jueves, 23 de diciembre de 2010

-el rincón del pinchadiscos: "FASTER PUSSYCAT" (ídem, 1987)

No entiendo como en ciertos sectores de la critica rock, nunca se haya tratado con el respeto que se merece a todo aquel rollo del sleazy rock o glam rock surgido en Los Angeles a raiz del "Apetite for destruction" de los Guns N' Roses, -y del también primer álbum de los L.A. Guns-, y al que se apuntarían montones de grupos que seguían la estela de éxito iniciada por Motley Crüe o Aerosmith. Tal vez fuese por aquellos pañuelos en la cabeza, sombreros y botas de cawboys o por las toneladas de maquillaje mal puesto... porque si de música rock hablamos muchas de ésas bandas de melenudos enlacados ofrecían lo que se le presupone a toda banda de rock'n'roll: actitud, buenos temas, potencia y diversión; y lo que es más importante, seguir la tradición rockera de gente como New York Dolls o Hanoi Rocks, que intentaron devolver -al rock'n'roll más sucio y glamouroso- a la primera línea mundial. Y de entre todas esas bandas, surgieron los FASTER PUSSYCAT. Su primer trabajo, lanzado con el sello Elektra en 1987, sería toda una declaración de esos mismos principios (ni que decir que el disco no vendió una mierda). Un album que destila diversión y buenas vibraciones por todos los surcos. El disco abre con "Don't change that song", y son la voz desgarrada de Taime Down (un cruce desquiciado entre Michael Monroe y Bon Scott), y las guitarras afiladas y riffs stonianos de Brent Muscat y Greg Steele -arropados en todo momento por Eric Stacy y Mark Michas al bajo y la batería respectivamente-, los que a través de 36 minutos nos llevan de fiesta con su rock&roll barriobajero de sucio voltaje. Imposible no mover el esqueleto con la tremenda "Bathroom wall", elegida para ser el primer single, y para la cual se llegó a grabar un videoclip dirigido ni más ni menos que por el mismísimo Russ Meyer (no es difícil adivinar que el nombre del grupo angelino viene a ser un homenaje a su persona). Podríamos seguir... "Cathouse", la no menos impactante "Babylon" (versioneada años después por Backyard Babies)... Un debut de calidad, que no tendría continuidad en los dos discos posteriores de la banda. Vamos, que el disco ya es un clásico de toda aquella escena surgida en California a finales de los 80. Discos y sonidos que inspirarían a principios del nuevo siglo a fugazes y fantásticas bandas como Toilet Boys, Black Halos, Blackyard Babies (los de "Total 13") o los neoyorquinos D-Generation. En definitiva, rock para pincharlo, bailarlo y disfrutarlo.

1 comentario:

@jorjowski dijo...

las tendencias u.s.a. extrapoladas al panorama nacional serian los Sangre Azul o Manzano entre los conocidos-comerciales, y Tigres (menudas pintazas kinkiglam) o Shalom entre los obviados. estuve viendo unos videos jevis aparecidos en un programa del año 85 "24 horas de rock-RNE, tv2" aparecían grupos jevis que no me sonaban de nada y menudas risas con gente como "Bella Bestia" (cantante con voz del chungo de loca academia de policias) o el grupo malísimo con cantante fea "Santa".

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