jueves, 16 de febrero de 2012
DON SHARP: VAMPIROS, BUCANEROS, SACERDOTES SUPERDOTADOS Y FU MANCHÚS (R.I.P.)
DON SHARP. Tasmania (Australia), 19 de abril de 1922/Londres (U.K.) 14 de diciembre de 2011
.-Los aficionados tumberos al fantaterror estamos de luto. En un triste comunicado (que parece no importarle a ni diós) nos enteramos del fallecimiento del que en su día fuera uno de los realizadores más frecuentes en el explendor de la "Casa de la sangre". Trasladado al Reino Unido en la posguerra (como veterano de guerra de las fuerzas aéreas de su país), trabajó como guionista y ocasional actor de cine y TV., siendo el responsable en 1958 de la primera película inglesa de rock and roll, The Golden Disc (repitiendo la fórmula poco después con It's all happening). Por aquel tiempo la Hammer estaba sumida en una crisis y necesitaban recuperar crédito. Sharp, que no era conocido excepto en los sótanos de la industria y jamás había rodado un film de terror ni nada que se le pareciera, sería el elegído para tratar de levantar el Estúdio. No sabrémos quien sería el avispado productor o ejecutivo de la Hammer que apostó por él, pero que se anote un tanto. Sin duda el lado más moderno y musiquero de este director de segunda tuvo mucho que ver. Debutaría con la genial KISS OF THE VAMPIRE (1963), consiguiendo todo un taquillazo y convirtiendose en uno de los realizadores estrella del cine de terror. En dicho film (en el que no aparecen ni Drácula ni Van Helsing, pero sí el pérfido doctor Ravna (Noel Willman), una suerte de gran maestre de una comunidad de no-muertos de la Baviera de 1910), Sharp consigue, con pocos medios, presentar una obra muy profesional, añadir toques hitchcockianos, dotar a la misma de un ritmo poderoso, fundir el film en una atmósfera espectral (esos frondosos bosques...; desde ya, marca de la casa) y, en definitiva, filmar un título hasta ese momento diferente al resto de los rodados por la productora británica. De ahí, coser y cantar. Le seguirían Devil-Ship Pirates (Los piratas del diablo, 1964) y la fallída (pero encantadora) Rasputín (1966), con el gigantesco Christopher Lee en el papel del lujurioso monje zarista. Con Lee tuvo buen feeling, juntos realizarían, además de Rasputín, las dos primeras entregas de la fantástica saga de Fu-Manchú. El legendario personaje ceado por Sax Rohmer resucitaría- a lo grande- de la mano de ambos en las estimables El Regreso de Fu-Manchú (1965) y Las Novias de Fu-Manchú (1966). Si bien el diabólico oriental que pretende dominar el mundo es el personaje que reina en la saga, ésta no estaría completa sin la irresistible presencia de su malvada y bella hija Tsai Chin, seámos sinceros. El director australiano afincado en Londres continuaría firmando nutritivas cintas de género fantástico: The Curse of the Fly (1965), es un excelente remake de La Mosca, el clásico de la sci-fi dirigido por Kurt Neumann que cuenta con el estupendo Brian Donlevy como protagonista; Psychomanía (1972), un psicotrópico y delirante film sobre una banda de moteros que descubren el secreto de la inmortalidad; o Witchcraft (1964)... labrándose un nombre como afinado artesano de la Serie B y ganándose el respeto de toda la comunidad de aficionados al mejor cine de terror gracias a sus películas con la Hammer. Otro de sus trabajos más logrados está fuera del campo del terror, estamos hablando de A Taste of Excitement (Juegos Asesinos, 1970). Se trata de una buena peli del género de espías en la que aparece la irresistible actriz germánica Eva Renzi, toda una belleza. Descanse en paz, maestro.
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