Podríamos continuar nuestra andadura por el cine
fantástico y de género italiano con algún que otro reconocido cineasta, nombres clave como Fulci, Bava, Damiani, Sollima..., de los que todavía no hemos charlado. Pero hemos querído dedicarle estas líneas a uno de tantos y tantos realizadores 'pequeños', que nunca serán pasto de la exquisitez, postmodedernidad o lo que se lleve esta temporada, pero cuya carrera como profesional director de cine (sin entrar en sus trabajos como guionista y ayudante de dirección) merece un toque de atención, además de respeto... faltaría más. A lo largo de su extensa filmografía -más de 40 títulos entre 1962 y 1993-
DUCCIO TESSARI (Genoa, 1026-Roma, 1994) probó toda clase de suertes:
Peplum -Los Titanes (Arrivano i Titani, 1962)-,
películas de aventuras -La esfinge sonríe antes de morir (La sfinge sorride prima de morire, 1964), Kiss Kiss-Bang Bang (1966), Forza "G" (1978), Los héroes millonarios (Gli eroi, 1973), El Zorro (1975), Safari Express (1966)-,
spaghettiwesterns -Una pistola para Ringo (1965), Vivos o preferiblemente muertos (Vivi o preferibilmente morti, 1969), ¡Viva la muerte...tuya!(1971)-,
policíacas -I Bastardi (1968), la muy decente Asesinada Ayer (La norte risale a ieri sera, 1970), Tony Arzenta (1973), protagonizada por Alain Delón, El policía, el gangster y el violento (Tough Guys, 1974), Atormentada (L'uomo senza memoria, 1974)-,
fantástico -Per amore...per magia...(1967), Tex e il signore degli Abissi (1985)-,
giallo -Una mariposa con las alas ensangrentadas (1971)-, además de melodramas y comedias a tutiplén. Como vén, un 'todoterreno' a la hora de trabajar; actitud que, por otra parte, compartían la mayoría de directores ('menores') europeos de aquellos gloriosos tiempos. Su buen quehacer tras la cámara lo representan estos dos films que a la postre recomendamos...
LOS TITANES (Arrivano I Titani, 1962).- Todavía hoy se visiona fresca grácias a la fenomenal fotografía de
Alfio Contini. Dinámicos encuadres panorámicos, destacado tratamiento coreográfico de las escenas de acción (la pelea del Krios contra el forzudo negro, por ejemplo), rebosante de referencias cinéfilas, sólida en sus conocimientos y evocaciones mitológicas (Antíope, Prometeo, Tántalo, Aquiles...), con la peculiaridad de estar narrada bajo un singular prisma humorístico ("
El Baile de los vampiros" o "
El temible burlón", por citar dos de los mejores ejemplos de autoparódia dentro del cine de aventuras, causaron cierto desconcierto por el
mismo motivo), la película de Tessari es todo un alarde de fantasía heróica, una de las obras maestras del peplum. Nuestro añorado
Pedro Armendáriz es el malvado de la partida (Cadmo, un rey que se rebela contra los amos del Olimpo en su afán de ascender a la categoría de ''dios"), y como no, resaltar la presencia de una belleza llamada
Jacqueline Sassard, acostumbrada a enamorarse tanto de titánes musculosos en
peplums como éste, como de bronceados Sandokanes y demás piratas malasianos en films de Umberto Lenzi (otro de esos directores italianos 'ovidados' a los que hacíamos referencia al empezar este reportaje). Eso sí, lo lo que no era impedimento para que la actriz norteamericana saliera airosa de proyectos más 'serios', a las órdenes de un Claude Chabrol (Las Ciervas, 1968) o un Joseph Losey (Accidente, 1967), siempre que se lo propusiesen.
UNA MARIPOSA CON LAS ALAS ENSANGRENTADAS (Una farfalla con le ali insanguinate, 1971).- El gran actor austríaco Helmut Berger (Salón Kitty) protagoniza este giallo, que muchos consideran incluso superior a los rodados por Argento (nuestro respetado y admirado crítico, Carlos Aguilar, entre ellos). Séa como fuere, su única inclusión en el cine de
killers italiano dió como resultado una más que aceptable cinta de suspense dentro del género. Una bella adolescente aparece brutalmente asesinada en un parque milanés, su novio pianista se desespera; se descubre al culpable -comentarista deportivo, padre de una amiga de la víctima- lo que lleva a su rápida detención. Al poco tiempo ocurre otro caso similar. Dada nuestra debilidad por las mujeres atómicas resaltar la presencia de la poderosa italiana
Ida Galli, supermujer famosa por protagonizar eurowesterns polvorientos tales como
Adiós Gringo(1966) o
Para mí el oro, para tí el plomo (1973), y a la que también se la pudo ver en el cine 'serio', en todo su explendor. Al igual que ocurría con Jacqueline Sassard -y con aquellas otras actrices que flirteaban con el nutriente cine de género italiano- el salir en 'humildes' películas no supuso mayor impedimento para mostrar sus dotes interpretativas en obras de mayor calibre, como El Gatopardo o La dolce vita. Siempre será un placer recordar a esta clase de mujeres..., más si calzan medidas a lo Helga Liné.