Actores de primera. Estrellas de segunda. Los grandes secundarios del cine norteamericano. (Alejandro Herraiz. T y B Editores, Madrid 2011, 543 págs.).
Necesario un libro como este para recopilar de una vez por todas los nombres 'en letra pequeña' que aparecen en los créditos de la historia del cine americano. Una guía completísima para picotear en los mejores actores de reparto, aquellos que iluminaban el encuadre y agrandaban el nivel de muchos films. R Morley, Ben Johnson, P. Clarkson, John Elam, K. Freeman, C. Trevor, T. Ritter, E. Arnold, J. Carradine... y tantos otros olvidados
craks que, como ustedes saben, venimos reivindicando desde estas páginas cada vez que tenemos la ocasión. Actores que alcanzaron el estatus de protagonista llegando del segundo peldaño, a estrellas que acabaron como secundarios de lujo. Sin contar los que siempre aceptaron con gusto su papel de segundones. Si no están todos, casi. Todo cinemaníaco debería tener una copia de semejante libro reivindicativo. Toda referencia dispone de fotografía, filmografía, datos biográficos y un texto informativo-valorativo. Una delicia. Sirva esta reseña para acordarnos de 2 de los actores incluídos en este libro que han perecido recientemente. Actores que aunque los hayas visto una sola vez en una película les recuerdas de por vida.
Bill McKinney es uno de esos hombres. Falleció el pasado 1 de Diciembre a los 80 años, debido a un cáncer de esófago. Todo aquel que viosionara la ilustre
Deliverance (Defensa) le recordará por interpretar a uno de los salvajes y famosos pueblerinos que salían en la cinta de Boorman. No digamos los amantes de los films eastwoodianos. Se le pudo ver en el western El Fuera de la Ley, en Bronco Billy y en la alocada Ruta Suicida.
Harry Morgan también falleció en Diciembre pasado, el día 7, tenía 96 tacos, y se lo llevó una pulmonía. Si por algo lo recordamos con cariño fue por su interpretación como Coronel Potter, en la cachondísima
M*A*S*H*, si bien en sus inicios participó en fenomenales westerns como Incidente en Ox-Bow, Solo ante el peligro, El ultimo pistolero o La conquista del Oeste.
Actores de primera. Estrellas de segunda. Los grandes secundarios del cine norteamericano. (Alejandro Herraiz. T y B Editores, Madrid 2011, 543 págs.).
Necesario un libro como este para recopilar de una vez por todas los nombres 'en letra pequeña' que aparecen en los créditos de la historia del cine americano. Una guía completísima para picotear en los mejores actores de reparto, aquellos que iluminaban el encuadre y agrandaban el nivel de muchos films. R Morley, Ben Johnson, P. Clarkson, John Elam, K. Freeman, C. Trevor, T. Ritter, E. Arnold, J. Carradine... y tantos otros olvidados craks que, como ustedes saben, venimos reivindicando desde estas páginas cada vez que tenemos la ocasión. Actores que alcanzaron el estatus de protagonista llegando del segundo peldaño, a estrellas que acabaron como secundarios de lujo. Sin contar los que siempre aceptaron con gusto su papel de segundones. Si no están todos, casi. Todo cinemaníaco debería tener una copia de semejante libro reivindicativo. Toda referencia dispone de fotografía, filmografía, datos biográficos y un texto informativo-valorativo. Una delicia. Sirva esta reseña para acordarnos de 2 de los actores incluídos en este libro que han perecido recientemente. Actores que aunque los hayas visto una sola vez en una película les recuerdas de por vida.
Bill McKinney es uno de esos hombres. Falleció el pasado 1 de Diciembre a los 80 años, debido a un cáncer de esófago. Todo aquel que viosionara la ilustre Deliverance (Defensa) le recordará por interpretar a uno de los salvajes y famosos pueblerinos que salían en la cinta de Boorman. No digamos los amantes de los films eastwoodianos. Se le pudo ver en el western El Fuera de la Ley, en Bronco Billy y en la alocada Ruta Suicida.
Harry Morgan también falleció en Diciembre pasado, el día 7, tenía 96 tacos, y se lo llevó una pulmonía. Si por algo lo recordamos con cariño fue por su interpretación como Coronel Potter, en la cachondísima M*A*S*H*, si bien en sus inicios participó en fenomenales westerns como Incidente en Ox-Bow, Solo ante el peligro, El ultimo pistolero o La conquista del Oeste.
3 comentarios:
Muchas veces son los secundarios los que escriben la historia. Las estrellas muchas veces solo recogen de forma bastante oportunista lo que otros sembraron.
Como siempre amigo Jota has dado en el clavo. Es siempre un placer (muy esperado) leer tus comentarios. Ah!, y felicidades por tu genial blog.
Un Saludo.
Felicitaciones Gary:
http://1977voltios.blogspot.com/2012/02/tumba-abierta.html
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