viernes, 30 de diciembre de 2011

JERRY HARVEY. EL HOMBRE QUE CULTURIZÓ HOLLYWOOD

Estamos ante otro de esos personajes peculiares y deslumbrantes, poco conocidos para el gran público, cuyos actos y decisiones todavía perduran en la memoria de quienes en algún momento de sus vidas tuvieron la suerte de cruzarse con él. Si disfrutaron con las desventuras (documentadas) de 'individuos varios de serie B', tales como John Holmes, Rodney Bingenheimer, Larry Levenson... y demás chusqueros del underground norteamericano (Robert Evans sería el rey) sin duda quedarán atrapados por la leyenda de un tipo como JERRY HARVEY (Los Angeles, 1949-1988), el que fuera director de programación del canal alternativo por cable ZChannel. Si los telespectadores norteamericanos visionaron por vez primera películas que de ninguna otra forma hubiesen podido ver en el salón de su casa ¡y sin cortes publicitarios! fue grácias a este hombre. Un loco genial. Jerry fue la tabla de salvación para mucha gente. Él les abrió la puerta de 'la entrada a la jungla'. Comenzó emitiendo en el radio de Los Angeles (¡en según qué barrios no se cogía la señal!) pero poco a poco iría educando al resto del país. Corría el año 1974, y la cosa fue todo un fenómeno. Todavía no existían los videoclubs, y mucha gente que no tenía televisor (por que odiaban la programación) comenzó a pedir instalaciones. Fue además un negocio redondo para muchos: dando trabajo a técnicos, electricistas, críticos de cine, periodistas, kioskeros... Desde aficionados, cinéfilos, directores (Robert Altman..), y futuros realizadores de cine (Tarantino o Jarmusch entre éllos), todos resaltarían la importancia e innovación que supuso el asunto. Grácias a los pases televisivos de films elegidos por el propio Jerry la gente joven descubriría el talento de directores olvidados como Peckinpah o Monte Hellman (de los cuales Jerry se hizo muy amigo, incluso colaboró con ellos en alguna de sus películas en la producción y en los guiones). Todos hablan de la inteligencia de este señor (graduado en UCLA) y de lo mucho que amaba el cine, todo tipo de cine, inclusive las malas películas. Tal vez una de sus intenciones fuera menterse en el negocio tan solo para llegar a conocer a sus ídolos, quien sabe. Sus compañías por aquella época iban desde outsiders como Warren Oates a estrellas como Jack Nicholson o James Woods. A principios de los 80 todo diós en L.A. conocía a Jerry Harvey. Por lo tanto, si éste, decidía programar durante un mes entero, películas, documentales, entrevistas o lo que fuera, sobre un director desconocido, como por ejemplo, Stuart Cooper ("Overlord"), pues todos tan contentos. Claro que había un hueco para todo un cine más allá de la maestría de Kurosawa, Kubrick, Nicholas Ray, Samuel Fuller, Melville, Clouzot ... Y Jerry lo sabía. En medio de ciclos televisivos dedicados a la obra clásica de los grandes directores de ayer y de hoy de los cinco continentes, el bueno de Jerry era capaz de ofrecer un menú de géneros y películas de cualquier condición y calidad. Desde cine ruso (Tarkovsky arrasó), nouvelle vague francesa, free cinema inglés, cine sudamericano (Jodorowsky, of course), cine mudo, cine experimental, underground, de terror, westerns, cine yakuza japonés... pasando por fantásticos films de ciencia ficción de serie B, blaxploitations y toda clase de gamberradas y películas de culto, aclamadas o no, el ZChannel culturizaba a las masas. Tal fue su tesón, que se dice que Jerry salvó de la quema una película vilipendiada como "Las Puertas del Cielo" pasándola repetidas veces por su programa después de que hubiera sido retirada de la cartelera de los cines; algo que Cimino sin duda agradecería el resto de su vida. Hasta el punk angelino le debe pleitesía al atreverse a emitir en TV cintas como "The Decline of western civilization" (Penélope Spheeris); aunque solo fuese un pase, antes de prohibir las autoridades una segunda o tercera prevista emisión. Así era Jerry. En lo que respeta a su vida personal Jerry tenía un lado oscuro que lo atormentaba (su querida hermana se había suicidado) y pocos podían imaginar el trágico destino que le esperaba (le pegó un tiro a su esposa y luego se lo pegó él). Quién sabe lo que pasó por su mente aquel sábado en su casa de Westwood, pero los que lo conocieron bien, sus amigos, saben que su leyenda no debió morir con él aquella fatídica noche. Otro suceso de sangre más en la crónica negra hollywoodiense. Para una información más nutrida descubran el magnífico documental sobre su persona titulado "ZCHANNEL. A Magnificent Obsession (2004)", rodado por Xan Cassavettes, un orgulloso hijo de su padre. No se arrepentirán.

martes, 27 de diciembre de 2011

ROCKPALAST: A quién madruga... el Rock le ayuda

Los rockeros cerca de los cuarenta (tumberos 'pre-internet') que conocieron y disfrutaron los inicios del Canal + allá por finales de los 90, sabrán de que hablo. Imagínense el inmenso placer que suponía la ingesta del mejor rock'n'roll en directo un sábado noche hasta altas horas de la madrugada. Sí amigos, existía una cadena de T.V. alemana que programaba por satélite (por el canal WDR) la 'música del Diablo' a toda Europa y que además tenía un gusto exquisito a la hora de elegir a sus invitados (y todavía exíste, lo que pasa que los músicos ya no son los mismos). Recuerdo allá por el 98 babear frente al televisor, visionando por vez primera grupos como Hellacopters, Turbonegro, Monster Magnet, Gluecifer y demás bandas que irrumpían con fuerza brutal por aquel entonces. Rock a granel. Un servidor no había visto/conocido cosa igual, aquello era la gloria. Años más tarde (ya sin el plus, pero recién conectado a las ilimitadas ofertas de la red) se me ocurrió buscar la palabra 'ROCKPALAST' en la mula y... ¡voalá! Un universo de arqueológicos conciertos y músicos de relumbrón aparecieron en mi videoteca como por arte de mágia. Regreso en vídeo al pasado. Todo el que había sido alguien en el mundo del blues, punk, funk, reggae, psicodélia, metal y demás bifurcaciones del rock, habían aparecido por las tablas del 'Palacio del Rock' alemán (algunos en más de una ocasión). El programa arrancó un lejano 4/10/1974 con un bolo de la Electric Light Orchesta en un estudio que la cadena tenía en Hamburgo (aunque sería desde el WDR-Studio de Köln donde el Rockpalast retransmitiría casi todos sus vivos de ahí en adelante), y lo que vendría después, sería la lista de conciertos en vivo más impresionante vista en cualquier programa de televisión (editarían DVDs de los mísmos con una calidad de imagen y sonido impagables), ni ahora ni nunca. Ni que decir que las bandas estaban en su mejor momento: Lynyrd Skynyrd (1974), Johnny Winter, ZZTop (80), Rory Gallagher (77/79), The Kinks, Ten Years Afther, Cheap Treat (79), Steve Ray Vaughman, Ted Nugent (76), Ian Dury, Santana, Stiff Little Fingers (80), The Buzzcocks (81), Grateful Dead (81), Nils Lofgrem (76), Taj Majal (78), Nina Hagen (78), Dr. Feelgood (80), Tom Petty, Van Morrison, Thin Lizzy, Tom Waits, The Who, Goldem¡n Earring, Little Feat, Meat Loaf, Elvis Costello, Eric Burdon, Jack Bruce, The Jam, Patti Smith (79), Mink de Ville, The Undertones... ¡Menuda enciclopedia musical! ¡La Gran Ganga del Tumbero! No lo dúdes, seguro que entre tanto 'Festival Bizarro' encontrarás a tu banda favorita.... Si és que te gusta el rock.

domingo, 25 de diciembre de 2011

ANDRÉ STANDER. El Dilinger sudafricano.

André Stander (1946-1984) es capitán de policía en Johannesburgo durante los años 70. Pero no es un madero cualquiera: escucha a los Stooges, es inteligente, y aunque proviene de buena familia (su padre es un militar de prisiones retirado) ama la libertad, no cree en el sistema y encima siente simpatía por los negros. Con estas credenciales, y en Sudáfrica, estaba claro que tendría poco futuro en el departamento de policía. Comenzó a robar bancos, tal vez, por remordimiento (en una revuelta en el ghetto mató a un muchacho) o por placer (se divertía volviendo al lugar del robo a investigar como poli poco después de asaltarlo; incluso atracó el mismo banco dos veces el mismo día), hasta que lo pilláron sus própios compañeros con las manos en la masa. Había cometido 20 atracos. Si antes de su captura la opinión pública ya le consideraba un héroe, fue tras escaparse de prisión con un compinche que conoció dentro (¡luego volvería para liberar a otro colega!) y atracar otros 26 bancos en 6 meses, cuando el nombre de André Stander y su banda (la"banda de Stander", como le llamó la prensa) alcanzó la leyenda. Ya era el más famoso y audaz atracador de bancos de toda Sudáfrica (el resto del continente incluído). Carne de biopic. De estas y del resto de fechorías, andanzas y calamidades de su historia podrán ustedes dar buena cuenta en STANDER (2003). Un film de bajo presupuesto co-producido entre Canadá, Alemania y Sudáfrica, y dirigido por la directora canadiense Bronwen Hughes, que pese a su modesta apariencia cumple con creces su cometido de entretener y, de paso, divulgar. Está protagonizado por el actor estadounidense Tom Jane (el de la serie de la HBO "Hung"); pero no son las interpretaciones lo más reseñable de esta aceptable película (biopic televisivo, diría yo) sino la sorprendente historia de un hombre que nació en un lugar equivocado y en una época compleja.

jueves, 22 de diciembre de 2011

EL RINCÓN DEL PINCHA: "BLOODBROTHERS" (The Dictators)

Los Dictadores son y serán siempre el arma secreta de Nueva York. El gran timo del R&R es que a un grupazo como este nunca se les reconocerá su gran contribución como banda precursora y pieza clave del Punk-Rock neoyorquino. Con su tercer trabajo "Bloodbrothers (1978)", lo dejan claro. Un album que mereció haberse aupado a lo más alto de las listas, pero claro, desgraciadamente no fue así. Las masas nunca sabrán lo que se han perdido. Su audacia (y peculiar sentido del humor) a la hora de componer auténticos himnos y riffs descaradamente pegadizos e inmediatos en un género maltratado hasta el hastío queda patente en este disco. Andy Shernoff (cerebro y líder en la sombra, amén de uno de los mejores compositores norteamericanos vivo) y sus camaradas y hermanos de sangre grabaron en directo un disco que desprende adrenalina y frescura atemporal a raudales. Perfecto para entrar a cañón un sábado noche. Abren de manera gloriosa con el expeditivo "Faster and Louder", con cameo de Springsteen incluído. Le suceden macarradas clásicas del calibre de "Baby let's tiwst", "Stay with me", la nihilista "No Tomorrow",o la cachonda y absorbente "Minnesota Strip". Temazos revisitados una y mil veces por infinidad de bandas rockeras de los cinco continentes. Y para versión la que se marcan los Dictators con el "Slow death" de los Flamin' Groovies, tema que cierra de manera atroz el viaje sin retorno de este impedecedero pedazo de disco. El insigne vocalista Dick Manitoba aporta su toque chulesco para que el resultado sea aún más sangrante. Y qué decir de Ross the Boss... un desgarrado guitarrista que nos apabulla una y otra vez con sus grandiosos y genuinos riffs marca de la casa. Todos juntos (Scott Kempner y J.P. Patterson inclusive) conforman una base ritmica perfectamente engrasada. Una banda que todavía anda por ahí, haciendo lo que más les gusta, sin rendir cuentas a nadie, hasta el fin de sus días. Pero Bloodbrothers... Sencillamente es un trabajo irrepetible.

lunes, 19 de diciembre de 2011

OBITUARIOS: Cine y Cómic

Para unos el inglés Ken Russell (1927-2011) es un aburrido director que se masturbaba con la cámara saltándose la narración cinematográfica por los aires, con hambre de escándalo, decidido a convertir la experiencia en el cine en un efecto de cortocircuito, de electroshock; lo que se dice un buscador de escándalos, con un ego y unos gustos cuando menos enfermizos. Otros lo ven como un precursor, un protagonista que revolucionó el lenguaje visual del cine (y del rock), y mencionan films como Los Demonios (1971), El Mesías Salvaje (1972), Mujeres Enamoradas (1970) o Valentino (1977) para reafirmarlo. Pienso que ambos grupos llevan su parte de razón. Particularmente no me atrae en demasía su cine; tal vez destacaría "La Pasión de China Blue" (Crimes of Passion, 1984) de entre toda su extraña filmografía, pero respetámos que un director tan desequilibrado, voraz y, si se quiere, coyuntural como Russell guste a los cinéfilos. Sin embargo el motivo por el cual en AtumbaAbierta reseñamos su pérdida es debido a que su nombre quedará ligado a uno de los films más lisérgicos, y especiales de los últimos 30 años. Nos referimos a TOMMY (1975). Con The Who como maestros de ceremonias, compartiendo todo el delirante metrage al lado de un supersónico casting de 'rock'n'roll strars' como Tina Turner, Eric Clapton, Oliver Reed, Jack Nicholson, Elton John... Solo por deleitarnos con semejante experiencia catártica descanse en paz Mr. Russell. Se lo tiene merecido. JERRY ROBINSON (Nueva Jersey, 1922- New York- 2011). El ilustrador que dio vida al supervillano Joker. Como en este ciberfanzine cochambroso pensamos que los malvados son sencillamente más interesantes que los héroes de turno, la pérdida del creador del archienemigo de Batman es un golpe muy duro. Tras diversos litigios y polémicas finalmente los historiadores sentenciaron que Jerry Robinson, ayudante de Bob Kane, pasaría a la Historia como el padre de tan legendario personaje. En el caso de otra de sus creaciones, Robin, el adolescente que acompañaba al hombre murciélago en sus aventuras, el padrinazgo es indiscutible. Al Cesar lo que és del Cesar. Secundario sí, pero de lujo. Descanse en paz.

sábado, 17 de diciembre de 2011

ROD SERLING: RELATOS DESDE OTRA DIMENSIÓN.

(Posiblemente) La mejor serie de T.V. del pasado milenio.
Sumergirse de lleno en la placentera lectura de cualquier relato firmado por el guionista de "El Planeta de los Simios", uno de los títulos clave del cine de ciencia ficción, es siempre un motivo de placer. Un portal, un trasvase, a nuevas dimensiones. "¿Donde se ha metido todo el mundo?" es un mágico ejemplo de éllo. Pero hay más: "A Tiro de Piedra", "La Fiebre", "Cláusula de Rescisión", "Dingle el fuerte", "El Solitario", "Los Monstruos están en Maple Street", etc. etc. Un universo de relatos fantásticos donde hay lugar para el suspense, la pesadilla, el terror, la maravilla, el humor, el desasosiego e incluso el amor. Todo, y siempre, bajo un denominador común: la Fantasía. Rod Serling (1924-1975) pasará a la historia gracias a sus ingeniosos e inquietantes argumentos, que quedaron grabados a fuego en la memoria de generaciones de espectadores de todo el mundo a raíz de la emisión de la serie THE TWILIGHT ZONE (La Dimensión Desconocida) escrita y presentada por él mismo, y que cambiaría para siempre la historia de la televisión (el 2 de Oct. del 59 se estrenó en la cadena CBS el episodio piloto). No es de extrañar que fuese considerado como uno de los artífices de la llamada "Era Dorada" de la TV americana. El génio de Syracuse (New York), boxeador y paracaidista del ejército antes de dedicarse a la escritura, es hoy un personaje clave en el mundo de la Sci-Fi, un auténtico clásico. La influencia de este pionero, como se ha visto con el paso del tiempo, en la pequeña y gran pantalla, incluso en el cómic, ha sido y és incuestionable. Gente como Spielberg, Joe Dante, Stephen King..., amén de programas como Amazing Stories, Tales From The Crypt..., la relación es amplia y diversa. Posteriormente también crearía otra mítica serie de historias fantásticas, "Night Gallery" (Galería Nocturna). En otros campos fuera de la sci-fi contribuyó con guiones para telefilmes como "Patterns" o "Réquiem por un peso pesado", y películas como "Siete Días de Mayo"(John Frankenheimer, 1964) o el ya citado clásico dirigido por Franklin J. Schaffner. Un crack.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

AQUELLAS MARAVILLOSAS SERIES: "ESPACIO 1999"

La Luna sigue en su sitio.
Hablar de Espacio 1999 es referirse a uno de los fiascos económicos más desastrosos de la historia de la ciencia ficción y también a una de las series más kitchs, emblemáticas y entrañables de la década de los 70. La serie creada por el matrimonio Gerry y Silvia Anderson (conocidos por otra psicodélica saga: U.F.O.) se emitió de 1975 a 1978. Tuvo 48 episódios de sesenta minutos, repartidos en dos temporadas de modesta acogida. La historia de esta aventura interestelar es sencilla; en 1999, un accidente en la Luna arranca el satélite de su órbita y lo lanza al espacio con una colonia de trescientas personas, habitantes de la Base Lunar Alfa. En su vertiginoso vagar por la galaxia, el personal de la base deberá hacer frente a lo desconocido: extraterrestres, extrañas inteligencias, nuevos mundos y otras dimensiones. Un planteamiento cientificamente insostenible. Desde Asimov a los aficionados al género, todos protestaron indignados. En la segunda temporada la productora introdujo -con calzador- una justificación más realista al hecho de que la Luna saliese despedida a semejante velocidad, con la introducción de un campo distorsionador que permitía saltar a la Luna de un lugar a otro (!!); y todo para calmar a las masas. Pero ya era demasiado tarde para convencer a los sectores más críticos de la sci-fi. Parece ser que todas estas dificultades contribuyeron decisivamente a la ruptura sentimental de sus creadores, Gerry y Silvia (Además de llevarles a la bancarrota, tardando Gerry varios años en recuperarse economicamente para embarcarse en nuevos proyectos). Los norteamericanos, acostumbrados a series de acción tipo Star Trek, acogieron con frialdad la primera temporada de una serie de aventuras que precisamente carecía de eso, de aventuras. Los argumentos de esa primera tanda de episódios adolecían de una falta de ritmo y una pesadez extrema, incluso para la época. Parecían estar inspirados en lo más soporífero del cine europeo de autor. Con los años hemos de reconocer que la serie era en verdad espesa, pesimista y a veces demasiado críptica. Vista hoy día conserva ese sabor extraño de lo que pretencioso que no alcanza a hacerse comprensible ni brillante pese al esfuerzo. Le faltaba chicha. La audiencia estaba despistada con tanto oscurantismo new wave y arte 'trascendente': juegos de luces, planos inverosímiles... enturbiaban a menudo la escasa emoción de los aburridos guiones. Pese a las novedades introducidas en pos de reflotar la serie (los nuevos capítulos se volverían más aventureros, más intensos y, en suma, más entretenidos; el personajes de la atractiva Maya, una extraterrestre capaz de transformarse en cualquier ser vivo, se convertiría en uno de los iconos de la serie al sustituir al pesado del doctor Bergman,) el éxito de Espacio 1999 fue más bien escaso. Lo que no significa que entre cierto pequeño y entusiasta grupo de seguidores (entre los cuales se incluye un servidor) se convirtiera en una serie de culto. En España la serie llegó a ser incluso más famosa que Star Trek.
Águilas llamando a Base Lunar Alfa
De Espacio 1999 uno recuerda sus aires de hospital aséptico, sus computadoras llenas de luces que no servían para nada, aquellos trajes de centro médico y los peinados repollo de los tripulantes. Espacio 1999 resultaba también prolija en planetas de cartón piedra y maquetas que hoy día se nos antojan de escasa credibilidad (para que se hagan una idea, las naves espaciales de Los Aguilas de la Base Lunar parecen como los módulos espaciales de Lego o Playmobil) pero que en su día eran de lo mejorcito que uno podía visionar en una pantalla de televisión. La estética de los 70 era poderosa: aquellas largas patillas, flequillos bien poblados, peinados de clara inspiración glam; uno rememora todo aquello y descubre sin rubor que las series son hijas de su tiempo. Otra de las 'rarezas' de la serie la constituía el romance lunar, por llamarlo de alguna manera, entre la doctora Helena Russell y el capitán Koenig, interpretados por Martin Landau y Barbar Bain, matrimonio en la vida real (juntos habían participado anteriormente en la popular serie Misión imposible), lo que hace todavía más increible la poca química de la pareja en pantalla. Martin Landau es un gran actor, no cabe duda, pero sus tiempos de galán habían quedado atrás. Con todo, 1999 ya pasó y la Luna sigue inmaculadamente en su sitio. (a Eugenio Sánchez Arrate le debemos estas líneas)

domingo, 11 de diciembre de 2011

PAPELES: JAMES WHALE. El padre de Frankenstein

JAMES WHALE. El padre de Frankenstein.- Juan A. Pedrero Santos (Calamar Ediciones. 2011)
-Era necesaria una biografía exhaustiva (autorizada o no) que se aproximase a la sugerente obra y a la singular personalidad de James Whale. Y aquí la tenemos. Bien editado e ilustrado, el libro desgrana el ascenso y caída de gran realizador británico. Si bien su obra tocó diversos géneros como la aventura o el musical, será por su contribución al cine Fantástico (sin duda la parte más apasionada del volumen) por lo que será siempre recordado... y venerado. Clásicos impedecederos -y Universales- como El Hombre Invisible (1933), El Caserón de las Sombras (1932), El doctor Frankenstein (1931) o La Novia de Frankenstein (1935) son su mayor legado en la materia. Sentía debilidad por seres desvalidos, una querencia por hurgar las zonas oscuras del ser humano..., eso en lo que concierne al alma de su obra y de sus personajes. En cuanto a su estimulante periplo vital, incluida su homosexualidad, vivída lo más intensa y abiertamente posible de lo que permitía la época (para mayor información véan el film "Gods and Monsters", dirigida por Bill Condon), el libro da buena cuenta de ello. Como afirma Guillermo del Toro, autor del prólogo: "...En este libro encontraremos una meticulosa crónica y un inteligente análisis de la obra de un cineasta único (...) Bienvenidos a un mundo de Dioses y Monstruos (...)". Para que no lo olviden.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

CULT MOVIES: Un par de exquisitos thrillers psicológicos

LOVE OBJECT (2003). D.:Robert Parigi
Asombroso film de horror psicológico que no pasó desapercibida para la pequeña colonia de adeptos bizarros seguidores del cine fantástico más raro y perturbador. La cinta abarca varios géneros: desde la comedia, el drama, el romance, el thriller o el suspense, pero al final no deja de ser una agudísima reflexión sobre las relaciones erótico-sentimentales de la pareja, y, más globalmente, acerca de la incomunicación humana. El buen trabajo tras la cámara de su semidesconocido director (curtido en series de TV como Historias de la Cripta o Sonámbulos), el estadounidense Robert Parini, resulta irreprochable (el guión también es suyo). Lo mejor es la profundidad psicológica con la que dota al personaje principal, Kennett, interpretado por un estupendo Desmond Harrington (The Hole, 2001), al que poco a poco le van aconteciendo situaciones extrañas, fenómenos inexplicables y comportamientos obsesivos filmados con temple y nada melodramáticos. La trama no es nada predecible, a diferencia de la gran mayoría de estrenos de similar catadura que inundan las carteleras cinematográficas y las máquinas expendedoras de DVDs. La relación amorosa del tímido amigo Kennett con la muy realista y perfecta muñeca inchable Nikki, y con su nueva compañera de trabajo, la más realista y preciosa Lisa, quedarán sin lugar a dudas en la retina de todo tumbero como una de las mejores historias de amor 'a tres bandas' de la Serie B. Saboréala a gusto.
AFTER LIFE (2009). D.: Agnieszka Wojtowicz-Vosloo
Otro film sorprendente y arriesgado que apuesta por dar otra vuelta de tuerca a las historias de 'vida después de la muerte' que tanto explotan los comerciantes del género en la actualidad. Para ello se ayuda de una atmósfera envolvente desde el primer minuto, que cautiva al espectador atrapándolo dentro de un guión enmarañado de falsas pistas e hipótesis engañosas. Cada uno que saque sus propias conclusiones. El resultado, para un servidor, es una delicioso thriller de terror que ya es un clásico en toda regla para todo cinemaníaco de pura cepa. El tránsito de estos fantasmas por la excelente historia creada por la escritora, cineasta y artista independiente (y muy atractiva, dicho sea de paso) Agnieszka Wojtowicz -de origen polaco pero nacionalizada estadounidense- es un elegante ejercicio de cine de suspense. Apoyado en unas magistrales interpretaciones de Christina Ricci, maravillosa como siempre (no en vano es una de las musas de esta casa), y un Liam Neeson milagrosamente recuperado como el buen actor que nunca debió de dejar de serlo. Ambos absorben la totalidad del metraje de esta admirable apuesta a contracorriente. Cine de altura. No se la pierdan.

domingo, 4 de diciembre de 2011

NAZI MOVIES: PORTERO DE NOCHE

Retomamos aquí nuestra colección tumbera de películas con temática nazi. Lo hacemos con un film de porno-nazi italiano. De esas que tanto nos escandalizan. Los rastreadores del cine más brutal y violento saturado de sexo que jamás se haya filmado, sin límite alguno, y que realmente hace dudar de la cordura de sus creadores, y peor aún, de nosotros mísmos; boquiabiertos espectadores, encontrarán en Portero de Noche, dirigida por Liliana Cavani en 1973, una de esas películas perversas -y engañosas- de la historia del cine. Aquella fiebre italiana por los campos de concentración del amor durante los años 70, tiene en la cinta de Cavani uno de sus títulos más relevantes (ninguno superado por la extrema "Salo, o los 120 días de Sodoma" de Pier Paolo Pasolini). Comprometida y pionera Portero de Noche agitó conciencias y provocó mucho morbo en su día (como no podía ser de otra manera dado el tema a tratar). Sobretodo por la deslumbrante interpretación de Charlotte Rampling; más allá del bien y del mal, en uno de sus papeles más recordados y aclamados por crítica y público. En la piel de una atormentada joven judía la explendorosa actriz británica borda su papel de Lucía, acompañada por un Dirk Bogarde no menos espectacular (y más ambiguo que nunca). Partiendo de una atmósfera opresiva la obra se convierte en un psicoanálisis de la tortura y el placer. Del sufrimiento y hedonismo. Del odio y el deseo. De víctimas y verdugos...
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