"Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas, arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo..."
Howl (1956), como bien sabrán la obra maestra novelada de Allen Gingsber que sacudió conciencias y creó escuela, fue recientemente llevada al cine en forma de curioso biopic dirigido por Rob Epstein y protagonizado de manera más que satisfactoria por el (bio)actor James Franco (Howl, 2010). Como accesorio a tan volcánico poema de los beats (y de la literatura en general) aparece ahora en formato novela gráfica para traer al presente todo aquel mundo fantástico, brote de pesadilla urbana, difuso, colorido, abstracto y, tan contemporáneo, salido de la mente de su autor. Moloch es hoy más real que nunca. Romper tabúes y machacar cerebros -y verbos- no es obsceno, es un deber. Lou Reed, Richard Hell, Sonic Youth y demás neoyorquinos de aguja y pluma así lo entendieron. Aullido (Sexto Piso), rapsodia visceral de cuidada edición (en tapa dura) llena de dibujos animados e impactantes versos, ilustrada por el polifacético Eric Drooker, un artista callejero que pegaba carteles llamativos en lámparas y postes (cuenta el dibujante que el mismísimo Ginsberg le conoció al arrancar de las farolas y paredes del Lower East Side, para coleccionarlos, los carteles que él dibujaba) y que hoy figura como uno de los artistas contemporáneos más valorados, es toda una delicia. Séas de la generación que séas.
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