martes, 30 de noviembre de 2010

BRYAN GREGORY: El Boris Karloff del Rock&Roll

Gregory Beckerleg (1951-2001) se cambiaría el nombre al de Bryan Gregory en honor a su ídolo Brian Jones (el guitarra muerto de los Stones) y con una guitarra de segunda mano que le había costado 85 dólares, en la que manda grabar el nombre Cramps sin dudarlo, se presenta en el ensayo de la por aquel entónces en ciernes banda neoyorquina, dispuesto a combertirse en el guitarrista más zumbado y con mejor pinta del punk-rock. Ese día deja claro a Lux (al que había conocido en la misma tienda de discos en la que ambos trabajaban) y a Ivy (se da la coincidencia de que ambos celebran el mismo día de cumpleaños) que acepta formar parte de la banda pero que él es un guitarrista y no dará su brazo a torcer (la pareja tenía previsto que fuese Gregory su bajista). Nace así la marciana formación de rockabilly... ¡sin bajo! , a eso se le llama empezar rompiendo. Los originales Cramps se completan cuando su hermana Pam, a la batería, es bautizada por el grupo como Pam Balam, corría el año de 1976. Ya está. Desde que debutaran en el CBGB y hasta que Julien Griensnatch la guitarrista de The Mad (substituida más tarde por Kid Congo Powers de Gun Club) le sustituya en 1980, el tipo excéntrico de ojos endiablados, rostro demacrado por el acné y pómulos calavericos que le dan un toque siniestro, aportaría su granito de arena para lograr el tan particular sonido pantanoso y de ritmo voodoo por el que serían conocidos los vibrantes Cramps. Atrás quedarán años de sembrar el terror entre los pacientes de hospitales mentales (al concierto del Napa State Mental Hospital me remito), de versionear antes que nadie clásicos del rock&roll como "They way I walk" y "Surfin' bird", de cruzarse con figuras como Alex Chilton (antiguo cantante de los Box Tops y fundador de los venerados Big Star), de discazos como Songs The Lord Taught Us y de grandiosas actuaciones salvajes y locas, y cómo no, de su marca de fábrica de tocar la guitarra realmente zumbante y anárquica. ------ EL HERMOSO MONSTRUO GIGOLÓ: Las historias que cuentan del guapo de Gregory darían para rellenar un listín telefónico en blanco. Se mudó a Nueva York desde Detroit, lugar en el que nació, donde había sido operario en una fábrica y cantante de un grupo llamado Square Bubbles. Además de fanático del ocultismo y de ser fanático de la banda de su pueblo -los crudos proto-punks Stooges-, este ladrón de cadáveres, violador de tumbas, animal de basurero y forajido del rock and roll era un apasionado devorador de cine de Ciencia Ficción y cine de Terror. Éste Frankenstein de las seis cuerdas, además, diseñaría joyas, dibujos al carbón, ropa y vestuario para obras de teatro de terror, amén de ser maquillador, ayudante de enfermos a tiempo parcial, un comerciante ruinoso y un arrepentido pecador militante de grupos religiosos (sic), ésto ultimo después de abandonar erróneamente The Cramps. El crujiente y lisérgico guitarrista hot-rod-psycho-punker de espíritu rebelde e indomable, acabaría resultando todo un tormento para Lux y Ivy. Estando la banda de gira en Inglaterra, Bryan Gregory y su novia Andrella Canne, la encargada de las luces en los bolos del combo, sorprenden todos al desaparecer, a media noche, llevándose la camioneta y el equipo de sonido de la banda. Lux y Ivy contarían posteriormente que ya llevaban semanas sin dirigirse la palabra y que a lo que en realidad aspiraba Bryan, era a convertirse en estrella del cine de terror, ocupando el vacío que dejó la muerte de su gran ídolo Boris Karloff. Otros rumores del abandono de Bryan indicaban que había muerto, promovidos supuestamente por el propio interesado, pero la realidad tendría que ver, como casi siempre ocurre en estos casos, con desavenencias musicales (Bee Gees, Pretenders, The Hollies... y cursilados gustos semejantes del nuevo Bryan Gregory tendrían buena culpa de éllo). Una pena, vamos. Adiós para siempre a una bestia crampiana, de genuino reverso tenebroso, que devoraba sus propios cigarrillos, encendidos, lo que ya desvelaba al imparable exhibicionista que llevaba dentro. Bryan coleccionaba tierra del cementerio que llevaba en una bolsita colgada, a modo de amuleto, alrededor de su cuello. Atesoraba también una nutrida colección de huesos humanos y parafernalia vudú. Y hay quien asegura que él y su novia Andrella andaban metidos en prácticas satánicas, hechos que Bryan nuncá negó pues simplemente se limitaba a decir: "...yo de religión no hablo". Al dejar plantados a los Cramps, se cortó su carismático mechón canoso; posó desnudo, embuelto en una serpiente Pitón para una revista de Los Angeles (foto2); y afirmó que su próximo sería meterse de lleno en el mundo del cine. Meses más tarde ya había desaparecido de la faz de la tierra. No sin antes fundar su propio grupo, Beast (un single fue todo el bagaje de aquella aventura), y hablar de un proyecto junto a Stiv Bators que jamás llegó a producirse. Perseguido por su mala fama, correrían rumores sobre su vida privada... Qué si estaba en Florida trabajando como tatuador, qué si regentaba una cadena de Sex-Shops, qué si cumplía condena por tráfico de drogas... Pero en realidad, como desvelarían Lux y Ivy, era que malvivía en Cleveland a expensas de una mujer mucho mayor que él. Un triste final para el que, en otro tiempo, había sido un ángel oscuro de potente imagen, dueño de un sublime desequilibrio como guitarrista-sierra. Poseedor de un inefable minimalismo sónico que tan bien supo aplicar a las primeras y más genuínas grabaciones de los Cramps. Un guitarra que no supo vivir con su rol y acabó enfrentándose al duo que regía el destino del grupo (después de él, Lux y Ivy se asegurarían de no tener jamás a alguien con un papel tan relevante en su banda), para terminar sus días como un gigoló de tercera. Él, que había sido bautizado como "el hombre más guapo de rock and roll".

viernes, 26 de noviembre de 2010

-SERIES: BORED TO DEATH. Resacón de Humor para Inmaduros Paranoides

Las calles de Brooklyn (N.Y.C.) son el escenario por el que deambulan los adorables personajes de esta miniserie de la prestigiosa HBO. Amable comedia de humor superlativo e inteligente, viene a ser algo así como una paródia/homenaje a aquellos detectives del cine negro de los años 40 y los génios que las escribían. Sin ir más lejos, el personaje principal Jonathan Ames -interpretado de manera expléndida por Jason Schwartzman (Academia Rushmore, de Wes Anderson)- está inspirado en un Raymond Chandler detectivesco, de novela, de ahí que lleve el mismo nombre del creador de la serie: un Jonathan Ames real, muy en la onda de escritores "perdedores" como Bukowski. Un universo que da cabida a toda una impagable serie de inmaduros, fracasados, dementes, salídos y en el fondo adorables personajes que harán las delicias de solitarios, (des)enamorados y... confundidos seres treintañeros. Dieciséis mini-capítulos de 20 minutos, divididos en 2 temporadas, qué saben a poco. Yo estoy enloquecido con todo: con la presiosa música; con sus diálogos apabullantes e emaginativos, rozando el subrealismo más záfio; por el buen gusto en elegir los actores invitados (Jim Jarmusch, Kevin Bacon..); y por el contínuo referente y mención a grandes escritores como Dashiel Hammet, Hemingway, Mark Twain, Henry Miller, etc. etc. y por supuesto, por las fenomenales interpretaciones del Cheers Ted Danson y del resacoso (en Las Vegas) Zach Galifianakis, en su imperial papel de fumeta -la serie claramente hace apología de la marihuana- y emocional dibujante de cómics Ray (su tebéo de SuperRay, héroe que cuenta con un poderoso pene como arma, le define a la perfección). A todo ésto, nuestro escritor de novela negra -en crísis de todo- se ganará la vida investigando, sin licencia, casos cómo el rescate de perros, de esperma, de libros sagrados como "En el Camino" de Jack Kerouac...y locuras y situaciones de lo más graciosas y disparatadas, cuidadas hasta el más mínimo detalle. Y es que todo en Bored to Death es una gozada, una serie ideal para adormecer los instintos del más canalla tumbero. Super recomendable. Cómo dice al final de la 2ª temporada (se prepara una tercera) el amigo George Christopher (Ted Danson), editor adicto al sexo y al cánabis a sus 62 tacos, tras haber pasado una temporada de disgustos ... "¡¡Vamos a colocarnos!!"

martes, 23 de noviembre de 2010

CICLO CINE Y AULAS

A continuación cuatro "educativas" propuestas de ese genuíno y particular género americano de Cine Universitario o High School que tanto polvo estarán acumulando en las estanterías de viejos videoclubs de pueblo. Estos son los ultimos títulos, con solera, que un servidor ha tenido la desfachatez de desempolvar de su personal baúl de los recuerdos. Si bien, las formas, son distintas entre sí, el fondo, pretende ser el mismo: Una puesta al día, una reactivación, de nuestro síndrome piterpaniano más imperenne. Vamos, un regreso a los días de escuela, o mejor dicho, un regreso a los días de diversión... y malos rollos. -MOVIDA DEL 76 (Danzed and Confused) 1993. D.: Richard Linklater. Pink, Mitch, Jodie y sus colegas esperan pasárselo en grande este el ultimo día de clase, antes de las vacaciones de verano. Como adolescentes que son, viven ajenos al reciente escándalo Watergate, o al incremento de los impuestos, el paro y demás problemas que muy pronto comenzarán a torear. Antes de madurar tendrán tiempo de experimentar el sexo, todavía seguro en aquel tiempo, las drogas, antes de que se volvieran peligrosas, y disfrutar de su adolescencia. Una época, además, con una banda sonora realmente formidable: Led Zeppelin, Black Sabbath, Aerosmith, ZZ Top, Lynyrd Skynyrd... Sin más pretensión, la peli resulta un divertido desparrame nostálgico. Uno de los primeros trabajos del director de Houston, Richard Linklater, responsable de posteriores títulos de buen cine como A Scanner Darkly o Fast Food Nation. De sus jóvenes actores, casualmente los que menos presencia tienen (Matheew McConaughey y Ben Affleck) son los más conocidos hoy; mención especial para una guapísima Milla Jovovich. -EL CLUB DE LOS CINCO (The Breakfast Club) 1985. D.: John Hughes. Alejáos remojados fanáticos del Club de las Albóndigas, saga Porkis, y demás desmadrados de Instituto. Aquí el director de las alocadas La Mujer Explosiva o Todo en un día, John Hughes, aparca las típicas historias del cine de escuela al que nos tenía acostumbrados y disecciona de forma crítica y dramática la psicología de sus cinco jóvenes personajes principales. Un grupo de estudiantes de un colegio próximo a Chicago, que por diferentes razones se han quedado castigados en la biblioteca durante todo un fin de semana. Ni que decir tiene que estos tres chicos y dos chicas: uno punk y rebelde, el otro arrogante y musculoso, el tercero inteligente y talentoso pero sin garra, y éllas, una rica y pija y la otra víctima de su entorno, acabarán con sus ficticias vidas transformadas nada más llegue el Lunes, cómo por arte de mágia. Si fuese así de sencillo en la vida real, amigo Hughes, otro gallo nos cantaría. Pero es justo afirmar que la péli, amén de resultar toda una curiosidad, consigue interesarnos con lúcidos diálogos e interpretaciones de sus jovencitos actores. Entre todos, a los que la crítica auguraba un futuro porvenir (se ha visto que no dán ni una...), me quedo con la persona de Emilio Estevez, heredero del talento familiar de los Sheen (Martin padre y Charlie hermano), y único actor "del club los cinco" que a buen seguro habrá sacado algo en limpio de todo aquel fin de semana castigado. (anexo para estudiantes: Ideal para representar como obra de teatro de fin de curso) -VIDA DE UN ESTUDIANTE (The Paper Chase) 1973. D.: James Bridges. Aquí, -más que a una película del género estudiantil-, asistimos a una elucubrante paja mental con trasfondo de cine de autor. Hay que entenderlo. Eran los años del Nuevo Hollywood y cualquier campo era propicio para el cultivo de experimentos así. Éste no salió muy bien qué digámos. Si el director pretendía que acabásemos cuestionando los métodos de estudio y la finalidad de los mísmos, la cosa no merecía tanta sesudez. Al final, por lo mostrado en el film, todo se trata de preguntas y respuestas, y por muchos jueces, abogados o presidentes que salgan de la prestigiosa Universidad de Harward, sabemos que éstas seguirán siendo las mismas. Digámos que a favor -además de sus méritos técnicos (la fotografía de Gordon Willis), de guión (la adaptación de la famosa obra homónima en que se basa), y musicales (John Williams)- la película cuenta con la excelente interpretación artística de John Houseman(señor Kinsbyll), como tirano profesor de Derecho, y por Timothy Button, como alumno y amante de la hija de aquél. Semejante historia no dá para muchas rísas. Tal vez, de haber contado con la agudeza de un Groucho Marx (ya sáben "la parte contratante de la primera parte...") los apuntes y dictados que sobre el tema Derecho escupe el film, hubiesen resultado mucho más convincentes. -ROCK AND ROLL HIGH SCHOOL (Allan Arkhus, 1979) Y después de tanto apurado nostálgico, psicológico y doctrinal (respectivamente causado por los films anteriores), este mini ciclo o poker rocambolesco de cine estudiantil elegido a tumba abierta, debería terminar de forma adorable y... honorable. Es decir: de vuelta al género divertido y gamberro que tanto gusta en ésta casa. A lo más positivo de todas aquellas películas que nos recordaban qué sólo se tienen 16 años una vez en la vida, aunque haya quién piense que podrían tenerse para siempre. Si te gustan películas como American Graffiti, el Hairspray de Waters... y esa clase de colorida mirada temática sobre la cultura adolescente americana, bañadas de una música maravillosa y de cierto espíritu rebelde, Rock And Roll High School colmará vuestra sed. Sobra decir qué todo ésto no sería lo mismo, de no formar parte mis queridos RAMONES de la fiesta. Qué mejor que los de Queens, y su música juvenil y divertida, para liarla en los pasillos del colegio o a la entrada de un cine. Sus apariciones en persona hicieron de ésta péli barata, un título de culto, y a P. J. Soles, su protagonista femenina, una estrella teenager de la Serie B escolar.

domingo, 21 de noviembre de 2010

- WILD ZERO. Serie Z harakiri

Peli japonesa del año 2000 dirigida por Tetsuro Takeuchi para mayor gloria de la banda nipona de garage-punk-rock Guitar Wolf. Piensa en locas y adolescentes películas protagonizadas por bandas de rock, como "Rock'n'Roll High School" (79) con los Ramones o la más apropiada "Kiss Meets the Phantom Of The Park" (78) protagonizada por la banda de Paul Stanley y Gene Simons, y en gamberradas similares de ése cine gamberro de serie Z, bizarro y thrash, que tanto te gusta, y seguramente te harás una idea de por dónde irán los tiros. Japón nos tiene acostumbrados a lanzar películas desmadradas de guiones imposibles destinadas a convertirse en títulos de culto y WILD ZERO es un claro ejemplo. No esperéis efectos especiales alucinantes, ni una trama o algo que tenga sentido. Aquí los zombis son de pacotilla, la sangre mermelada y no se vé un actor por ninguna parte, eso sí, hay actuaciones del grupo local por un tubo. Lo que importa és pasarselo bien y divertirse un rato, y si encima toda esta locura la protagonizan de principio a fin unos tralleros Guitar Wolf con su frenopático rock and roll samurai... ya tenemos la fiesta montada.

jueves, 18 de noviembre de 2010

MÁS CINE PERDIDO: "THE LAST RUN"

FUGA SIN FIN (The Last Run).- EE.UU.,1971. D.:Richard Fleischer / G.: Alan Sharp / M.: Jerry Goldsmith. / I.: George C. Scott, Tony Musante y Coleen Dewhurst. Una de las pocas películas que me quedaban por visionar de Richard Fleischer, y la verdad... otra maravilla de film. El director de El Extrangulador de Boston filma una de esas genuínas historias de "perdedores" en contínua huída hacia ninguna parte, y lo hace de manera que Monte Hellman ("Two-Lane Blacktop") y Sam Peckinpah ("Quiero la cabeza de Alfredo García") se sientan orgullosos. No en vano fue otro afín a ese estilo de cine pendenciero, John Huston, el encargado de empezarla a rodar (aunque desconozco los motivos de su abandono). El film, rodado mayoritariamente en la provincia de Almería (España), narra la historia de un oxidado gangster -enorme George C. Scott- retirado desde hace 9 años en la zona del Algarve (Portugal) cuyo sueño siempre fue ser conductor profesional de coches de carrera. Resignado y sin nada que perder, -pués ya lo ha perdido todo: su mujer que se largó con otro, su hijo de corta edad murió, apenas le quedan ganas de vivir...-, decide aceptar un último trabajo de pasar a Francia a un prófugo criminal y su atractiva pareja. Ellos serán su familia a partir de ahora. Parece un trabajo fácil, pero las cosas se le complicarán por qué él así lo desea. Desde el volante de su inseparable BMW de 1957, al que mima como un hijo (resulta metafórica la conexión que da Fleischer al auto y su dueño, ése vínculo queda magistralmente plasmado en la última y fenomenal secuencia final), asistimos y nos movemos en un ejercicio de cine primoroso, templado en su velocidad, donde la "aventura" no está en su mínima y sosa trama, si no en el viaje interior que realizan sus personajes, sobretodo el de Scott. Podíamos afirmar que estamos pues ante una road movie pseudo-psicológica-policiaca. Los que esperen una pelicula de acción deberán buscar en otra parte. -Mención especial a uno de los actores españoles que aparecen en la cinta, ALDO SAMBRELL, que desgraciadamente nos ha dejado hace poco. Aquí tiene un pequeño papel como el amigo marinero de Scott, pero atrás quedan más de 170 films, rodados aquí y allá, en toda clase de cine de género. Especialmente será recordado por todos los seguidores del spaguetti western europeo, al ser partífice de un gran puñado de éllos (la saga Leone por ejemplo). No sólo hay que acordarse de los grandes cuando mueren, también los más humildes secundarios merecen homenaje, por los buenos ratos que nos han hecho pasar...

martes, 16 de noviembre de 2010

-LA PLUMA ELECTRICA DE... RICHARD HELL: "ENDIOSADO"

Con "La Pluma ELECTRICA" retomo una antigua entrada destinada a repasar las novelas y libros de interés publicados por reconocidos músicos de rock afines al universo paralelo tumbero. Si anteriormente fué La Muerte de Bunny Munro de Nick Cave la recomendada, ahora le toca el turno a otro personaje eléctrico con vocación literaria, RICHARD HELL. Los habituales a este fanzine (permítanme la licencia) recordarán el currículum del otrora guía de la "Generación vacía". Aquél antiguo cantante y bajo de los Neon Boys, que luego se convertieron en Television. Antiguo cantante y bajista de los Heartbreakers con Johnny Thunders. Lider de Richard Hell And The Voidoids. Amén de poeta, escritor y actor (En esta última faceta, coprotagonizó la primera película de Susan Seidelman, Smithereens (1982), e interpretaría al novio de Madonna en Buscando a Susan Desesperadamente). Pero hoy nos interesa más por su prosa, a la quedica su tiempo ultimamente, aburrido del mundo musical. Su segunda novela hasta la fecha, y recientemente estrenada en nuestro país bajo el título de "Endiosado"(Libertos), biene a rellenar el hueco dejado por su lejana y bautismal Go Now. Antes de saber escribir hay que tener algo bueno que contar y, que mejor que las reflexiones, notas y experiencias vividas por un inteligente ex-punk y ex-jonki en el convulsivo bullicio del Nueva York de los años 70, para intentarlo. Otra cosa bien distinta es que al final guste o no su novela.. qué le salga bien lo de mezclar poesía, obsesiones, explendor y miseria con la historia que tiene en mente. Ahí sin duda entra en juego la arriesgada propuesta estructural que Hell propone para Endiosado. Empanadas mentales de un narrador provocador, compulsivo y tormentoso (sexo, drogas, muerte,religión, poesia...) que ya no escupe sus canciones desde un micro, arropado por guitarras y batería, sino desde la pluma eléctrica de unos (por momentos) brillantes párrafos.

domingo, 14 de noviembre de 2010

-DEL SET DE RODAJE A LA TUMBA. Obras póstumas de los Grandes Maestros (3ª Entrega)

Seguimos con el miniocioso y particular repaso a los ultimos testamentos de los grandes maestros del cine. En las primeras entregas nos acordamos de algunos de los más GRANDES directores de todos los tiempos. Grandes maestros de verdad a los que nadie, con sentido común, negará tal privilegio. A falta de completar este "dossier de obras póstumas" con más nombres y firmas de primerísimo nivel que todavía nos quedan por repasar (Wells, Ophuls, Fellini, Buñuel, Melville, Clouzot, Lubitsch, Cassavetes...), he decidido rendir merecidos honores a un buen número de realizadores de cine que han (sobre)vivido siempre a la sombra de los más grandes. Es hora de reivindicar el trabajo de esos otros "olvidados grandes directores de todos los tiempos". Por lo menos, en lo que al mimoso gusto de un tumbero servidor se refiere. ¡Va por ustedes maestros!... -ALEXANDER MAcKENDRICK (1912-1993): "No Hagan Olas" (1967). Deliciosa comedia y excelente pelicula. Supone el fin de la corta, pero majestuosa, filmografía del autor inglés. Regálense una velada de fin de semana, visionando "El Quinteto de la muerte", "Whisky Galore", "Chantage en Broadway", "El Viento en las Velas", y ésta misma "Don't Make Waves", y descubrirán el placer del buen cine. De todas las comedias protagonizadas por Tony Curtis en los 60 (y han sido muchas...), ésta resulta ser su más lograda interpretación. Una divertida sátira sobre el ambiente en las playas del Sur de California, dirigida con maestra ironía por un MacKendrick en pleno explendor creativo, lo que resulta inexplicable dado que no le ofrecerían la menor oportunidad de seguir demostrándolo. Sharon Tate (-¡maldito Mason!-) está resplandeciente, como siempre, y la música corre a cargo de los Byrds...¿Alguien dá más?... -TERENCE YOUNG (1915-1994): "El Hombre Rompecabezas" (1983). El autor inglés, es uno de esos directores sin mucho nombre pero que atesoran un gran oficio. Títulos tan loables como "Sola en la Oscuridad" (título de culto en esta casa) y otros tan nobles como "Triple Cross", o aquellos que dirigió para la saga Bond: "Desde Rusia con amor", "007 Contra el Dr. No" y "Operación Trueno", sin mencionar su gusto por el jugoso cine de género ("Sol Rojo", "El Hombre del Clan", "Los Secretos de la Cosa Nostra"...), así lo atesoran. El punto final a tan variada carrera cinematográfica resultaría ser un título embotellado en el llamémosle "cine de espionaje frio": The Jigsaw Man. Film que viene a engordar la lista de grandes peliculas del género espías, esta vez entre agentes secretos rusos e ingleses de por medio. También será recordada por contener en sus planos, el segundo, y ultimo, enfrentamiento entre Michael Caine y Laurence Oliver tras la suprema "La Huella". -OTTO PREMINGER (1906-1986): "El Factor Humano" (1980). Basada en la novela homónima de Graham Greene, con unos tremendos Richard Attenborouh y John Gielgud en sus papeles de espías. No es de extrañar que éste otro, caduco director de cine, se despidiese con otro título de espionaje, dado que el género por aquellos años gozaba de una segunda juventud... Y és que el tema de los agentes dobles, servicios de inteligencia, conspiraciones políticas, sospechas, traiciones y demás poderes, parecía -y parece- ser un género con un público muy fiel. A mí personalmente me encantan todas aquellos films sobre la guerra fría -desde la estupenda "El espía que surgió del frio" en adelante...- Pero Preminger, que aquí se despide con honores de la profesión, sin duda será más recordado por todos los aficionados al mejor cine, por obras maestras como "Laura", "Anatomía de un Asesinato", y peliculones como "El Hombre del brazo de oro", "Exodo" o "El Rapto de Bunny Lake". -JOHN FRANKENHEIMER (1930-2002): "Camino a la Guerra" (2002). El maestro coreógrafo de pelis de acción John Frankenheimer murió con las botas puestas. A diferencia de otros, que por diversos motivos se murieron en paro, el autor neoyorquino tuvo trabajo hasta el final de sus días. Eso de debió a que sus ultimos trabajos -como "Ronin" o "Operación Reno"- seguían vendiéndose bien, o por lo menos, "alquilándose" bien (en los videoclubs). Atrás queda una de las filmografías más esenciales del cine de acción: "French Connection II", "El Tren", "Los Temerarios del Aire", "Domingo Negro", "El Reto del Samurai"..., y un puñado de títulos para la posteridad: "El Hombre de Alcatraz", "El Mensajero del miedo", "Siete días de Mayo"... Imposible resumir su trayectoria filmica en tan poco espacio de tiempo... tan sólo una extensa lista de títulos que nos deleitan cada vez que volvemos a visionarlos. -DON SIEGEL (1912-1991): "Blackjack" (1982) Así acabó sus días el maestro de Chicago (Illinois, USA), dirigiendo a la tonta de Bette Midler y restregándola por casinos a lo largo del Oeste de Estados Unidos. Así amigos míos, trata Hollywood a sus prestigiosos empleados. Aquellos que han dado lo mejor de sí mismos, en propuestas cinematográficas que muy pocos se atrevieron a dar y muy pocos eran capaces de ofrecer. Si Don Siegel no está entre tus directores de cabecera... mejor para de leer y cambia de blog. Films claves de la historia del cine han pasado por sus manos (y figuras tan queridas como Clint Eastwood), y han sido debidamente recordados a lo largo y ancho de este fanzine virtual... Y continuarán siéndolo... ("Código del Hampa", "El Seductor", "Harry el sucio", "La Gran Estafa", "El Molino Negro", "Fuga de Alcatraz", "La Jungla Humana"...) -ROBERT ALTMAN (1925-2006): "El Ultimo Show" (06) Cineasta de vocación tardía, de voz independiente (antes de que existiera tal adjetivo), creador de hermosas historias corales (antes de Kasdan, Iñárritu, etc. etc.) y dueño de una filmografía ácida y corrosiva como pocas. Supo moverse como pocos entre la basura, entre todo ese sistema hipócrita para el que trabajaba: Hollywood, y servirse de él, como lo haría cualquier puta a espensas de su chulo. A su bola. Génio y figura. Imposible no rendirse a sus piés ante films del calibre de "M.A.S.H.", "Los Vividores", "El Juego de Hollywood", "Vidas Cruzadas", "Kansas City", "Nashville" o la maravillosa "El Largo Adiós". Pero si quedaba alguna duda de que Altman jugaba en otra liga distinta, a años luz del resto de sus coetáneos compañeros de profesión, lo demostraría en su testimonial obra de despedida A Prairie Home Companion (por una vez el título en castellano de "El Ultimo Show" fue acertadísimo). Un claro homenaje a su infancia y a los primeros pasos del habla en el cine, a la gente anónima tras las bandolinas y los aplausos. A aquellas voces de un pasado que sólo él parece hechar de menos, y que rememora de manera emotiva para regocijo del respetable. Sin nostálgia pero con cariño. Un "Ultimo Show" por el que desfilan una serie de personajes memorables (como siempre fue contumbre en su obra) a servicio del más singular director de cine de su generación. Ideal para disfrutarla conjuntamente con Días de Rádio (Woody Allen, 1987), y de paso comparar dos estilos tan dispares de humor. -RICHARD FLEISCHER (1916-2006): "Call From Space" (89). Otro directorazo nativo de Nueva York (concretamente de Brooklyn) tan reivindicable como el que más y, desgraciadamente, tan poco reconocible y afamado como sería justo de reconocer. ¡Seis décadas, señores! casi 60 años de esclavo en la meca del cine. Adaptándose a cada tiempo, a los nuevos estilos, y técnicas, y tendencias... y claro está, sobreviviendo. Empezó con vigoroso cine negro de Serie B (Bodyguard), entre western (Duelo en el barro, Bandido..) y peplum-bíblico (Barrabás) nos deslumbró con enormes films de aventuras (Los Vikingos; 20.000 leguas de Viaje Submarino...), Fue un imnovador artesano dentro del cine de "crímen y acción" ( El Estrangulador de Boston, Impulso Criminal...) y en los 70, ya madurito, contribuyó al esplendor del Nuevo Cine Americano con trillers de la talla de "Fuga sin Fin" y "Los Nuevos Centuriones" entre otras. Sin olvidarnos de aquella tremenda y emotiva adaptación de la novela de ciencia ficción "Hagan sitio, Hagan sitio" (Harry Harrison) titulada aquí "Cuando el Destino nos alcance"(SoiletGreen). Y al final ahí le tuvimos a los 78 años dirigiendo una superproducción como "Conan el Destructor", un encargo claro está, pero que habla a las claras de lo mucho que ha cambiado el cine de hoy y, lo mucho que hay que agradecerle al director de La Muchacha del Trapecio Rojo por sus enseñanzas y contribuciones al séptimo arte. Un director como la copa de un pino, y una vez más, un autor a reivindicar. Poco antes de morir se le pudo ver en aquel documental-denuncia "Cineastas contra Magnates", en lo que vino a ser un ultimo testimonio, dando la cara una vez más por el medio de trabajo que tanto le dió/quitó, y por el que tanto luchó. Seguirán haciendo peliculas, pero ya no serán peliculas como éstas. Grácias maestro. CONTINUARÁ...

sábado, 13 de noviembre de 2010

LUIS GARCÍA BERLANGA: Adiós camarada anarquista

El sábado 13 de Noviembre de 2010 será recordado como el día en que MURIÓ el MEJOR DIRECTOR DE CINE QUE HA DADO ESTE MALDITO PAÍS. Esto no és una noticia. Esto es mucho peor. Muchos nos temíamos este día, pero ha sido mejor así, ¿Porqué sufrir? La enfermedad de la memoria le privó de reconocerle lo grandísimo que había sido... pero el colectivo no olvidará nunca. Nosotros recordaremos por usted, maestro. Qué empiece el luto... (me niego a tener que recordarles sus grandes logros, algo que a estas alturas deberían de saber quienes alguna vez hayan sentido pasión por el verdadero arte de narrar historias... de personajes)

jueves, 11 de noviembre de 2010

RETOMANDO AUSTRALIA: UNA "MONSTER-MOVIE" Y UN POQUITO DE AUSSIE ROCK

RAZORBACK / LOS COLMILLOS DEL INFIERNO (1984). D.: Russell Mulcahy. I.: Gregory Harrison, Bill Kerr, Chris Haywood y Arkie Whiteley.
- Antes del caos sembrado por el jabalí gigante que asola a los protagonistas de nuestra cinta, el cine fantástico ya había imaginado todo tipo de desmanes argumentales protagonizados por especies animales de considerable tamaño: Cocodrilos (Alligator), Gusanos (Temblores), Tiburones, Ratas (El Alimento de los Dioses), Pirañas, Tarántulas, Murcielagos (Alas en la Noche), Cefalópodos, y el resto del mapa zoológico que se os ocurra... Así que el argumento de Razorback, original, lo que se dice original, no es que sea mucho. Pero esta producción australiana de serie B de los años 80, es una más que aceptable moster-movie que hará las delicias de los incondicionales al género. Por qué esa falta de originalidad argumental la suple la péli con cierta elegancia visual y sin demasiados artificios. Claro está, se vale de influencias reconocibles: el cine de George Miller (Mad Max) y todas aquellas producciones adrenalínicas Ozploitation facturadas en la década anterior por cinéfagos de serie B.
Reconozcámoslo, para bien o para mal, cada país tiene su estilo de hacer cine, de hacer las cosas. Y un menda, -tal vez por lejanía, desconocimiento o por pura curiosidad-, siente especial predilección por la forma en que los australianos cuentan sus historias. Y ya no digamos, de su personalísimo estilo a la hora de crear grandes bandas de rock'n'roll... Pero ésa es otra historia...
ULTIMAS REFERENCIAS ROCKERAS DESDE LAS ANTÍPODAS
-DEAD HORSE PROBLEM (Beast Records, 2010)
Tremebunda portada, calcinante sonido. Oscuros y ruidosos temazos brotan de su interior. Música hecha con muy mala leche, con pleitesía por lo malsano. Necesitas varias escuchas para encontrarle el regusto al asunto. Pronto descubrirás que guitarras crujientes como éstas ya las habías escuchado antes en grupos como Beast Of Bourbon o Gun Club, aval más que suficiente para adentrarse el el reverso tenebroso de este cuarteto australiano.
-JAMES McCANN "Last Night I Meet the Devil" (Bang, 2006)
La música de este miembro fundador de los Drones es un viaje fascinante por toda la fauna pantanosa del rock australiano, de principio a fin. Desde el folk más aborigen que crece hasta convertirse en preciosas baladas, hasta el lado más salvaje y supersónico reminiscencia de los esenciales Scientists. Rock and Roll en su extremos más honesto, crudo y vital.

martes, 9 de noviembre de 2010

ESCENAS MUSICALES: EL PUNK-ROCK DE LOS ANGELES (75-81)

Ya hemos tocado en alguna ocasión la escena punk-rock del CBGB neoyorquino. También, de pasada, comentamos una buena parte de la escena pub-rock inglesa con aquellos grupos protopunks amamantados en el seno del sello Chiswick. Algo suelto, más bien poco, del mejor rock australiano (cuenta que todavía sigue abierta)... Entiendo qué, así a todo, me será imposible visitar la cantidad de lugares y ciudades en los que germinaron movimientos o escenas musicales que harían cambiar el curso de la historia de la música que amamos: el Rock & Roll. Me gustaría en un futuro recalcaros la importancia del denominado sonido Detroit, la característica impronta del blues destilado en Chicago, el coralino arrecife que rodea al jazz de Nueva Orleans, por qué no, la escena mesetaria, con los grupazos olvidados de La Movida madrileña (qué los hay), el nacimiento del rock malasañero (Enemigos, Sex Museum, Pleasure Fuckers...) o aquel otro movimiento mal denominado "Rock Radikal Vasco". Para más tarde embarcarnos en alisios vientos que nos lleven corriente Stax, la escena y estilo de los grupos de Boston, los nuevos/viejos sonidos de Memphis, el high energy nórdico de primera generación (Nomads, Union Carbide Productions...) Berlín en los 70, San Francisco en los 60, el hardcore manufacturado en Washington DC... Ya véis... Proyectos no me faltan. Así qué manos a la obra y pasemos a reivindicar una escena musical, el PUNK ROCK ANGELINO (1975-1981), igual de interesante, excitante y necesaria como cualquier otro viaje que les hayan propuesto. Un puñado de bandas -y un momento en el tiempo- que injustamente se suelen olvidar a la hora de darles su merecida importancia en la historia y posterior evolución de los sonidos del rock & roll. La efervescente escena Punk de Los Angeles preludió y apadrinó la posterior escena Hardcore. Bandas y canciones que ELEVARON EL PUNK A LA CATEGORÍA DE ULTIMO MOVIMIENTO ARTÍSTICO-REVOLUCIONARIO DEL SIGLO XX Algunas de estas bandas punk77, que dieron forma a todo aquel revolucionario movimiento angelino, ya han sido mencionadas en anteriores entradas con motivo de la fascinación que sentimos en aTumbaAbierta por la calidad cosechera de dicha añada. Extensible también a nombres claves de toda aquella pre-movida (protagonistas de la tranformación del glam en punk) que también han asomado su jeta por este fanzine en diferentes momentos: artistas como David Bowie, Kim Fowley, Runaways, Iggy and the Stooges, o Jim Morrison (primer punk de L.A. por méritos propios), Penelope Spheeris (The Decline of Western Civilization)... pioneros inspiradores e innegables figuras totémicas que resultaron indispensables a la hora de catapultar el nacimiento de todas estas bandas punk que a continuación recopilamos (otros nombres propios como Rodney Bingenheimer, Peter Case, Billy Zoom, Darby Crash, Black Randy... y alguna anécdota más, tendrán informe individual en futuros post). Sin más miramientos Ahí va la lista de trallazos que retumban estos días mis altavoces Pioner. Sin licencias. Los más representativos (siento no tener discos de los Pils, Bags, Go-Gos, Screamers, Adolescents, Agente Orange, etc. etc. referentes que sin duda aumentarían todavía más dicha lista) para adentrarse en todo aquel mapa vital y escena volcánica erupcionada al este y sur de Califoria duante el periodo 1975/1981.
  1. "Give it Back" / THE DICKIES
  2. "Behind the Door" / CIRCLE JERKS
  3. "Man & Machine" / T.S.O.L
  4. "When You Find Out" / THE NERVES
  5. "Sneakin' Out" / THE ZEROS
  6. "Johny Hit and Run Pauline" / X
  7. "Manimal" / the GERMS
  8. "Depression" / BLACK FLAG
  9. "I Love Livin' In The City" / FEAR
  10. "Marie, Marie" / THE BLASTERS
  11. "Fire Spirit" / THE GUN CLUB
  12. "We Got The Neutron Bomb" / the WEIRDOS
  13. "Life Of Crime" / the WEIRDOS
  14. "Telling Them" / SOCIAL DISTORTION
  15. "Clockout" / DEVO
  16. "Los Angeles" / X

jueves, 4 de noviembre de 2010

"SIENTASE BIEN" SEÑOR EARLE.... QUÉ YO ME SENTIRÉ MEJOR

¿Porqué tanto alboroto? Fue lo primero que pensé cuando oí por vez primera el nombre de este fulano harapiento, músico country para más señas, en las páginas de Popular 1 con motivo de la reseña de su apabullante disco I Feel Allright (1996). Todo un orgullo y un placer para mis oídos, el descubrir, no sólo una música como pocas, sino al hombre que habitaba bajo aquella pinta y, tras aquella voz, sublime en todos los sentidos. Una persona que ha dado muestras sobradas de un compromiso verdadero, que se dedica a ser él mismo, a vivir la vida y a extraer valiosisimas canciones de esa experiencia. Años más tarde se realizaría mi sueño de oir aquellos -y demás- grandes temas de su repertorio en directo (el AzquenaRock para más señas), para comprobar abobado que aquel forajido de leyenda que rasgaba las cuerdas de su guitarra con fuerza, escupiendo con rabia, deseos y lamentos humanos, sobrado de una dignidad que para sí quisieran el noventa por ciento de los que se dícen músicos, sería una de las mayores fortunas qué un servidor haya tenído el gusto de encontrar. Un tesoro en mi búsqueda de lo auténtico y lo real. Porque Steve Earle señores, és uno de esos perdedores (en el fondo de todo "ganadores") que habiendo caído lo más profundo abismo, a las mismas puertas del infierno, viviendo en el fuego purgatorio durante años, ha sabído regresar a casa para contarnoslo. Ganarlo todo y perderlo todo, para empezar otra vez desde cero, no és cosa fácil, y más si regresas de la manera en que lo ha hecho nuestro trobador con un disco bajo el brazo, el eterno I Fell Allright, convertido desde ya, en una de esas cosas que solo suceden una vez en la vida por mucho que intentes repetirlas. Al año siguiente lanzaría El Corazón (1997), un disco sin fisuras y cási al mismo nivel del anterior, pero será dificil que Steve vuelva a parir una obra semejante a I Fell Allright, cumbre e hito musical de su discografía. Un sonido REAL (permitanme el subrayado y la reiteración del término "real"), directo a la columna vertebral del oyente. Surcos que abarcan desde el country más vibrante ("You're Still Standing Here", a duo con Lucinda Williams), lo más parecido al pop sincero qué conozco (la preciosa "More Than I Can Do"), el rock'n'roll más elegante ("The Unrepentant") y rabioso ("Hardcore Troubador"), al folk más elemental y sufrido (las expeluznantes confesiones de "CCKMP" y "South Nashville Blues"). El disco del año. Música que te anima a seguir viviendo.
-El señor Earle es una contradicción andante: un artista country con actitud rock (en la capital del country, Nashville, nunca le vieron con buenos ojos. Se empeñaban en verlo como un jonqui bocazas forastero que se mofaba de la imagen hipócrita y conservadora de la ciudad), un portavoz de los desamparados, de la clase obrera, qque no ondea barras ni estrellas, un motero grasiento que deboraba literatura cual intelectual, a la vez que un paleto que luchaba contra la pena de muerte, el penoso sistema sanitario, la guerra de Irak o en favor de los nativos americanos. No es de extrañar que sintieran antipatía y se mostraran inquietos ante la actitud de un tío (que plantaba cara al sistema, sobre todo al de la industria discográfica de la que forma parte) como nuestro músico de Virginia (17-1-55). Lo que uno más aprecia de Steve -aparte del compromiso con su trabajo y sus ideales-, és su naturalidad. Sin vanas escusas. Díganme: ¿Cómo no va a ser buena la música, si está hecha desde las entrañas de un corazón rebelde?...
"SI GARTH BROOKS ES UN CANTANTE COUNTRY, RUEGO A DIOS QUE YO NO LO SEA."
-La adolescencia de este bandido del country americano se basó en aprender el oficio del desaparecido Townes Van Zandt, mentor y héroe además de fuente de inspiración ("...aunque un modelo humano realmente malo", en sus propias palabras) mientras paseaba su guitarra haciendo auto stop por Texas, viviéndo una vida de excesos como hiciesen otros íconos rock como Gram Parsons o Keith Richards. Epoca en que cogería gusto a sustancias peligrosas como la heroína, siempre sin un céntimo en el bolsillo, tocando en tugurios del 74 al 82, año en que grabaría su primer disco (un EP de actitud rockabilly), esperando un reconocimiento que parecía resistírsele. Un puñado de grandes canciones ("Someday", "My old friend the blues"..) le permiten salir del anonimato y coger cierta fama gracias a la moderna sonoridad de su country rock, ideal para las radiofórmulas del momento (tipo Springsteen y John Mellecamp, que dicho sea de paso son unos entusiastas de su sonido). Son los tiempos del "Copperhead Road" (89) disco que exhibía en la portada el simbolo pirata de la calavera con las tibias, presentado como "heavy-metal-bluegrass" por su autor. Tiempos de sudores fríos, de crack, de coca... de posesión de armas sin licencia, de cinco matrimonios. Tiempos de camellos y hip-hop. Horas de deambular por las calles enajenado mientras su sulfúrico rock and roll ("The other king", "West Nashville boogie"..) suena en todas las emisoras de radio del país. Pero llega otra redada. Esta vez condena. Solo unas semanas despues de soltarlo de la cárcel, en noviembre del 94, Earle ya estaba en su querido Nashville grabando el acústico "Train a Comin". Fresco y reabilitado tras su año a la sombra, decidió que ya era hora de mostrarse(-nos) a sí mismo, su verdadero potencial. El resto es historia.
Gentes tan respetadas presumen de ser sus amigos: Jason & The Scorches, Waylon Jennings, Emmylou Harris, Jayhawks, Uncle Tupelo, Mike Ness y tantos otros colegas de profesión. Por algo será....

lunes, 1 de noviembre de 2010

-TE PRESENTO A... YASUZO MASUMURA

-Yasuzo Masumura(1924-1986) es otro de esos poderosos y fascinantes cineastas japoneses apenas conocidos en occidente. Poco a poco vamos descubriendo, -más allá de los clásicos como Kurosawa, Ozu, Mizoguchi y algunos otros más modernos como Oshima-, la grandeza e infinita variedad de la historia del cine nipón. La prueba está en maestros como Seijun Suzuki, Shoei Imamura, entre otros, amén del director que nos ocupa, a los que tenemos acceso gracias vendito DVD, y por qué no decirlo a las descargas de la red.
-EL ARTISTA:
Masumura comenzó muy joven a trabajar en los famosos estudios Daiei y, gracias a una beca, tuvo la oportunidad de viajar a Europa y estudiar los métodos de trabajo de los maestros italianos del momento (tiempos de revolución, como bien sabrán, a todos los niveles sociales y culturales) Antonioni, Fellini y Visconti. No es de extrañar, que de regreso al Japón, la impronta de esa floreciente manera de hacer cine de los directores italianos (extensible a la nouvelle vague francesa, free cinema británico...) quedase profundamente marcada en la obra posterior de Masumura, dotando al extenso catálogo de su obra -más de 50 films- de una personalidad universal añadiendo (y desmontando) a su vez, las costumbres y raíces más clásicas del cine japonés. Esas señas autoriales inequívocas, ése mezclar, o reconciliar, occidente y oriente, le llevará a convertirse en gurú de la Nueva Ola del cine nipón, sin cuya mirada y estilo directores modernos como Takashi Miike o Shinya Tsukamoto serían incomprensibles.
SU ARTE:
-Desde que debutara en 1957 con Kisess, la extensa carrera del director oriental le llevaría a cultivar todos los géneros: la comedia -Giants and Toys (58)-, el cine yakuza -con Man of the Biting Wind (60), protagonizada por el mismísimo samurai Mishima en persona (al film de Paul Schrader me remito, para conocer a tan enigmático personaje del arte y el pensamiento japonés), el melodrama erótico -Manji (64)-, el romance violento -The Spider Tattoo (66)-, etc. etc... Trabajos de una elegancia sin igual, sin embargo, no exentos de elevadas cotas de locura. El ejemplo más claro lo tenemos en la que podría considerarse su obra maestra, Blind Beast (69). Un genial melodrama de horror, amor a tumba abierta y erotismo surrealista -mezcla de un Dalí o Buñuel más pasados de vueltas-, que revela los aspectos más morbosos y perturbadores de la psique humana. Al mismo tiempo asistimos a un elegante trabajo del autor, apasionado, estético y emocionalmente metafórico.
-Aventúrense pues a descubrir el placer fetichista del potente cine post-moderno underground de la mano de un génio loco llegado del país del Sol naciente. Recuperar el cine de Yasuzo Masumara -al igual que el de otros "afines" como Fuller, Wilder, Siegel, Ray...-, és no sólo una obligación, sino una prueba más, real y palpable, de que el cine todavía tiene mucho que ofrecernos.
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