miércoles, 23 de diciembre de 2015
EL CHICO DE LA MOTO ES EL REY
He regresado una vez más a Tulsa con el chico de la moto. El Chico de la moto es el Rey. Así me lo parece veintiocho años después, 28 veranos menos. La sensación es la misma: sigo viéndolo todo en blanco y negro, percibiendo el mundo a medio volumen. Tan confundido como el primer día. Tan perdido como Rusty James varado en la otra orilla del río.
Desfile de manecillas de reloj, sombras y nubes al galope. Estás atrapado en la tristeza de un enclave mágico, en la penumbra de un final feliz. Un espejo fantasmal en el que nada es lo que parece ser. Un paraje demasiado familiar en el que acecha lo imprevisto. En un sueño incompleto del que cuesta toda una vida recuperarse.
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2 comentarios:
Mickey Rourke como actor era mejor que como boxeador que se parecía a Urtain ganando
peleas amañadas.
Tienes mucha razon, jaja. Yo recuerdo una velada televisada (puede ser que en telecinco) en directo desde Gijon (u Oviedo) en la que le pusieron un sparring en frente -más que un boxeador profesional (él tampoco lo era)- y acabó ¡tirando la toalla! a la primera mano seria de su oponente. Puedes imaginarte los "lindos" comentarios durante y despues de los locutores...Actor-boxeador no son profesiones compatibles no crees. De ahi mi admiracion por un personaje tan contradictorio que al final nos tendria preparado una obra maestra interpretando con la cara cosida a hostias de bisturí al perdedor de El Luchador
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