrido una suerte de obstracismo musical. Increíble como la perra vida/industria permite que el éxito le llege a unos, y otros, de igual nivel, y en muchos casos superior, gozen de un incomprensible desinterés generalizado. Vale que algo de esto último tenga también que ver con la suerte (o con la mala suerte como en este caso), la ignorancia, el desconocimiento o la estupidez del oyente medio (podríamos añadir otras causas como las drogas pero se ha visto que éstas nunca fueron impedimento para que un rockero triunfe), si no no me explico como un guitarrista y cantante de la talla del de Alabama (Tuscaloosa, 1944-1995) pase sin pena ni gloria por la (ingrata)historia del rock. Siendo justos, y para nada exagerados, Eddie Hinton debería de estár a la misma altura de un Eric Clapton, JJ Cale, John Fogerty, Bob Seger, Nick Love, Willy Deville, Neil Young, Rod Stewart y cual famoso prefieran ustedes. Con una voz absolutamente magistral, comparable a la del mejor Otis Redding, estos alagos al bueno de Hinton están más que merecidos. Ahí están sus canciones para justificarlo. Escuchen su segundo trabajo "Letters from Mississippi (1987)" y díganme si no es una maravilla del mejor rhythm and blues, soulidificado de rock and roll, que hayan escuchado nunca. Ni un solo tema de relleno. Una joya de 25 kilates de principio a fin. Temazos como "Everybody needs love", "My searching is over", "It's All Right", "Ting-A-Ling-Ling", o el que da título al disco, tras una primera eschucha, no se olvidan facilmente. Sus letras nos hablan de carreteras polvorientas, de penurias y de redenciones, de luchas personales: vivencias de una vida lastrada por contínuos problemas con las drogas y la bebida, acentuados por cierta inestabilidad mental que precipitaron su carrera a la ruína. Acabaría sus días tirado en las aceras tocando por unos pocos centavos. Algunos amigos lograrían que volviera a componer y tocar en vivo (los imprescindibles trabajos "Cry & Moan", de 1991, y "Very Blue Highway", del 93, son de esa etapa) pero cuando estaba en pleno proceso de grabación de un nuevo album un infarto se lo llevó en casa de su madre a la temprana edad de 51 años. Atrás quedan sus primeros tiempos como músico de sesión acompañando a legendarios como Wilson Pickett, Aretha Franklin, Joe Tex, Solomon Burke, The Box Tops, Elvis Presley y tantos otros. Los enormes Drive-By Truckers dedicaron su tema "Sandwiches for the Road" al músico maldito, y corre por ahí un documental sobre su vida titulado "Dangerous Highway"(2008), el cual, al parecer, la madre no deja que se comercialice al no estar de acuerdo con la historia... o con los royalties, vaya usted a saber (los que lo han visto en su estreno en un festival de Italia hablan maravillas de la película). Desde A Tumba Abierta les invitamos a que descubran un autor crepuscular si es que de verdad sienten pasión por el rock and roll.

domingo, 20 de noviembre de 2011

TE PRESENTO A JOHN MICHAEL McCARTHY, EL ULTIMO SEXPLOITER

Si os gustan películas gamberras como las de David F. Friedman, John Waters o Russ Meyer, amáis el cine de muy bajo presupuesto, os vitamináis con el mejor sexploitation yanqui, el cómic underground, el punk rock garajero, la sci-fi cincuentona, y os importa una mierda hacer el ridículo y pasar por vulgares freaks ojeando nudies de sexo bravo, delincuencia juvenil y demás referencias psicotrónicas... deberíais echarle un vistazo al cine de este menda. Eso sí, lograr encontrar un film que lleve su firma va a ser algo tan difícil como dar con el Santo Grial por el morro: una taréa para arqueólogos pirados (en la mula no hay nada de nada). Adoptado de nacimiento McCarthy afirma haber nacido en Memphis, como su amado Elvis, pero lo cierto es que nació en Baldwyn, Mississippi. Su obsesión por El Rey raya lo paranóico (el lo llama "sincronía sexual") pero es su conocimiento sobre la (sub)cultura popular y la sociedad norteamericana en general, lo que nos lleva a interesarnos por la trayectoria de este director, sobretodo después de parir semejante disparate como fue Teenage Tupelo (1995). Una 'obra maestra' del cine cutre y casposo; escrita, producida, dirigida y promocionada (el tío gusta de hacer giras con sus films cual roquero del espacio exterior) por el propio John Michael, sin duda alguna uno de los alumnos más avispados del mítico Ed Wood. ¿Quién si no podría tener entre sus proyectos una historia como la que desea contar en Iggy/Ziggy, una cosa futurista basada en 2001:Una Odisea Espacial, en la que Iggy Pop es retratado como un hombre primitivo y el Ziggy Stardust de Bowie vuelve de Marte para visitarlo descubriendo un mundo de rock'n' roll? Semejante marcianada solo podía salir del chamuscado cerebro de un tipo tan divino como JMM. Su filmografía patatera (la mayor parte en formato Super-8) no sería de culto sin la presencia de una figura femenina y portentosa dispuesta a la desnudez: D'Lana Tunnell. En palabras del 'profesor' Rubén Lardín -a quien debo este reportage-: "una tipa carnosa, de expresión disgustada, aspecto de zampapollas y belleza glamourosa, a la que alguna vez he visto fotografiada por Richard Kern, y cuya mirada cándida y morbosa ya es indisociable del cine del director" (Los fans tumberos de los Oblivians la tienen inmortalizada posando para su Lp "Sympathy Sessions"). Como curiosidad el bueno de JMM hizo de extra en un pequeñísimo papel (como dibujante) en la película de Milos Forman El escándalo de Larry Flint, además de dibujar él mismo los storyboars y reinterpretar algunos de los chistes originales de la revista Hustler para que aparecieran más jugosos en pantalla (en la cinta también salían un par de starlets de su cantera, Dawn Ashcraft y Sophie Couch, como putas de compañía de Woody Harrelson). A continuación repasémos algunos de los trabajos menos destartelados de su filmografía, basura de la buena. TEENAGE TUPELO (1995. 83m) Rodada con un presupuesto de 12.ooo dólares (y tirando de Master Card), fotografiada en B/N y en color y localizada en los lugares de Memphis por los que paseó Elvis, esta estupenda nudie-cuti incluye desde un sorprendente homenaje a Los Cuatrocientos Golpes de Truffaut, inclusive la interpretación de la propia madre del director ("¿Quiéres ver a mi madre desnuda?" reza la promoción del film), hasta una impagable banda sonora ¡del mejor grupo de rock venezolano! de los 60, Los Impala. Y todo para rememorar aquellos salvajes films meyeranos como Faster Pussycat Kill, Kill! o el She Devils on Wheels de Gordon Lewis. Las pandilleras en esta ocasión son el trío atómico de las Mangaters, cultistas del teenage Topsy Turvy que vuelve al pueblo para el estreno de Trashus Traileris, un nudie-cuti (¡¡dentro de otro nudie-cuti!!) a todo color que ha protagonizado; pero al llegar descubre que el mundo de allí es en blanco y negro. D'Lana es una lugareña preñada de Johnny Two-Note, un cantante de rockabilly casposo. En conjunto tenemos una tragicomedia de sexploitation semi autobiográfica y musical... Ahí es nada. THE SORE LOSERS (1997; 98m.) Los perdedores del dolor (así se doblaba en la versión al español, que la hay) es su siguiente película tras Teenage Tupelo (vídeos para los Oblivians o Guitar Wolf fueron otros de sus trabajos, aparte de crear y dibujar el personaje de cómic Cadavera). Interpretado por Jack Oblivian, como no, músico componente de los seminales Oblivians, en el papel de un delincuente juvenil que llega del espacio exterior. El argumento no podía ser de lo más delirante. Hay más sexo, más coches, más violencia, más efectos especiales y mucho más ritmo que en todo lo que había rodado hasta la fecha (75.000 dólares tienen la culpa). La música es uno de sus atractivos, un ingrediente clave. La banda sonora está editada por el majestuoso sello californiano Sympathy for the Record Industry e incluye joyas de '68 Comeback, Guitar Wolf (el trio de componentes de la banda de garage-trash japonesa interpretan a los hombres de negro en el film) Jeff Evans y, por supuesto, sus/nuestros querídos Oblivans. Papelito además para e veterano David Friedman, el primero en 25 años. Memorable la escena en la que Blackie (al llegar a la Tierra es lo primero que hace) entra en una tienda a comprar un ejemplar de Weird Science, y cuando el vendedor le comunica que el gobierno retiró todos los números hace tiempo, éste no puede evitar asfixiarle con un ejemplar de Odio, la obra maestra de Peter Bagge. Así de chiflado es el singular universo de este cineasta americano sin parangón. Siempre perdiendo. Pero sin desfallecer. Posteriormente rodaría la apocalíptica SUPERSTARLET A.D. (2000), un cruce entre Regreso al planeta de los simios y Beyond the "Valium" of the Dolls. Su última 'chatarrada' es un film que todavía no he tenído la gloria de visionar: CIGARETTE GIRLS (2009), en lo que pretende ser la superpelícula por excelencia del pieza de Memphis. Tanto Ovni, tanta chica mala, tanto rock'n'roll, tanto troglodita y tanta carallada espero que os haya abierto el apetito (sexo-lúdico-canábico fermentado con birra), igual que a un servidor cuando escuchó por vez primera el nombre y desventuras de John Michael McCarthy. Todo un personaje.

jueves, 17 de noviembre de 2011

In Memoriam... LLORANDO A JOE FRAZIER Y CHARLES NAPIER

Demasiado feo, demasiado fuerte, demasiado formal. El único Somokin Joe ha colgado los guantes para siempre. Adiós al perdón para Alí, a uno de los odios más furibundos de la historia del deporte: a hombres que tenían algo que cantarnos. Respeto y admiración eterna hacia aquellos mitológicos 'combates del siglo'. Campeones de barrios pobres. Campeones del barro. Mofándose a golpes de la vida. Adios a los pesos pesados que comían corazones. Adiós a Manila, al viejo Garden neoyorquino. Adiós a Vietnam. Adiós a los remordimientos. Adiós al carisma, al vejado glamour. Recuerdos del capo Frank Costello, de Sinatra. No más apretones de manos entre perdedores bajo brumas de humo blanco. Las puertas de la muerte finalmente se abrieron para Joe Frazier. Nos espera en el lado oscuro de la Luna: Donde solo los dioses descansan en paz. El pasado 5 de octubre a los 75 años fallecía el actor norteamericano CHARLES NAPIER. Los más cinemaníacos lo recordarán saltando a la fama (es un decir) tras sus colaboraciones con el tristemente añorado Russ Meyer en Supervixens y Cherry, Harry & Rachel!; potentes artefactos calentorros que perdurarán en nuestra memoria tumbera por siempre jamás. Aquellos papeles secundarios ''especializándose'' en personajes de militar y de tipo duro en los que sacaba a relucir su inimitable sonrisa enrabietada son ya patrimonio del mejor, y más divertido, cine americano. Hasta la vista hermano.

martes, 15 de noviembre de 2011

DIRIGE E. ELIAS MERHIGE. Cineasta a tumba abierta

LA SOMBRA DEL VAMPIRO (The Shadow of Vampire, 2000). El extraño y atrayente realizador neoyorquino E. Elias Merhige -autor curtido en el cine experimental (Cfr. Begotten, 1990)- apuesta por un producto a contracorriente, agradable de ver, por eso nos gusta en esta casa. Su camara actúa como una cazadora de almas/vidas de las personas, digámos que vampiriza a sus personajes, un efecto vampírico que le viene como anillo al dedo a la hora de manufacturar este insólito film sobre la vida y obra del actor alemán Maximilian Schreck, protagonista del famoso film mudo de F.W. Murnau, Nosferatu (1922), personaje al que la leyenda sitúa como un auténtico chupasangres. Bajo esta apasionante premisa, y de la mano de dos grandes actores que contribuyen a la solidez del producto como son John Malkovich (Murnau), y sobre todo, Williem Dafoe (Scherck), Merhige se vale de ideas ajenas y ya planteadas en anteriores ocasiones (es imposible no acordarse de Michael Powel y su Fotógrafo del Pánico, o del Arrebato de Iván Zulueta) para facturar una película llena de buenos momentos cinematográficos, bellas imágenes (la escena en la que el vampiro vuelve a ver la luz del sol en los fotogramas del film que ruedan, es un ejemplo de ello), y una elegante gracia soterrada, producto de 'jugar' con excéntricos personajes reales: como cuando Schreck se niega a relacionarse con el resto del equipo de reparto alegando que es un fanático del método Stanislauski (sic.), por citar alguno de esos impagables momentos. Una película que nunca termina de ser un film de terror (ni lo pretende) puesto que Merhige se pasa por el forro muchas de las convenciones del género para deleitarnos con lo que muchos creémos una pequeña obra maestra, un título de culto entre los amantes del cine dentro del cine. Añadir que un inesperado Nicolas Cage figura como coproducor de la mísma, asesorado eso sí, por el experto español Luciano Berriatúa. SOSPECHOSO CERO (Suspect Zero, 2004). El poco prolífico director neoyorquino firma de nuevo un curioso film. Esta vez se trata de un thriller parasicológico estimable, pero al igual que sucediera con La Sombra del Vampiro no consigue el más mínimo reconocimiento ni del publico ni de la crítica. Suspect Zero no es un film redondo: lagunas de guión, situaciones en las que los personajes aparecen de la nada..., y ni mucho menos alcanza el nivel de su anterior film (su próximo trabajo sería un corto de animación titulado Din of Celestial Birds, dejando claro que lo suyo es experimentar), pero entretiene, que es lo que importa en este caso, y para nada se merece la mala fortuna de la que disfrutó. Cuenta además con un actor de la envergadura de Ben Kingsley (Sexy Beast, 2000) y un Aaron Eckhart más que aceptable, completando el reparto la siempre adorable actriz canadiense Carrie-Anne Moss (Memento, 2000), una mujer por la que sentimos verdadera atracción en esta casa. Merhige vuelve a tomar prestado premisas y argucias argumentales de otros films del mismo género (salta a la vista que títulos como Seven o El Silencio de los corderos están presentes en mente de todos, por otro lado, como lo están influenciadas el 99% de peliculas hechas a posteriori sobre temática psycho-killer) para fundirlos con su peculiar estilo de 'maníaco de la camara' (esos planos imposibles del revés...) y firmar otro título maldito, raro e incomprendido. Los que gusten de asesinos en serie, del psicoanálisis freudiano, de conspiraciones gubernamentales, armas parasicológicas y viajes astrales de serie B sin lugar a dudas Sospechoso Cero colmará sus expectativas.

sábado, 12 de noviembre de 2011

LOS NIKIS: 'LOS RAMONES DE ALGETE'

Airbag, Los Vegetales, Shock Treatment, Los Zodiacs... son de esos otros buenos grupos españoles que representan la quintaesencia del teen punk made in spain. Un género (ninguneado por muchos) que parece tan fácil y a la vez tan dificil de hacer bien. Bandas con semejantes planteamientos: temas cortos, rápidos y de mensajes sencillos, son legión en el mundo entero. Pero si hay un grupo al que se le puede considerar como los Ramones 'de algún sitio', con todas las de la ley, estos serían sin duda Los Nikis. No en vano cuando se habla estos reyes del punk-pop patrio se les suele denominar como "Los Ramones de Algete". Y no defraudan, créanme. A entusiasmo, derroche, talento, ingenio y sentido del humor no les gana mucha gente. En perfecto castellano sin tener que recurrir a giros extranjerizantes ni entonadas tan caracteristicas de la gran mayoría de grupitos pop-rock hispanos, los Nikis brillaban gracias a la pasmosa calidad de sus letras. En una época de la que muchos ahora reniegan, los madrileños Nikis crearon leyenda (insufribles impersonators surgidos tras su aparición tratarían de imitarlos). Canciones como "Silvia Sobrini", "Salvaje Pasión", "10 Años en Sing-Sing", "Sangre en el Museo de Cera", "La Naranja no es Mecánica", "Venganza", "El Imperio Contraataca" y tantas otras tonadillas son clásicos de su excelente repertorio. Para los santones del fundamentalismo rock, aquellos que todavía piensan que los Nikis fueron un grupo-de-cachondeo, quiero emplazarles a discutir tal equívoco con cualquier afortunado que tuviese la suerte de verlos en vivo. Orgullo de ser un Niki. Los Ernestos y Silvias te dirán que se pasaban todo el rato saltando y coreando las canciones a gritos. Los fans peregrinaban llenando autocares y trenes especiales hacia Caminos o Rockola... Madrid is burning!!. Imprescindibles, esa es la palabra. Sus primeras grabaciones son ahora inencontrables, pasto de oportunistas tenderos desaprensivos. Pero ya que en analógico está dificil la cosa, esta recopilación en CD, LOS NIKIS: Mi Chica Se Ha Ido a Benidorm, puede ser un buen comienzo para que el público que desconozca las bonanzas de estos cuatro pelandruscas caiga rendido de inmediato a sus pies. En todo caso siempre es buen momento para reivindicar a grupos como los Nikis. Y un privilegio. ¡¡ Que siga la fiesta!!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

PAPEL: "Morir a los 27" (Joseph Gelinek)

Joseph Gelinek es un seudónimo. Desconozco el nombre real del escritor español que presenta así sus novelas, pero poco importa. El caso que La Décima Sinfonía, El Violín del Diablo, y esta tercera entrega de la saga, protagonizadas todas por el curioso detective Raúl Perdomo, se devoran solas. La más tumbera, por adentrarse su trama en un mundo que conocémos: el del rock, es esta última "Morir a los 27" (Plaza Janés). Llena de información real extraída de la historia del rock, con referencias a un sin fin de personajes: mánagers, músicos, promotores, artistas...(hasta se incluye el mismísimo Mark David Chapman, asesino de John Lennon), esta copiosa novela saciará los paladares más mitómanos. Su objetivo: divertir y entretener. Y tras leer sus 500 amenas páginas, vaya si lo consigue. En un acto que se agradece Gelinek acabará recomendándonos un buen puñado de canciones adecuadas para, hacer aún más disfrutable, la lectura de esta novela. Ni decir que dista mucho de ser una obra maestra, pero ni falta que hace.

sábado, 5 de noviembre de 2011

-LOS HÉROES OLVIDADOS Y BIZARROS DEL LA I.P.C. BRITÁNICA

HISTORIAS GRÁFICAS PARA ADULTOS... ... Aunque personalmente fue de crío cuando me lancé de bruces en el fantástico mundo de dicha lectura. Tragábamos de todo. Bendita inocencia, bendita ignorancia. Por supuesto estaba el universo Marvel: en dósis semanales que nos proporcionaba la barcelonesa Ediciones Vértice, pero sería un error relegar al olvido materiales radioactivos que llegaron poco antes que los tebéos de Stan Lee y Cía. a nuestros kioscos. Viñetas de procedencia británica, en blanco y negro, que convivieron con los superhéroes norteamericanos del momento. El que suscribe los conseguía en lotes de tres, rebajados de precio, 'encubiertos' entre otros cómics más 'famosos'. Tras un primer vistazo y una lógica adaptación al personaje de turno, las increibles aventuras de tan bizarros héroes: violentos y extraños, que aseguraban carcajadas y diversión por un tubo por muy estrafalarios que pudieran parecer, quedarían grabadas a fuego en las neurónas atrofiadas de un mocoso como yo. Dibujados de manera tenebrosa por el gran Jesús Blasco, hijo putativo del pulp (y si no pregúntenle al mítico Alan Moore por tal grandeza), todavía está por inventar la droga que supere el 'colocón' de semejantes filigranas gráficas: Hablamos de una garra eléctrica que dotaba de invisibilidad a su propietario; un robot gigante con aspecto de gorila sembrando la destrucción; un amuleto inca que dota de indestructibilidad a su dueño; un narcisista de orejas puntiagudas que pretende ser el amo mundial del crimen; ventrículos en lucha contra el mal; robots orgullosos de su condición de alma de metal contra dinosaurios... Como olvidar los triposos e imposibles diálogos entre pulpos gigantes y cangrejos de ultramar, piernas que atacan el mundo de los umbranos y demás delirantes y descaradas caricaturas que basculan de lo rutinario a lo extravagante y exótico. Raros, bizarros, extrafalarios... Tebéos de evasión pop, honestos, que tienen en cuenta lo inesperado. Esa el la esencia de la IPC británica. Valgan estas líneas para rendir merecido tributo a Zarpa de Acero (quizás el más recordado por el lector español), The Spider, Mytek el Poderoso, Kelly ''Ojo Mágico'', Los Hermanos Wild, Max Audaz, Dollman, el Robot Archie, y demás olvidados superhéroes olvidados.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ED HALLIGAN, UN HÉROE ANDA SUELTO.

Ed Halligan (Steve Tom) is the man!! O estoy loco o este tipo es lo más refrescante y descacharrante del humor televisivo de la última década. Lo mejor de Funny or Die (HBO), disparatado programa de humor con sketches estilo Monty Python a la americana, pero sin la bendita gracia de aquellos, son sin lugar a dudas las apariciones surrealistas/pesimistas del pirado y veterano actor rodeado de guapas secretarias y desproticando sobre lo jodido de su profesión y lo duro de su existencia. Un puñetero crack. Sus pasotas presentaciones al principio y al final de cada episódio, en lo que dura la primera temporada, van de menos a más. A medida que nuestro showman se va calentando, a la vez que soltándose (:su nerviosismo/pasotismo es un acierto que bien puede ser premeditado), nos regalará soberbios momentos de 'humor inteligente', que a pesar de su corta brevedad, resultarán inolvidables (:De coqueteos y miraditas cómplices pasará a seducir a las jovencitas azafatas que aparecen en segundo plano...). Su look a lo Leslie Nielsen con aires de Superagente 86, y el decorado sci-fi-pop: sixtie y cool a más no poder, darán lustre y realzarán todavía más la figura de un personaje que ya forma parte del imaginario colectivo de este ciberfanzine carrasposo y gamberro.

viernes, 28 de octubre de 2011

"PUSHER". LA TRILOGÍA QUE LLEGÓ DEL FRÍO

PUSHER (1996), PUSHER II: WHIT BLOOD ON MY HANDS (2004) y PUSHER III: I'M THE ANGEL OF DEATH (2005), todas escritas y dirigidas por Nicolas Winding Refn, conforman la trilogía danesa de acción por excelencia. Hoy están consideradas, sobre todo la primera, como lo mejor del cine independiente europeo de los ultimos años. Con este trabajo consigue un título de culto en todo el globo. La nerviosa, y narcotizada, cámara de Refn persigue casi en exclusiva al personaje de Frank, un drug dealer de los suburbios de Copenhague, a través de su rutina diaria de ventas y chanchullos. Dura, implacable, violenta, tensa y dramática obra la que nos sirve en frío el director danés. Sin concesiones. El compinche de Frank en la primera, Tonny, pasa a convertirse en el personaje central de la segunda parte. De nuevo un film duro y sorprendente, cerrando el círculo con el personaje de Milo, el barón de la droga serbia, en la última entrega de esta tan genial, como polémica, trilogía de culto. Gangsters viciosos, padres mafiosos, hijos drogadictos, toxicómanos anónimos, madres prostitutas, deudas, ajuste de cuentas, rehabilitaciones, inmigración, desesperación, paro, traición, lealtad... Un áspero retrato de la Dinamarca que no conocemos. El visionado de la serie deja una imborrable huella en el espectador, Una mancha de sangre pegada al cemento.