FORMATO "BETAMAX"... ALTA DEFINICIÓN

Podeis llamarme carca, anticuado, lunático, nostálgico (sería lo más acertado) y lo que os venga en gana. Me da igual. En esta era moderna de tecnología suprema (y lo que está por llegar...) donde todo esta digitalizado y expuesto a cambios contínuos (no nos engañemos, no és por el... renobarse o morir; sino por la ley de mercado.. compra, desecha y vuelve a comprar... el nada debe ser duradero como premisa) yo todavía sigo reproduciendo cintas radiocassete en el coche. Originales o grabadas (en cintas TDK de chromo o metal, ¡cómo debe ser!), de mis viejos o mas recientes discos de vinilo que orgulloso y periodicamente (no tanto como quisiera) sigo comprando (¡Ahora hay mas oferta que hace 25 años!) y sí, todavía conservo centenares de cintas de vídeo en formato VHS por si a caso (no vaya a ser que me salte o no me lea el DVD). ¿Y todo ésto, a cuenta de qué?. Pues para maldecir el día en que me deshice de mi vetusto reproductor de video Betamax (sony)

1988 fue el año en que el formato "Beta" dejó de fabricarse, dejando vía libre a la competencia: El VHS (de JVC y Panasonic) un nuevo sistema de calidad inferior (los Beta tenían mas líneas de definición, por lo tanto mejor imagen) pero con una salvedad... que podía grabar mas de la hora y 30 minutos que ofrecía Betamax (a la postre un lastre difícil de superar, por cuanto una péli estándar duraba mas de 2 horas). Comenzaba así un reinado, el del VHS, que duraría veinte años hasta la aparición del consavido e insípido dvd, menos glamouroso pero mas práctico, como de ciencia ficción, vamos.

Guardo buenos (los malos los evito) recuerdos de esos años dorados del alquiler de películas. Del Videoclub 2000, regentado por "Cara de Sapo" -un tío foráneo que apenas intercambiaba palabras con la clientela salvo para cantarte el precio a pagar... ¡300 pesetas! era su frase preferida-,(siempre me pregunto qué sera de él, arruinado con algún sex-shop) ese fue el primer lugar de estas características en mi denostada ciudad de veraneo que me vió nacer. Apenas cien pelis en unos 20 m. cuadrados. Todo mezclado. Beta con VHS. Las de Esteso con las de James Bond. Monster-movies entre pelis de Kun-Fú. Las porno (de aquella, un tema muy confuso para inocentes mocosos que periodicamente acudían al confesionario) arriba del todo, donde vagamente llegaba la vista. Las que alquilaba tu madre, (Fuego en el Cuerpo, Enmanuele) al lado de las gamberradas que tanto nos gustaban (Mad Max, Warriors, La Carrera de la Muerte del año 2000, Los Chicos del Maíz, Poltergeist, El corazón del angel, Tiburón, El cazador... y sobre todo la violenta Curso 1984 vista varias veces por nuestras mentes adolescentes e impresionables). Eran otros tiempos... No existía el apartado "novedades". Tardaban en aparecer (si es que aparecían) y cuando lo hacían dejaban de serlo, pues ya tenían años. Cosa por otra parte que no nos importaba en absoluto. Era lo que teníamos. Una vez devoradas las pelis violentas pasabas a las de "rísa" (Porky's, Desmadre a la americana, Le llamaban Trinidad...) las de terror (Pánico en el Transiberiano, La Profecía...), a las de "guerra", a vaqueradas de ayer y de hoy. Dramones y todo género que posaba en las estanterías, ya fueran en color o en blanco y negro. Las veíamos todas. Sin perjuícios. Sin distinciones de nigún tipo. Variedad, una clase avanzada de historia del cine. Nada que ver con los actuales puticlubs, digo videoclubs, de hoy día.

Vaya desde aquí un sentido homenaje a esos lugares y entrañables formatos que acompañaron nuestra(tú) infancia... Por favor, rebobine la cinta al terminar su visionado. Gracias.