martes, 28 de octubre de 2014

A PROPÓSITO DE "MALMHAUS" (2013). El poder sanador del heavy metal


- MALMHAUS (Metalhead, 2013) D.: Ragnar Bragason; País: Islandia.

Rebobina a los 80. La llama prendida del heavy metal llama a tu puerta. La música del Diablo como terapia adolescente frente a todo lo demás -familia, enseñanza, entorno, dogmas, negaciones, desamor...- ¿Lo recuerdas?. Riffs como aguijones clavándose en tu cerebro de mosquito. Las 'poses' y alaridos de Rob Halford (al que un día juraste lealtad eterna). Los parches de Eddie cosidos de propia mano a tu chupa vaquera. Paredes infestadas con los posters de tus "bestias" preferidas  -Wasp, Maiden, Venom, Motorhead, Kiss (maquillados), Manowar, Sabbath, Dio, Saxon, Megadeth, Accept...- adornaban el Santo Sepulcro de tu habitación. La llave siempre echada. Ningún impío osaría profanar tus aposentos sin permiso. Un templo de vinilos y tachuelas. Un mausoleo de cintas de cassette, chapas del 'mercadillo' y muñequeras de cuero negro. El nido materno. ¿Te acuerdas?... Atronando a los vecinos a la hora de la siesta. Mosqueado con tus viejos. Odiando a todo el mundo. Volándoles la tapa de los sesos. Pinchando a cañón Breaking the law mientras maldices hasta el último de los mezquinos. Fantaseando con volar por los aires tu aburrido pueblo. Con quemar el colegio... Con nacer de nuevo. Ocurrió en tus sueños mientras dormías despierto. Cuando Lita Ford desnudaba para ti sus preciosos pechos. Aquel poder de ser joven y rockero... ¿Te acuerdas?... Ocurrió hace demasiado tiempo, lo sé. Antes de que las huestes del mesiánico suicida Cobain pregonaran su rock amargado desde la MTV en puñeteros CD's. Así, de golpe y porrazo, volaron mis dieciséis. Una adolescencia repleta de rechazos, sufrimiento, incomprensión y acné. La "cara B" de una infancia marcada a hierro. Toda aquella música diabólica con la que crecí -y resistí- guarda un lugar preferente en mi colección de discos. Montones de recuerdos que desempolvo muy de cuando en cuando, invadido por la nostalgia de un "Holly Driver", "The Ultimate Sin" o una mágica "The Trooper". Momentos de fragilidad que llegan con el visionado de películas como esta. ¡Quién la pillara con trece años! Les sonará trasnochada y desafinada a muchos de nuestros hijos  (y me temo que pasará inadvertida para el resto de 'almas en pena') pero lo que subyace en el interior de este cuento jevi, de esta hermosa rareza parida del frío norte islandés, consigue que este canoso y cansado cuarentón de lagrimal sensible que les subscribe se vuelva melancólico y se permita la licencia de contárselo. Disfrútenla. Y a todo volumen.



5 comentarios:

Armand dijo...

Yo fui Heavy
HASTA QUE APROBÉ EL EXAMEN DE
INTELIGENCIA

PUPILO DILATADO dijo...

Bonito y sentido texto bro'!!, has hecho poesía jevy de tu adolescencia y te ha quedado un cuento muy bello y oscuro.

Saludos.

SoLY dijo...

Aacabo de aprobar el examen de inteligencia
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡YA NO SOY HEAVY!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!111

QUI dijo...

En relación a los comentarios anteriores tengo que decir que soy muy inteligente y creo que heavy...si se llama así a alguien a quién pasada la cuarentena sigue escuchando hard rock y derivados, incluso los discos de mi adolescencia que como bien dice Gary desempolvamos muy de cuando en cuando (la verdad que últimamente lo hago bastante a menudo)creo que esa música que descubrí en la adolescencia me acompañará siempre, y jamás me avergonzaré de ello...Por qué? Bueno, he esperado a comentar ya que todavía ayer vi la pelí, la conseguí en v.o. subtitulada en castellano, me gustó aunque en lineas generales me pareció bastante triste y depresiva (la tragedia sobre la que gira,la fotografía y el ambiente en que se desarrollan los acontecimientos ayuda mucho a provocar esa sensación) pero como contrapunto me pareció interesante la visualización del refugio que supone la música y la intensidad y carga emocional con la que te golpea en la edad de la protagonista, lógicamente se pueden establecer muchos puentes con nuestra época, nuestros posters, nuestra música, y como bien dices esos pequeños templos que eran nuestras habitaciones, luego evolucionamos y algunos recuerdan esa época como algo muy transitorio, como si se hubiesen tropezado con esos vinilos, cassettes y posters por casualidad como si de muebles se tratasen, pero otros continuamos con una cierta marca de todo aquello que nos acompañará siempre, algunos de esos discos los escucho ahora y han carecido del interés musical de antaño, pero despiertan emociones nos llevan a situaciones y lugares, nos evocan aquel tiempo pasado que nos es ni mejor ni peor, con las luchas internas y externas que provoca el dejar de ser niño, pero que yo en general considero una época bastante feliz...y para mí es una sensación muy agradable volver a escuchar esa música.
Volviendo a la peli, gran momento en el que el padre le dice a la protagonista que toque algo más alegre a la guitarra, !si lo más alegre del pueblo era su guitarra¡
Me ha gustado tu comentario "Antes de que las huestes del mesiánico suicida Cobain pregonaran su rock amargado desde la MTV"... es posible que hiciese falta en aquel momento algo de aire fresco en el rock, ¿quién sabe? pero yo considero que Cobain & Cía hicieron mucho daño a las grandes bandas del momento...y al buen rock en general, es mi opinión personal.
Saludos Gary, y gracias por hacer referencia a esta peli ya que seguramente no me hubiese enterado de su existencia.

gary tormento dijo...

Poco más puedo añadir a tu sensacional y cabal comentario amigo Qui (a los cafres esos 'inteligentes' no pierdo el tiempo en contestarles). La película es una rara rareza, una pequeña joyita, vamos. Del Norte tenía que llegarnos. La verdad es que por 'ahí arriba' hacen mucho por mantener el rock duro y el mejor cine europeo... y es para agradecérselo.- Sí que parece bastante "triste y depresiva" (como por momentos es el metal y la vida misma) pero por esos lares el cine es como el carácter de sus gentes. Yo la encuentro gélida y emotiva, muy nostálgica.. Y decir que esconde un humor -casi negro- que me encanta: Lo del sacerdote con el tatuaje de Eddy es bestial!!, jaja; el tontaina del novio (ese si que es triste, jaja)diciéndole ¡¡¿Pero qué cojones significa "Holy Driver"?!! jajajaaaa. En fin, me alegro que te gustara.
Un fuerte abrazo.

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