martes, 23 de febrero de 2010

-COSAS QUE MOLAN: LA AUTO-TREPANACION

Porqué perder el tiempo, y el dinero, imnecesariamente en diversas drogas (con lo que luego cuesta rehabilitarse) buscando evasión en paraísos artificiales poco duraderos... si existe la posibilidad práctica, y barata, de estar colocado 365 días al año, 24 horas al día y para toda la vida sin necesidad de droga alguna... Pues para eso se ha inventado el ancestral método de la AUTO-TREPANACIÓN, para poder llevar la droga puesta. Tal mejora en su vida mental la conseguiría usted (no espere el consentimiento de su médico) con una operación fácil y sencilla. Basta con abrirse un boquete redondo en el cráneo, sin llegar a perforar la membrana que protege el cerebro, y ya tendrá usted un elegante hoyuelo, a modo de tercer ojo, con el que fardar con los amigos.
Cirujía psicodélica.
La trepanación aumentará su presión sanguínea intracraneal, hará que incremente la circulación de oxígeno bajo la bóveda del cráneo y disminuyan las toxinas, acelerará su metabolismo cerebral y propiciará que diversas áreas de su cerebro funcionen simultaneamente. Nadie que ha haya pasado por tan gran invento -y haya sobrevivido a la operación- se ha arrepentido: las jaquecas desaparecen para siempre, las depresiones se curan de golpe... Palabra de la International Trepanation Advocacy Group, auto-trepanados todos ellos. La operación puede realizarse con una simple inyección de anestésico (la xylocaína es una buena opción), un escalpelo (a no ser que tengas un berbiquí europeo del siglo XVIII), cuatro brocas y un taladro quirúrgico eléctrico. Por si las moscas consulten a un profesional antes de intentarlo ustedes el la soledad de sus hogares...
Para informarse mucho mejor sobre esta fantástica historia del bricolage craneal, practicada desde el Neolítico hasta nuestro días, pueden leerse libros de medicina oriental como el "Huang Ti Nei Ching. Su Wèm" o el estudioso "Blood Circulation in the Brain" que el doctor B. N. Klosovski publicó en los años 50. También son alucinantes las experiencias del holandés, Bart Huges, expulsado del gremio por fomentar el consumo de marihuana con fines terapéuticos (!!), o su fiel discípulo Joey Mellen, un auto-didacta de la cata de drogas en Londres antes de conocer a sinvergüenzas de alta escuela como Michael Rainey, el modisto de los Beatles, el mismísimo Kenneth Anger o el estudioso Michael Holigshead, el hombre que pasó a la posteridad por haberle dado el primer tripi a Timothy Leary... Aunque sin lugar a dudas es mucho más divertido acercarse al tema de los "cerebros descubiertos", de la mano de ilustres mostrencos como Jordi Costa (a él se le deben estas palabras) o Alex Zinéfilo, sabios trepanadores del periodismo más gonzo y esencial.

2 comentarios:

José Ramón González Lede dijo...

Tengo leído algo sobre trepanaciones en las antiguas culturas preincaicas de la vertiente pacífica de los Andes, y en algunos otros lugares. No sé hasta qué punto se hacían estos "tuneados" craneoencefálicos con conciencia de lo que estaban haciendo, o si por el contrario se trataba de simples rituales materiales, pero realmente es una práctica cuanto menos temeraria como para hacerla sin unos avanzadísimos conocimientos de anatomía.

Es como el caso de las deformaciones craneales de las mismas culturas que menciono, seguramente las tienes visto por alguna parte, donde se caracterizaba a personas de alto status social estrechando durante toda la vida el cráneo y alargando su parte trasera, simulando una cabeza de "alien".

Lo dicho, cosas que molan... :)

gary tormento dijo...

Chalados ha habído siempre y seguirá habiendolos... Fue durante los 60 y el LSD cuando resurgió esta practica. Ignoro porqué lo harían los Egipcios o los Incas que cítas... pero supongo que durante el siglo pasado medicos locos lo hacían para expandir la mente,sanarla y demás cuentos chinos. Vamos, pá flipar...je,je

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