No encuentro adjetivos para resaltar la figura de semejante mujer. Deberían nombrarla la Octava Maravilla de la Creación, la Madre de todas las madres, sólo así se haría justicia. Apoteósica en todos los sentidos. El día que la ví por primera vez en aquella grandiosa película "Hasta que llegó su hora"(Sergio Leone, 1968), me enamoré locamente de élla. Lo que daría por ser Jason Robards y haber sido yo el que le daba aquel cariñoso cachete en su ponderoso trasero. Cosa que a la Señora Cardinale, por cierto, no pareció importarle demasiado. (¿Quién se hubiera resistido?)
A Miss Roma la cazó el poderoso productor Dino De Laurentiis (otro que tuvo suerte fue Don Marcelomastroniani, que estaba en todas el muy pillín) después de haber sido protagonista en numerosos títulos clave del cine italiano (Muerte en Venecia, Arroz Amargo...). Qué mejor orgullo para el Obrero del Pueblo, que ver a sus mujeres trabajar de semejante manera la tierra: Faldas remangadas hasta los muslos, sudando al Sol del Mediterráneo.. una estampa que hace hervir la sangre a cualquiera.
La penúltima deidad de las morenazas italianas (Luciana Pozzi juega en otra liga, que conste). La perpetuidad de los génes. Sí señor. Imponente, le va la marcha y se atreve con todo: chupasangres, dóbermans y lo que haga falta. Para mí siempre será Malena (Guiseppe Tornatore, 2000), cosa hermosa y la envídia de todas las mujeres.
- OTRAS VECINAS DEL VATICANO


(Por orden fotográfica:) -Las tintobrasianas FRANCESCA DELLERA y CINZIA ROCCAFORTE (esta última la más "desvergonzada" de todas), una clásica como ORNELIA MUTTI (¡faltaría más!) o la superwoman LUCIANA PALUZZI, son muestras palpables (¡ya nos gustaría!) de que la pasta italiana alimenta de lo lindo. Relíquias como Anna Magnani (Burt Lancaster no fue el único en caer rendido ante sus rusticos encantos), por citar alguna que otra, sin contar las innumerables "actrices giallo" (mención especial para Asia Argento) -de las que nos ocuparemos a su debido tiempo en un dossier de cine fantástico italiano que está por llegar- (no mencionemos aquí, las diosasXXX del capo Mario Salieri...) , son algunas de las muchas escotadas galacticas de renombre que ha exportado la extensa y rica filmoteca del país vecino. Pero permítanme despedirme con una debilidad. Llámenle un extra. Una dolce mujer, que a pesar de no tener sangre latina, merece a toda pompa una mención especial. Hablo de ANITA EKBERG. Exquisita. Impactante, sin más. Un torrente de erotismo. Admitámoslo: lo de la Fontana de Trevi (y el buen gusto de Fellini por hembras de pectorales atómicos) es para hacer perder el sentido a cualquiera. Vestida de negro, Anita sería algo así como la Walkiria mitológica que surgió del frio (y de una valla publicitaria) para senbrar el pánico entre todos los frustrados sexuales, habidos y por haber.
¡¡Viva la madre que parió a todas ellas!!





3 comentarios:
No tengo especial predilección por los senos femeninos. Es decir, que el volumen del busto nunca ha sido un factor decisivo ni determinante para que me guste una mujer, pero este artículo me ha hecho sonreír.
La cardinale es mía!!!!!!!!!!!
De eso se trata, de pasar un buen rato a ser posible. En cuanto al sexo opuesto..A mí cualquier mujer me alegra la existencia, Si es bella por dentro a la vez que por fuera, mejor que mejor.
Saludos
(Ah Kinski, se que lo tuyo con Claudia viene desde Fizcarraldo, pero tendrás que luchar a muerte si piensas que te entregaré a mi diva facilmente...Ja,jaahh,jaa,ja)
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