La vida de la mayoría de los grandes campeones del Boxeo en su época dorada -cuando este deporte tenía un significado- es una verdadera tragédia griega. De ellos nos quedamos con su imagen encima del ring y nos olvidamos de la segregación, las difilcutades, los contratiempos, (también errores) y el precio a pagar por la mayoría de estos gladiadores lejendarios (Jack LaMotta, Tyson, Foreman, Huracan Carter, Alí ...la lista sería interminable incluso los no tan conocidos Durán, Monzón, Urtain, Poli Diaz...) y la pelea que éstos mantuvieron con su destino fuera del cuadrilatero.
Héroe de hierro, destino de arcilla.
-A la reciente visión de la peli sobre Tyson (de la que ya os he comentado) se suma este nuevo biopic tHE PHANTOM PUNCH (Robert Townsend. 2009) sobre la vida y epopeya de Sonny Liston, aquel campeón que recordaréis los aficionados al boxeo por ser el púgil qu
e permitió a un veinteañero Muhamed Alí (por aquella Classius Clay) coronarse por vez primera campeón del mundo. Un cinturón que pertenecía a un Liston que no tenía la admiración del público pero que se lo había ganado a pulso desde que un sacerdote le ayudó a conseguir que se sintiera un ser humano desde la celda de una prisión y enderezase en cierta manera su miserable existencia. La prensa se había encargado de convertirlo en el malo, ayudada por la complicidad de la policía que odiaba a Liston por su pasado entre rejas (siempre por pegar a policías blancos que le provocaban) unido a los rumores que asociaban al boxeador con la mafia (eran tiempos de "amaños", en todos los sentidos). La lucha contínua con el pasado y sus orígenes es una adversidad más que añadir a la vida de los púgiles, y que hoy conocemos un poco más (¿sabíais que se había suicidado?. Yo lo ignoraba) gracias a trabajos como los de este director Robert 
Townsend que ya llevó a las pantallas de televisión la vida de otro negro de cuidado Little Richard (en otro biopic que no he tenido ocasión de conseguir). Después del visionado de este drama creo conocer mejor al pobre de Liston y me identifico con él, su muerte es y será todo un misterio (como la de Bruce Lee, Agatha Christie, Kennedy, Malcom X, etc. etc. etc.), otra víctima más de 
tiempos confusos y dificiles, de los que el cine se encarga de recordarnos... con cuentagotas.
e permitió a un veinteañero Muhamed Alí (por aquella Classius Clay) coronarse por vez primera campeón del mundo. Un cinturón que pertenecía a un Liston que no tenía la admiración del público pero que se lo había ganado a pulso desde que un sacerdote le ayudó a conseguir que se sintiera un ser humano desde la celda de una prisión y enderezase en cierta manera su miserable existencia. La prensa se había encargado de convertirlo en el malo, ayudada por la complicidad de la policía que odiaba a Liston por su pasado entre rejas (siempre por pegar a policías blancos que le provocaban) unido a los rumores que asociaban al boxeador con la mafia (eran tiempos de "amaños", en todos los sentidos). La lucha contínua con el pasado y sus orígenes es una adversidad más que añadir a la vida de los púgiles, y que hoy conocemos un poco más (¿sabíais que se había suicidado?. Yo lo ignoraba) gracias a trabajos como los de este director Robert 
Townsend que ya llevó a las pantallas de televisión la vida de otro negro de cuidado Little Richard (en otro biopic que no he tenido ocasión de conseguir). Después del visionado de este drama creo conocer mejor al pobre de Liston y me identifico con él, su muerte es y será todo un misterio (como la de Bruce Lee, Agatha Christie, Kennedy, Malcom X, etc. etc. etc.), otra víctima más de 
tiempos confusos y dificiles, de los que el cine se encarga de recordarnos... con cuentagotas.
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