domingo, 20 de diciembre de 2009

LA NOCHE SE MUEVE: Re(in)ventando el "cine negro"

NIGHT MOVES (USA. Arthur Penn, 1975)
Si durante los 70 de desmitificaron casi todos los géneros, el cine negro no iba a ser una excepción. Polanski con "Chinatown" o Robert Allman con "El Largo Adiós" aportaron la "claridad" necesaria al asunto. Podría afirmarse que blanquearon, y a plena luz del día, las historias detectivescas. Añádase a éstas la "La Noche se mueve", y ya tenemos un mágico trio.
Night Moves suena igual de bien que aquella hermosa canción homónima de Bob Seger, si bien Arthur Penn nos sumerge aquí en una trama repleta de (claro)oscuros intereses. De tintes negros. En la que no faltan los típicos/tópicos y personajes del género: adulterio, incesto, mentiras, chicas algo más que guapas, contrabando... pariendo uno de los títulos más sugerentes de los dorados 70 para deleite de cinéfagos y escándalo de puristas. Porque así era como el bueno de Penn se ganaba la vida: desmitificando los clásicos y reinventándolos. Penn ha sido siempre un elemento subersivo dentro de la industria. Siempre adrede, el cineasta ya había re(in)ventado el género Western en filmes como "El Zurdo" -donde se permitía psicoanalizar el personaje de Billy el Niño-, o "Pequeño Gran Hombre", influenciado por el cine europeo de Godard y Truffautt. También pondría patas arriba el thriller con la violenta "Bonnie & Clyde" por citar sus trabajos más conocidos y no pararme en títulos "menores" -pero no por ello olvidables- como pueden ser "La Jauría Humana" o "El Restaurante de Alice".
--El detective para la ocasión es Harry Moseby (acertadísima interpretación del siempre maravilloso Gene Hackman), otro detective privado para recuerdo. Con un oficio tan ridículo como el Fhilip Marlowe del "Largo Adiós" y similares. El tal Moseby es un espía barato donde los haya, jugador de ajedrez y cornudo. Como todo buen antihéroe americano carece de la autoconfianza y decisión necesarias para afrontar el destino de sus culpables, y mucho menos, el suyo propio.
En el reparto unos jovencísimos Melanie Griffith y Don Johnson. No sería de extrañar que fuese aquí donde aprendiesen la "dureza" del ofício... y ahogásen sus penas en el fondo de una botella.

3 comentarios:

Insanus dijo...

Y la Griffith adolescente enseñándolo todo de noche en el mar, o en una piscina, no recuerdo ya, pero no veas cómo estaba ella.

Sí, es buena. Como casi con todo el cine setentero pseudoindie, tendría que revisarla, porque no recuerdo mucho.

Felices fiestas, tío, :).

gary tormento dijo...

Sí, todo un personaje de "Lolita Putita"(je,je,)... ¡benditos setentas!

Un abrazo

gary tormento dijo...

También aparece un joven James Woods, un actor que me encanta. Definitivamente es una peli para descubrir

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