miércoles, 15 de diciembre de 2010

-CINE DESDE LAS ANTÍPODAS: "TASMANIA"

TASMANIA (VAN DIEMEN'S LAND) 2009. D.: Jonathan auf deir Heide. No, el actor que véis arriba en primer plano no es Daniel Day-Lewis aunque se le parezca. Su nombre es el del cantante y actor Paul Ashcroft, del que no tenía ni idea, ni de él ni de el resto de sus compis de reparto, hasta la visión de esta expléndida en inquietante película de origen australiano. Tanto su personaje como el del resto, magnificamente interpretados, parten de hombres reales, de un suceso expeluznante ocurrido en la isla de Tasmania -la llamada Van Diemen's Land por los nativos- a principios del siglo XIX (decir que los ingleses acabarían con todos sus habitantes, hombres y animales, en una limpieza étnica de la que poco se habla, como tantas otras...) Un tal Alexander Pierce (Oscar Redding en el papel) fue el único superviviente de un grupo reducido de presos que intentaron escapar de semejante fortaleza natural. Qué le pasó, a sus compinches de fuga, es algo fácil de imaginar teniendo en cuenta la magnitud del desafío al que se expusieron: la nada más absoluta. Directos a la boca del Infierno. Sin rumbo fijo, sin alimento, sin fuerzas, sin unión (choque de nacionalidades distintas: irlandeses, escoceses, ingleses..), creyéndose "libres" sin imaginarse que estaban destinados a devorarse unos a otros. Si en otros hechos reales de similares caracteristicas (y los que tendrá habido): los viajeros siniestrados de ¡Viven! (F. Marshall, 1993) que se vieron en el dilema de comer carne humana para sobrevivir, o los protagonistas de la estupenda Ravenous (Antonia Bird, 1999) que acababan tornándose antropófagos tanto por las circunstancias como por una antigua leyenda india... lo ocurrido en TASMANIA acaba convirtiendose en simple y puro vício canibalistico. Una merienda humana. Actos que demuestran una vez más lo bajo que el ser humano puede llegar a caer. No estamos ante una péli convencional, en el sentido de que la cartelera cinematográfica no está acostumbrada a deleitarnos con propuestas de buen cine como éstas. La cinta, desde sus primerísimos planos (la boca y los dientes de un guardia comiendo algo asi como un guiso de cefalópodo) hasta las bellísimas secuencias aéreas de la isla devora-almas, transita por la exquisited de los pequeños detalles, los silencios, los sonídos, los tiempos muertos... Al contrario de lo que pudiera parecer, como en otras peliculas de similares características, no se vale de la selva impenetrable, de la naturaleza salvaje en sí, para presentar a ésta como una amenaza (bueno, más allá de lo que se la supone) sino que al final son los propios hombres mucho más terroríficos que la madre naturaleza. Estupenda voz en off que parece sacada del Antiguo Testamento, la de un condenado que recapitula ante la antesala del juicio final. Peliculón.

2 comentarios:

Eduardo dijo...

¿Antropomorfos? ¿Cefalópedos? La palabra antropomorfo quiere decir de forma humana. Lo que has querido decir es antropófagos, que significa comedores de seres humanos. En cuanto a la otra palabreja, se dice cefalópodos, no "cefalópedos".

gary tormento dijo...

Corregído hermano, ya sabía yo que me estaba liando. Muchas gracias por tomarte la molestia.
Por otro lado ¿Qué te ha parecido péli?...

Saludos

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