-STANLEY KUBRICK. "Eyes wide Shut"(99). La última de su vida. El inglés es otro de los grandes. Sobrevalorado en ocasiones, mal enjuiciado en otras, el genio capaz de sacar de quicio al encargado de la claqueta con tanta toma exhalaría su último aliento artístico con este drama fantástico-erótico camuflado de thriller moralista. Las malas lenguas le señalan como el causante de la ruptura sentimental de su famosa pareja de protagonistas, Cruise/Kidman...
-ALFRED HITCHCOCK. "La Trama" (76). Nadie negará el valor y la importancia, pasada y futura, de este regordete y bajito personaje inglés. Sabio a la par que pícaro, nos legaría un catálogo del que nadie en su sano juício dudaría. Un arte (elevado al cubo) de incalculable valor para todos los amantes del cine, sean de la condición que sean. La Trama, rodada tras un parón de 5 años, resultaría a la postre la ultima cinta del desaparecido maestro del suspense. Muchos menosprecian la carrera final de Hitchcock, pero sucede qué, a poco que se le presten un mínimo de atención, titulos como Topaz(69), Frenesí(72) y esta Family Prot(76) resultarían ser films de latente y sustancioso valor artístico.
-ELIA KAZAN. "El Ultimo Magnate" (76). He de confesar que no coincido en nada con las ideologías personales del autor, totalmente opuestas a las mías (la amistad, lealtad..., no parecían ser valores importantes para este director, como quedó evidenciado durante la famosa Caza de Brujas). Este hecho le llevaría a querer justificarse, obsesiva y objetivamente, en cada film que hiciese a lo largo de su carrera. Fue un chivato. Un jodido chivato, sí. Pero también reconozcamos que el tío sabía rodar (aquí demuestra que también, hasta en las últimas, continuaba siendo un excelente director de actores, Mitchum y De Niro en esta ocasión). Y no precisamente por este último film, que dicho séa de paso, puede resultar algo aburrido, sino por titulos como "Viva Zapata!" o "América América" (en el que narra un poco como fue su bizantino viaje huyendo de su Turquía natal para poder llegar a vivir en su "soñada tierra de la libertad"), por citar dos de mis preferidos. Mejor recordarlo por alguno de sus films que por muchos de sus pecados.
-FRITZ LANG. "Los crímenes del Dr. Mabuse" (60). Retorno al personaje del malévolo Dr. Mabuse que en sus lejanos (y sagrados) inícios le lanzara a la fama en el cine mudo. Si alguien no me corrige creo que este es el final del mago nacido en Viena, pues las sagas "indianas" de El Tigre de Esnapur y su continuación La Tumba India (rodadas en su retorno europeo) datan de un año antes, 1959. En todo caso, estas obras de indudable calibre (pese a los críticos) quedarán como un meritorio broche de oro a una magistral carrera como realizador.
-SERGIO LEONE. "Erase una vez en América" (84). El poder de las imágenes. Amo el cine por pélis como ésta. La historia de gangsters es lo de menos. Es el género (o el medio) elegido por el italiano para contarnos una bellísima historia que evoca el paso del tiempo en sus personajes. Sus estragos, sus arrugas, la amistad, el amor, los recuerdos.... Recuerdos que tal vez De Niro imaginó tumbado en aquel fumadero de opio. ¿Fue todo un sueño?... No, no me lo digas...No quiero saberlo...
-AKIRA KUROSAWA. "Los Sueños de Akira Kurosawa" (90). Reconozco que me costó terminar de verla. No sé si oficialmente consta como su ultima obra cinematográfica (el titulo Hachtgatsu No Papusobi, qué no he visto, lo datan un año después) pero sería un buen epitafio a su carrera terminar con un título tan onírico como éste. Más que sueños (que afirmó haber tenído) el sensei japonés parafantasea en ocho episódios distintos momentos y experiencias en la vida de un joven nipón. Al fin y al cabo viene reflejando los cambios sufridos por la sociedad del Japón a lo largo del ultimo siglo. La sociedad que vió nacer y morir a toda una leyenda del séptimo arte.
-HOWARD HAWKS. "Rio Lobo" (70). Aquellos sábados por la tarde no hubiesen sido los mismos sin pélis como ésta (cine en "Sesión de tarde", ¿recordáis?): Cine de aventuras, bélico, cine negro, comedias, musicales, dramas... y por supuesto westerns. Hawks fue un director como la copa de un pino, tocase el palo que tocase. El género americano por excelencia (al que aportaría títulos clave como "El Dorado", "Rio de Sangre", "Rio Rojo" o "Rio Bravo") sería el elegído por el de Indiana para despedirse del medio que tanto amaba, antes de palmarla siete años más tarde. Fiel a los códigos morales y a las coordenadas trazadas por los personajes de sus anteriores westerns maestros Hawks retoma aquí uno de sus temas predilectos: el "grupo" y la importancia de su apoyo para salir airoso de cualquier situación extrema (algo de lo que tomaría buena nota John Carpenter).
Continuará...