JIM HENSON: The Man Behind The Muppets

-Con frecuencia utilizamos la palabra "genio" muy a la ligera (hemos de reconocerlo) pero en este caso el adjetivo se adapta perfectamente a la persona de la que hablamos. Seguramente a Jim Henson (1936-1990) no le guste que le tachen de ser especial, ni mucho menos de ser un genio, lógico viniendo de un tipo tan simple y tan modesto al que le gusta hablar a través de sus personajes de trapo. El americano es el mago creador, sin discusión posible, de todo un universo de títeres que han hecho las delicias de millones de niños y adultos de todo el globo. Generaciones enteras de padres e hijos han crecido, aprendido, y lo que es más importante, se han divertido, viendo sus programas televisivos (y lo seguirán haciendo en el futuro): Sesame Street, Los Teleñecos (The Muppets Show) y Fraggel Rock, además de los diversos largometrages que ha producido y dirigido, le convirtieron para siempre en uno de los grandes genios del siglo XX. Qué sería de nuestra infancia sin los entrañables y encantadores brazo-muñecos que Jim, y posteriormente su sócio Frank Oz, lograron inmortalizar: La coqueta y a la vez agresiva cerdita Miss Peggy; la Rana Gustavo (Kermit, en el original), el primer títere que inventó John y al que siempre nanejó y puso voz; el torpe Paco Pico (Big Bird); el divertido Epi y el siempre aburrido Blas (el primero en manos Henson y el segundo de Oz, llevando una relación muy parecida a la que ambos artistas llevaban); Gonzo, Boozie, ... Todos tenemos un muppet favorito, el mío puede que sea Coco (SuperCoco), pero no dejo de pensar que tal vez el primitivo Animal y su gusto enloquecido por la comida, el sexo y aporrear tambores, sea mi personaje más querido. Dificil en todo caso decidirse por una de sus multiples recreaciones. Los 70 sería su gran década. No es de estrañar, debido al contenido de los sketchs, el buen gusto de los números musicales y al humor inteligente (de sutil tono irónico) que impregnó cada una de sus creaciones. Pero es que además supo renovarse sin perder de ser clásico. Esto queda plasmado en su primera aventura cinematográfica CRISTAL OSCURO (The Dark Crytal. GB, 1982), donde el talento de Frank Oz y Jin Henson nos sumerge en uno de los mundos de fantasía más alucinantes y deslumbrantes que este tipo de cine haya conocido. Los personajes de la película por increible que parezca son encarnados por títereres (o marionetas), una cosa impresionante... Cine fuera del tiempo y el espacio (como los Skeksis protagonistas del mismo). Cumbre del fantástico. Luego vendría DENTRO DEL LABERINTO (Labyrinth, 1986), que fue otro cantar. Además de su inseparable Oz, contó con el guión del monty python Terry Jones y con la producción de George Lucas. La cosa no funcionó muy bien que digamos, resultaría un producto para satisfacer distintos gustos y ya se sabe como suelen acabar estas cosas. A esto hay que añadirle que la elección del músico David Bowie no fue una decisión acertada (un genio del rock pero no de la interpretación, por lo menos en lo visto aquí). Aún tendría tiempo de involucrarse en la facturación de "Las Tortuga Ninja"(1990) antes de morir ese mismo año de neumonía en Nueva York. Hoy es copiado (los tontos Lunnis aquí en España, por ejemplo) pero no superado. Adiós para siempre al maestro... al padre de todos los títeres. PARA SABER MÁS Y MEJOR, AGENCIESE (POR CUALQUIER VÍA NECESARIA) EL SOBERANO DOCUMENTAL THE MAN BEHIND the MUPPETS. INTERESANTE, DIVULGATIVO, ELOCUENTE Y TAN EXPLICATIVO COMO SERÍA DE IMAGINAR TENIENDO EN CUENTA A QUIEN TENEMOS ENTRE "MANOS".