Pinchando prodigiosos esputos punk-rock del 77', como el BLATANTLY OFFENZIVE de Wayne County & The Electric Chairs, descubrimos lo inocente y amansado que puede resultar el rock&roll hoy en día. Entonces era bien diferente. Claro que existían oportunistas (de esa chusma no se libra nadie en ninguna sociedad)... pero en aquel breve y fogoso periodo al que hacemos referencia abundaban camadas de cachorros con 'malas pulgas' que una noche merodearon por los aledaños del CBGB neoyorquino aullando y divirtiendo al personal como nunca se ha vuelto a repetir.
Alguien tenía que sacar la lengua, dar un puñetazo en la mesa, berrear y maldecir alto y bien fuerte. Había que plantar cara al sistema con armas de un solo acorde. Un fuego les quemaba las entrañas y necesitaban sofocarlo. Querían batallar. Dispuestos en las tablas para un Rock salvaje y peligroso que a la larga conduciría a muchos de aquellos grupos a la autodestrucción y las sombras mas absolutas. Como todo lo bueno, lo autentico, la llama se apaga. Al final toda aquella marabunta de furia (y libre libertad) acabaría siendo canonizada, etiquetada ... y emulada, un tanto alegremente, por las nuevas generaciones. Vencida la rabia, el perro se dejó acariciar. Nos queda el regusto de pinchar todas aquellas rapsodas punk-rock perdidas en el tiempo (surcos de Tuff Darts, The Heartbreakers, Richard Hell, Television, The Dictators... Tú ya los conoces, son las arterias referenciales de este ciberfanzine que lées ) para recuperar, en lo posible, parte toda aquella histórica esencia de puro rock and roll callejero. Dejémonos de cháchara y degusten a Wayne County como les venga en gana. Esto no es una secta... ¡¡Esto es Rock'n'Roll Resurrection!!
WAYNE COUNTY & THE ELECTRIC CHAIRS: También conocido por Jane, su rock de letrina encabeza toda discoteca básica del periodo 1976-1979 al que aludimos texto arriba. Dallas aburre, Nueva York ardía ruidosa y desaforada -ante la atenta mirada de Londres- y de sus alcantarillados genes nacían anticristos adoptivos de la era sónica. Como nuestro recordado artista de hoy. Reina travesti de la noche neoyorquina, femme fatale de la serie B, mecenas, confidente, foco y centro de atención para toda una factoría y camarilla de curiosos y jóvenes artistas locales en ciernes (Patti Smith, Johnny Thunders, Blondie, Steve Bators, Sylvain Sylvain ...) con sede en los reservados cubículos del legendario Max's Kansas, ex-lider de los Back Street Boys (no los confundan con los 'otros' Boys chupapollas; al que fuera grupo de Jane estuvo a puntito de grabarles un disco el mismísimo Bowie), actor underground (es "Lounge Lizard" en la peli Jubilee), escritora y perra en celo hasta día de hoy... Sucio y lascivo suena el otrora monarca transexual Wayne County en los surcos de temas tan explícitos como "Toilet love" o "Fuck Off". Piezas infames, vibrantes y maleducadas capaces de unir Nueva York y Londres en un gran beso con lengua. Lluvia dorada escénica y presencia rockanrolera la de esta Cleopatra del punk que apabulla y alborota al personal plebeyo con himnos chapuzeros del calibre de "Hot Blood", "Night Time" o "Rock'n'Roll Resurrection". Su nombre se une al de tantos parias olvidados y podridos de la escena rockera de la Gran Manzana. Suerte que en su día no tiramos sus discos a la basura otrogándoles el valor que se merecen. Hoy son piezas de coleccionista, digan lo que te digan.Vinilos que valen su peso en oro. Porquería de la buena.
Si desean descubrir otros mundos debajo del suyo, léanse su autobiografía "Man Enough To Be a Woman" ("Lo Suficientemente Hombre para ser Mujer", 1995) y entérense del resto del percal.