miércoles, 28 de marzo de 2012
NORDKRAFT. Otra dosis de crudismo danés
NORDKRAFT (Ole Christian Madsen, 2005). A simple vista pueden apreciarse similitudes con Traninspotting y el Réquiem de Aronofsky, por intensidad, crudeza y tratamiento visual, para que negarlo. Pero a medida que avanza la cinta se hace más evidente la influencia de otro film, Pusher (1996), del genial director de CINE Nicolas Winding Refn, título de referencía para toda historia que aborde una temática realista sobre el submundo de la marginalidad y la drogodependencia, y más si estamos hablando de cine danés. Al igual que Refn nos presentaba a Frank y sus compinches, con su cámara narcotizada que les seguía en su agonía de pesadílla urbana mientras sus nombres superpuestos en pantalla aparecían con una banda sonora oscura y rabiosa, también Ole Christian Madsen (Flame y Citron, 2008) nos presenta a sus personajes María, Steso y Allan, tres jóvenes de los suburbios de Aalborg, Dinamarca, con semejante estilo visual. A nuestro entender Nordkraft no alcanza el nivel de Pusher, pero eso ahora no biene a cuento. Estamos ante una película más que buena. Es buena porque es desconcertante, intensa, áspera y nos hace pasar un buen(mal) rato. Queremos más cine chungo como este. Nos caen bien los drug dealer de los bajos fondos, los perdedores, los indeseables, los deseredados, los problemáticos... y toda esa tribu de personas en el fondo no tan diferentes a las del resto del rebaño, la gente corriente. Una vez más nos sacamos el sombrero ante el cine independiente que nos llega del Norte.
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